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A 30 años de la entrevista más reveladora de Lady Di: celos, depresión e infidelidades

Hace 30 años Diana, la princesa de Gales, revolucionó a la monarquía británica con una frase. El cimbronazo mediático marcaría un antes y un después en la realeza: “Éramos tres en el matr...

A 30 años de la entrevista más reveladora de Lady Di: celos, depresión e infidelidades

Hace 30 años Diana, la princesa de Gales, revolucionó a la monarquía británica con una frase. El cimbronazo mediático marcaría un antes y un después en la realeza: “Éramos tres en el matr...

Hace 30 años Diana, la princesa de Gales, revolucionó a la monarquía británica con una frase. El cimbronazo mediático marcaría un antes y un después en la realeza: “Éramos tres en el matrimonio. Una multitud”, dijo públicamente el 20 de noviembre de 1995. Revelaba así una verdad que todos en Gran Bretaña conocían pero que nunca antes había sido confirmada por alguno de sus protagonistas.

Así lo afirmó en el programa de televisión Panorama, de la BBC, en una entrevista con Martin Bashir que se grabó en secreto varios días antes, el 5 de noviembre, en el palacio de Kensington, su residencia en el momento. Diana habló abiertamente durante 54 minutos sobre su matrimonio, su depresión, la bulimia, su rol dentro del poder.

Fue una conversación reveladora y honesta que vieron 23 millones de personas solo en el Reino Unido, lo cual se leyó como una muestra clara de la obsesión con la que los británicos consumían la vida de la princesa.

Antes de la filmación, los productores de la BBC ingresaron al palacio, también en secreto, las cámaras y el equipo. El grupo logró entrar con el pretexto de que iban a instalar un nuevo sistema de alta fidelidad, es decir, un sistema nuevo de audio. Tuvieron que mentir para mantener las apariencias de que no pasaba nada. Hasta la propia Diana escondió el asunto de sus allegados, porque no confiaba en nadie. El único que sabía lo que se tramaba era su hermano, Charles Spencer, que la había puesto en contacto con el periodista.

Además de entrevistada y entrevistador, estuvieron presentes solo el productor, Mike Robinson, y el cámara, Tony Poole. Tanto fue el secretismo alrededor de la filmación que, a la semana siguiente, el editor Steve Hewlitt, el controlador de política editorial, Richard Ayre, y el jefe de programas semanales, Tim Gardam, se encerraron a verla en el Grand Hotel de Eastbourne.

La charla empezó a girar entorno a una Diana joven, recién casada, casi que para romper el hielo. La escena era simple: solo los dos sillones individuales en donde se ubicó cada uno, sin ni siquiera una mesa de por medio. Bashir abrió preguntándole qué expectativas había tenido para su matrimonio al principio.

“Creo que cuando tuviste padres divorciados como yo, querés esforzarte aún más para que funcione y no volver a caer en un patrón que viste en tu propia familia. Quería desesperadamente que funcionara, amaba mucho a mi esposo y deseaba compartir todo con él. Pensé que formábamos un muy buen equipo“, respondió.

Después, el periodista puso el foco en la atención mediática, sobre todo en esa primera etapa, y le consultó si entonces se consideraba una mujer felizmente casada: “Mucho. Pero la presión de los medios sobre nosotros como pareja fue increíble, y fue malinterpretada por una gran cantidad de gente”. Y agregó: “Con la atención de los medios llegaron muchos celos”.

“Diana es inestable”

Al avanzar, ella misma empezó a hablar sobre la depresión posparto que sufrió tras el nacimiento de su primer hijo, luego de que Bashir le preguntara cómo reaccionó la Familia Real al enterarse de que el primogénito sería un varón.

“Todo el mundo se emocionó mucho. Había sido un embarazo bastante difícil. Yo no había estado muy bien, así que cuando Guillermo llegó fue un gran alivio, porque todo estaba en paz de nuevo, y yo estuve bien durante un tiempo. Después me sentí mal con la depresión posnatal, de la que nadie habla. Me despertaba por la mañana sintiendo que no quería salir de la cama, me sentía incomprendida", explicó.

Además, aclaró que recibió muchos tratamientos, pero que ella sabía que, en realidad, necesitaba tiempo y espacio para adaptarse a todos los cambios.

“Quizás fui la primera persona en esta familia que tuvo una depresión o que lloró abiertamente. Y eso fue desalentador, porque si nunca lo viste antes, ¿cómo lo apoyás?“, se lamentó.

A raíz de eso, aseguró, la familia de su esposo y sus amigos le asignaron una “nueva etiqueta”: “Diana es inestable y Diana está mentalmente desequilibrada”.

“Me infligí dolor a mí misma”

Bashir fue, entonces, directo a un punto sensible: le dijo que, en ese entonces, la prensa empezó a sugerir que ella trató de hacerse daño a sí misma.

Diana no lo negó, mantuvo la honestidad durante todo el reportaje: “Llevás tanto dolor adentro, que intentás herirte por fuera, porque querés que te ayuden, pero estás pidiendo una ayuda equivocada. En realidad lloraba porque quería mejorar, para seguir adelante con mi papel como esposa, madre y princesa de Gales. Así que sí, me infligí dolor a mí misma. No me gustaba, estaba avergonzada porque no podía hacer frente a las presiones".

El periodista no se guardó la pregunta esencial: ¿qué fue lo que hizo?: “Solamente me lesioné los brazos y las piernas. Ahora trabajo en ambientes en donde veo a mujeres haciendo cosas similares, y soy capaz de entenderlas completamente”, contestó. No fue el único problema de salud que tuvo y del que habló.

“Una enfermedad silenciosa”

“Tuve bulimia durante varios años. Y eso es como una enfermedad silenciosa. Te la infligís a vos misma porque tu autoestima está en un punto bajo, y no creés que sos digna o valiosa. Te llenás el estómago cuatro o cinco veces al día, algunos lo hacen más, y te da una sensación de confort. Es un patrón repetitivo muy destructivo para uno mismo”, admitió luego.

Bashir: —¿Con qué frecuencia lo hacía en un día?

Diana: —Dependía de las presiones. Si, por ejemplo, estaba afuera, volvía a casa sintiéndome bastante vacía, porque mis compromisos en ese momento tenían que ver con gente muriendo o muy enferma, personas con problemas matrimoniales... Volvía a casa y era muy difícil saber cómo consolarme a mí misma después de estar consolando a mucha otra gente. Así que era algo normal asaltar la heladera. Era un síntoma de lo que estaba pasando en mi matrimonio. Pedía ayuda a gritos, pero daba señales erróneas.

Tres son multitud

El periodista no dejó pasar uno de los eventos más traumáticos en la vida de la princesa, la infidelidad de Carlos con Camilla Parker Bowles, y le consultó si ella estaba al tanto de que su marido había retomado esa relación extramatrimonial en 1986.

La princesa fue clara y concisa: “Sí, pero no estaba en posición de hacer nada al respecto”. Dijo que la prueba sobre el amorío era su “instinto femenino”, y que el episodio le gatilló una “bulimia desenfrenada, una sensación de no ser buena en nada”. En ese entonces, destacó, el círculo más cercano a su marido insistió en que era inestable, en que había que internarla.

Esos minutos de la entrevista tomaron un fuerte protagonismo y dejaron en evidencia que no iba a haber ningún tipo de restricción en lo que se preguntara. Tampoco en las respuestas.

Bashir: –¿Cree que él pensaba eso?

Diana: –No hay mejor forma de desmantelar una personalidad que aislarla.

Bashir: –¿Cree que la señora Parker Bowles fue un factor decisivo en la ruptura del matrimonio?

Diana: –Bueno… Éramos tres en el matrimonio, una multitud.

“Divorcio” y “separación”

Bashir ahondó en el tema de la relación entre los príncipes de Gales. Concretamente, le preguntó a Diana sobre un libro que se publicó en 1992, Diana: su verdadera historia, escrito por Andrew Morton, y el efecto que este tuvo en su matrimonio. Ella misma aceptó en el diálogo que le había dado permiso a sus amigos para que hablaran con el escritor y que, a raíz de ese texto, muchas cosas salieron a la luz.

“Lo que se había ocultado, o lo que pensábamos que se había escondido, se hizo público y se habló de eso diariamente. Nos presionaron para que lo arregláramos. ¿Íbamos a permanecer juntos o íbamos a separarnos? Y las palabras ‘separación’ y ‘divorcio’ empezaron a aparecer en los medios de comunicación“, sostuvo.

Bashir: –En diciembre de ese año, como usted dice, habían acordado una separación legal. ¿Qué sintió en ese entonces?

Diana: –Una gran y profunda tristeza. Habíamos luchado por seguir adelante, pero obviamente nos quedamos sin fuerzas. Mi marido pidió la separación, y yo lo apoyé.

Un juego de ajedrez

La conversación avanzó, y el periodista consultó qué pasó entre Carlos y Diana al año siguiente, en 1993: “Las agendas cambiaron de la noche a la mañana. Ahora yo era la esposa separada del príncipe de Gales, un problema, una carga... Se preguntaban: ‘¿Cómo vamos a tratar con ella?’“.

La princesa aseguró, entonces, que el equipo de la realeza intentó frenarla, y Bashir no dudó en referirse a los audios que se filtraron de conversaciones cariñosas entre ella y su amigo, James Gilbey. Le preguntó si sabía cómo habían llegado a la prensa nacional.

“No, pero se hizo para perjudicarme de una manera seria, y esa fue la primera vez que experimenté lo que era estar fuera de la red, por así decirlo, y no estar en la Familia”, respondió.

A su vez, destacó que lo habían hecho para que la gente cambiara su actitud hacia ella. La frase fue fuerte: “Era un juego de póker, un juego de ajedrez”. “Yo era la esposa separada del príncipe de Gales. Era un problema, punto. Nunca había pasado antes. Se decían: ‘¿Qué hacemos con ella?’“, detalló.

Bashir: —¿Y no podían llevarla a algún lugar tranquilo en vez de hacer una campaña en su contra?

Diana: —El problema es que yo no me iba a ir tranquilamente. Lucharé hasta el final, porque creo que tengo un papel que cumplir, y tengo dos hijos que criar.

Bashir: —¿Realmente cree que fue por celos que quisieron menoscabarla?

Diana: —Creo que fue por miedo, porque se encontraron con una mujer fuerte haciendo su parte. ¿Y de dónde sacaba su fuerza para continuar?

“Los dos cometimos errores”

Ante la pregunta de si se sentía responsable por las dificultades en el matrimonio, dijo: “Asumo cierta responsabilidad de que pasara lo que pasó. Acepto la mitad, pero no más, porque se necesitan dos personas para llegar a esta situación. Los dos cometimos errores”.

Ese fue el puntapié para que Bashir profundizara en el vínculo entre Diana y el actor James Hewitt, y si esa relación fue “más allá de una amistad cercana”. Una vez más, Diana no se guardó nada: “Sí, así fue, sí . Lo adoraba. Sí, estaba enamorada de él”.

Y hacia el final, volvió sobre la posibilidad de que la separación terminara en un divorcio, y qué pensaba ella de eso. “No me quiero divorciar, pero obviamente necesitamos claridad en una situación que ha sido discutida en los últimos tres años en particular. Así que todo lo que digo es que espero la decisión de mi marido sobre el camino que vamos a tomar”, aclaró.

“Fue un grave error”

En 2020, 20 años después de que se proyectara la entrevista en los medios de comunicación, salió otra verdad a la luz: el método engañoso con el que Bashir consiguió que Diana le hablara.

La noticia se hizo pública a través de un documental que realizó el periodista británico Andy Webb, quien había hecho un pedido de libertad de información, mediante el cual accedió a los correos electrónicos que habían intercambiado Bashir y los directivos de la BBC. Hablaban sin tapujos de documentos falsificados.

Tras una investigación, en mayo de 2021 se definió que Bashir la había engañado. Lo hizo a través de su hermano, Charles Spencer, a quien le dijo que la Corona la estaba vigilando. Falsificó extractos bancarios que mostraban el supuesto pago por esa vigilancia. Quería ganarse su confianza y, a la vez, el miedo de Diana.

En declaraciones al diario británico Sunday Times, Bashir dijo que estaba “profundamente arrepentido”. Al mismo tiempo, sostuvo: “Obviamente lo lamento, estuvo mal. Pero no tuvo nada que ver. No tuvo ninguna influencia en Diana ni en la entrevista”.

Cuando le preguntaron si se perdonaba a sí mismo, respondió: “Esa es una pregunta muy difícil, porque fue un grave error. Espero que la gente me dé la oportunidad de demostrar que estoy debidamente arrepentido”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/a-30-anos-de-la-entrevista-mas-reveladora-de-lady-di-celos-depresion-e-infidelidades-nid21112025/

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