Cartas de lectores: Vergüenza, imagen deteriorada, lamentable
Vergüenza, indignaciónLos funcionarios públicos deberían jurar conformes a un protocolo que dignifique su compromiso con nuestra Constitución y ante la sociedad que representan. No como...
Vergüenza, indignación
Los funcionarios públicos deberían jurar conformes a un protocolo que dignifique su compromiso con nuestra Constitución y ante la sociedad que representan. No como un trámite administrativo más, sino como un momento solemne que recuerde a cada representante -y a la sociedad que los observa- que la función legislativa es un honor que exige responsabilidad, integridad y conducta ejemplar. La jura de muchos de ellos es una muestra de nuestra mediocridad y decadencia institucional. Fue expuesta por los medios como parte lo que fue, un show y no como el fiel reflejo del sector de la sociedad que les dio su voto. Si llegan al poder sin educación, por lo menos que juren mediante un protocolo que respete la Constitución y dignifique la institución que representan.
Fernando J. Bustillo
Imagen deteriorada
La ya deteriorada imagen que de “nuestros” representantes en el Congreso tenemos la mayoría de los argentinos alcanzó dimensiones impensadas durante la jura que se desarrolló recientemente para la renovación de los miembros de la Cámara baja. Observar como algunos flamantes diputados juraron por “Cristina libre”, “Palestina del rio al mar” o por “los 30.000 desaparecidos” evidencia, sin lugar a dudas, cuales serían los objetivos reales de sus proyectos, los cuales estarían lejos de la función para la cual fueron elegidos. Ciertos diputados deberían recordar que la Cámara baja tiene como finalidad fomentar “políticas tendientes al crecimiento armónico de la Nación y el poblamiento de su territorio” (CN Art. 75 Inc. 19) y por lo tanto sus juramentos desvirtúan las más elementales normas de convivencia, respeto y armonía que deberían reinar entre los miembros de la cámara legislativa para la cual fueron elegidos.
Miguel Budich
Lamentable
¡Qué lamentable estos diputados que juran cualquier cosa! Qué triste que se rían de las instituciones de este país. Juran por condenados… ¿no se puede exigir que juren por el país y punto? ¿qué ejemplo dan? ¿qué leyes pueden votar?
Tan triste.
Elena Gotelli
DNI 11.044.105
Dolor
Demudada vi el bochornoso espectáculo que dieron los nuevos diputados jurando por diversos tópicos pero no por la constitución, lo que me hace suponer que ni la leyeron y que no la van respetar. Groserías, cánticos ,abucheos ,chicanas y todo tipo de actitudes reñidas con un acto tan trascendente para nuestro país .Me duele que lleguen a ocupar cargos de tanta responsabilidad ,personas de tan poco nivel de educación.
Adriana de la Canal
DNI 6.522.747
Intervención
En primer lugar, deseo aclarar que me encanta el fútbol y que vivo cada Mundial como una verdadera fiesta. Dicho esto, quisiera referirme al temor que parece haberse instalado en buena parte de la sociedad -en su mayoría futbolera, como buenos argentinos que somos- respecto de la posibilidad de que una eventual intervención de la AFA por parte de algún organismo del Gobierno nacional derive en una desafiliación temporaria de la FIFA. Tal escenario implicaría que nuestra Selección quedara al margen de la próxima Copa del Mundo, la última de nuestro querido Lionel Messi.
Sin embargo, si las circunstancias hicieran necesario investigar posibles hechos de corrupción dentro de la AFA, considero que no podemos quedar presos de una amenaza extorsiva basada en reglamentos que impiden al Estado actuar aun frente a situaciones de evidente irregularidad. Las instituciones, sean gubernamentales o no, deben regirse por valores éticos y por mecanismos que garanticen transparencia y responsabilidad. Si para resguardar esos principios es preciso asumir el costo de una sanción externa, entiendo que sería un precio mínimo en comparación con la importancia de recuperar la integridad en la conducción del fútbol argentino.
Luis María Troncoso
DNI 11.945.671
Asientos reservados
En estos últimos tiempos, y a raíz de algunos achaques propios de mi edad (85 años) he tenido que utilizar un bastón para movilizarme en la ciudad, y por esta circunstancia he podido observar algunas cosas, que con anterioridad había pasado por alto, en el diario trajinar de una persona sin problemas para caminar. Pues bien, voy a referirme a los asientos reservados para personas con movilidad reducida, que existen en algunos colectivos de esta bendita Ciudad de Buenos Aires. Debo aclarar, que este problema está en algunos de estos vehículos, pero no en todos. Los ómnibus a los que me refiero, tienen esos asientos con un lindo cartelito que los identifica como reservados a los fines antedichos, con las siguientes características peculiares. 1º) Están colocados sobre las ruedas delanteras, lo que hace que se sientan más marcadamente los desniveles de la calle. 2º) Se ubican sobre una plataforma elevada, lo que significa que la persona para la cual está reservado el asiento, debe subir un escalón más, que está bastante alto, todo sobre un vehículo que casi siempre ya está en marcha. 3º) Los asientos miran hacia atrás, razón por la cual, uno generalmente mira la parada en la que tiene que bajarse, una vez que la pasó.
Como no me gusta criticar sin proponer la solución, creo que lo mejor sería simplemente correr esos lindos cartelitos que nos dicen cuales son los asientos reservados, a los que generalmente están a continuación de los ya descriptos, y que no tienen esos inconvenientes. Considero que lo propuesto no puede producir un gasto tal que haga peligrar el equilibrio fiscal actualmente logrado, por lo que los “jovencitos” como yo, estaríamos agradecidos.
Marcelo Edgardo Herrera
DNI 6.517.643