25 años de elGourmet, sus cocineros reviven su historia, recuerdan anécdotas y anticipan los próximos estrenos
El canal elGourmet está celebrando sus 25 años de vida. Un cuarto de siglo donde revalorizó el significado de lo gastronómico, fusionando tradición con vanguardia, ritos regionales con el rece...
El canal elGourmet está celebrando sus 25 años de vida. Un cuarto de siglo donde revalorizó el significado de lo gastronómico, fusionando tradición con vanguardia, ritos regionales con el recetario cosmopolita.
“Comenzó con el ´Gato´ Dumas y nosotros éramos fanáticos de él, así que, cuando nos llamaron, fue como continuar su historia. Estamos muy orgullosos de llevar puesta la remera del elGourmet”, sostiene a LA NACION Christian Petersen, quien junto con su hermano Roberto, conforma uno de los históricos pilares de la señal y plataforma líder de contenidos gastronómicos en América Latina.
View this post on InstagramEn sus plataformas digitales, elGourmet cuenta con más de cinco millones de seguidores y supera, anualmente, 250 millones de reproducciones. Indudablemente, la propuesta interpela a su público desde uno de los aspectos más sagrados e insustituible del ser humano. Ese arraigo se revalidará el año próximo con una grilla que contempla varios estrenos y la llegada o continuidad de nombres prestigiosos al frente de diversos ciclos.
Así como en las audiencias la propuesta trascendió la categoría del mero entretenimiento, para muchos de los profesionales que ocuparon y ocupan la grilla con sus programas la participación significó una bisagra profesional: “Me ayudó a potenciar mi propio trabajo y terminó siendo un verdadero trampolín que abrió oportunidades”, reconoce con sinceridad el chef Máximo López May.
Francis Mallmann, Dolli Irigoyen, Osvaldo Gross y Donato de Santis son algunos de los nombres argentinos que han prestigiado la programación de esta pantalla cuya primera emisión salió al aire inaugurando el nuevo siglo, el 3 de enero de 2000.
Además, acreditados chefs del mundo han sumado sus saberes al servicio de las hornallas, tal es el caso de Anna Olson (EE.UU.-Canadá), Borja Blazquez (España), Eduardo Osuna (España) y Margarita Carillo (México), por solo citar ejemplos referenciales.
El maestro pastelero francés Bruno Guillot, que pisó los sets del canal en su etapa fundacional, entiende: “Fue extraordinario, una enorme alegría, aunque había cierta inquietud natural de querer que todo saliera bien; por suerte a la gente le gustó mucho lo que hicimos y terminó siendo un éxito”.
Felicitas Pizarro, Estefi Colombo, Juan Manuel Herrera, Marcela Lovegrove, Maru Botana, Mauricio Asta, Martiniano Molina, Mitsuharu Tsumura, Narda Lepes, Pablo Massey y Soledad Nardelli fueron otras de las figuras que se destacaron en la señal.
View this post on Instagram “La comida es cultura”La alimentación del hombre ha sido, ancestralmente, uno de sus parámetros de identidad cultural, simbolismo social, una forma de comunicación y de establecer vínculos. Si en el Paleolítico, era cazador y recolector, en la era siguiente se determinó en la agricultura y la ganadería.
En la Antigüedad, a orillas del Nilo los egipcios establecieron su vida productiva. Y, ya en la Revolución Industrial, la alimentación sufrió una transformación que la sofisticó y la convirtió en un producto mercantil.
Indudablemente, elGourmet ha ido en busca de este acervo para resignificarlo. “La comida es cultura y un puente entre generaciones”, afirma Máximo López May.
Lejos de los convencionalismos y de la típica clase magistral de cocina frente a una cámara de televisión, la señal se dio el gusto de innovar, tomando las más diversas geografías como locaciones naturales para la realización de los programas.
Si de osadías se trata, el canal contó en su staff con las religiosas Sor Juliana Cruz Santana -oriunda de Puerto Rico, nacida en el seno de una familia agrícola de 16 hermanos-, y con la Hermana Bernarda -quien había nacido en una familia de alemanes del Volga-. Y sí, la cocina también es un ejercicio de la divinidad.
View this post on InstagramLa preparación de recetas frente a las cámaras de televisión siempre ha sido del gusto -vale más que nunca el término- de las audiencias de nuestro país. Basta pensar en aquella pionera llamada Doña Petrona Carrizo de Gandulfo, quien con su fiel ayudante Juanita hacía las delicias -otra palabrita que bien se acoge a la cuestión- de los televidentes, con un recetario que se convirtió en best seller (aún hoy lo es) conformado por preparaciones rebosantes de ingredientes en cantidades opulentas. Doña Petrona también fue reivindicada con un formato del canal.
Años después llegaría una camada no menos estelar en la que se destacarían Choly Berreteaga y Chichita de Erquiaga, entre tantas otras. Programas como Buenas tardes, mucho gusto (precursor) y Utilísima (su spin off) ocupaban las tardes con notable audiencia y para un público esencialmente femenino.
Las cosas cambiaron. Ahora se puede ver cocinar las 24 horas del día y los varones ya no sienten el prejuicio de tener que mirar de reojo.
Indudablemente, conductoras como Ana María Muchnik y Patricia Miccio apuntaban idealmente a la platea femenina y trataban de “usted” a las “señoras” que las miraban a la hora de la siesta. La sociedad se deconstruyó y la televisión no se podía quedar atrás.
La proa hacia el futuroHace pocos días, elGourmet celebró a lo grande, con una fiesta bien servida y regada para anunciar sus lanzamientos. El canal, que estrena doscientas horas de programación en español cada año, con un porcentaje mayoritario de producción original, tomó ese valor capital que significan los sabores, aromas y texturas del recetario del mundo para convertirlo en un éxito que ya puso proa hacia la temporada 2026, que incluirá varios estrenos.
Si cada hora del día implica un ritual diferente frente al acontecimiento de la alimentación, la popular cocinera Ximena Sáenz estrenará el formato Meriendas Buenos Aires, que contará con cuatro episodios que indagarán en aquellos sitios que ofrecen opciones válidas y originales para esta infusión ineludible de los argentinos. Del mate con bizcochitos en una plaza hasta el té bien servido en un hotel de lujo, el programa ofrecerá una diversidad bien atractiva.
El salteño Tupac Guantay no claudicará en su recorrida en La Ruta del Mar Patagónico. Este espacio va en busca de historias de vida y de lo desafiante para cualquier cocinero que implica arraigarse y aprovechar los recursos del entorno natural como un mercado a disposición.
Durante la próxima temporada, continuará en el aire Asado de obra -la genial idea a cargo de Julio (encargado de la seguridad de un edificio en construcción) y, uno de los platos fuertes será La verdad de la milanesa con Christian Petersen, quien confiesa en voz alta: “Llevo 40 años cocinando para llegar a una muy buena milanesa”.
Además, el próximo año seguirá en el aire Me voy a comer el mundo, a cargo de Verónica Zumalacárregui, la española que jamás se cansa de dar vueltas por el planeta en busca de sus secretos y sabores.
Pasó de todoEn un cuarto de siglo de producciones originales en buena parte del planeta, las anécdotas podrían generar el contenido de varios volúmenes. “En Italia, cuando fuimos a grabar para Maestros de la pasta, las nonas no nos dejaban ir. Siempre nos preparaban una mesa llena de comida, muy a lo italiano, y, aunque teníamos que seguir grabando, terminábamos quedándonos porque no se podía desperdiciar nada. La pasamos increíble, fueron momentos muy lindos”, rememora con cierta nostalgia la chef Julieta Oriolo, una gran especialista en cocina italiana, que comenzó su formación hace dos décadas en la escuela del “Gato” Dumas y se perfeccionó con Beatriz Chomnalez y Paola Carosella.
View this post on InstagramJuliana López May, autora de seis libros, no duda en relacionar su trabajo con la vida personal: “Me acuerdo que, cuando tuve a mi primer hijo, iba a los rodajes con el ´huevito´, en los cortes le daba de mamar y seguía grabando. El canal me acompañó durante muchísimo tiempo y en procesos muy distintos. Lo más lindo es que fui creciendo y mi cocina se fue transformando mientras hacía distintos programas. El último fue uno de los más especiales porque produjimos muchas recetas heredadas y compartimos la historia familiar”.
El cocinero Máximo López May, a la hora de mirar hacia atrás y hurgar en su anecdotario, reconoce que le fue sucediendo algo similar a lo planteado por su hermana: “Funciona como una regla del tiempo. Uno tiene distintas versiones de sí mismo y mirar hacia atrás te ayuda a armar una línea temporal. Cuando nació mi primer hijo, estaba en China, con mi ex embarazada durante el rodaje, y el segundo nació mientras hacíamos otro ciclo. Somos muy familiares y creo que transmitimos esa energía”.
View this post on InstagramAlguna vez, Doña Petrona, utilizando una flamante procesadora de alimentos -todo un adelanto de su tiempo- se sonrío cuando, al ponerla en marcha, la preparación voló por el aire, porque se había olvidado de colocar la tapa. “Ven señoras, así no hay que hacerlo, deben tapar el aparato antes de hacerlo funcionar”, dijo la más famosa de las cocineras argentinas que preparaba sus platos en vivo, sin red.
En línea con los contratiempos al aire, el chef Bruno Guillot reconoce que, durante tantas grabaciones en elGourmet, “siempre hay imprevistos cuando se trabaja con comida; a veces, uno va explicando el paso a paso y surge algo, la cocción no quedó perfecta o el plato huele increíble, pero necesita un minuto más. Aún así, el programa debe seguir. Son esos pequeños gajes del oficio que uno resuelve frente a cámara con naturalidad”. ¿Llegará el momento de poder olfatear la pantalla? Quizás, IA mediante, en no mucho tiempo tal fantasía se convierta en realidad.
View this post on InstagramGrabar gastronomía no es tarea sencilla. A las dificultades y contratiempos habituales de la televisión se le suma la dinámica de la cocina que no es nada sencilla. Roberto Petersen sostiene: “A pesar del estrés, siempre la pasamos bien, trabajamos con equipos increíbles, conocemos muchísima gente y aprendemos un montón”.
Si para los televidentes, seguir atentamente la programación del canal se convierte en un oasis dentro de la vorágine diaria e, incluso, dentro de un medio en el que no abundan los espacios que desplieguen contenidos amorosos, para los profesionales también habitar la señal es la posibilidad de interrumpir la presión que implica ser un cocinero profesional y, sobre todo, cuando se está al frente de un restó.
En ese sentido, antes de la despedida, Christian Petersen coloca en blanco sobre negro su sentimiento a la hora de enfrentar las cámaras de elGourmet, una sensación seguramente compartida con muchos de sus colegas: “Es realmente un privilegio que nos paguen por hacer algo que, en realidad, haríamos gratis. Recorrer el país y cocinar lo vivimos casi como unas vacaciones. Es al revés, trabajamos todo el día y, cuando llega un llamado del canal, para nosotros es un descanso. Es reencontrarnos como hermanos y divertirnos. Por eso, grabar nunca fue tedioso ni se sintió como un trabajo, es, simplemente, como grabar en nuestra propia casa”.