“Acá estoy, feliz”: viajó por primera vez a Buenos Aires y lo hizo a un lugar emblemático
Facundo Muñoz tiene 25 años, nació en Pampa del Indio, Chaco, y nunca había pisado la ciudad de Buenos Aires. Su vida transcurrió entre alambrados, hacienda y rutinas rurales. Pero este año, ...
Facundo Muñoz tiene 25 años, nació en Pampa del Indio, Chaco, y nunca había pisado la ciudad de Buenos Aires. Su vida transcurrió entre alambrados, hacienda y rutinas rurales. Pero este año, su historia cambió de golpe: llegó desde Wheelwright, Santa Fe, por primera vez a la Exposición Rural de Palermo como cuidador de los animales de la cabaña Don Emilio, que también debutó en la emblemática muestra del campo argentino.
“Al principio me dijeron que venía a traer a los animales el miércoles y me pegaba la vuelta con el camión a la noche, pero después me dijeron que armara el bolso porque me quedaba los diez días. Así que acá estoy, feliz”, cuenta, con una mezcla de emoción y nostalgia.
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La sorpresa fue doble: no solo viajar a Buenos Aires, sino quedarse durante toda la muestra, rodeado de cabañas de renombre, público entusiasta y el imponente marco de la pista central.
“Es la primera vez que vengo a Buenos Aires. Me crie en el campo y mi sueño siempre fue llegar a la Rural de Palermo hasta que hoy se nos dio”, dice con una sonrisa que no disimula la emoción.
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El joven comenzó a trabajar desde chico. Su familia siempre estuvo vinculada a la ganadería y él siguió ese camino. Al terminar el secundario, continuó vinculado a las tareas rurales hasta que la vida lo cruzó con Guillermo Puras, médico veterinario y actual dueño de la cabaña Don Emilio, ubicada en Wheelwright, Santa Fe.
Puras asumió la conducción del campo familiar en 2018 y decidió apostar a una nueva etapa productiva, orientada a la genética. “Pasó el tiempo y lo concreté. Siempre fue una ilusión y un sueño venir a Palermo”, recuerda el productor, quien eligió a la raza Limangus para iniciar este camino. Hoy, ese sueño se hace realidad en el barrio porteño de Palermo, en el marco de la 137ª Exposición Rural de Palermo.
La participación en la muestra no es menor. Palermo es el gran escenario del campo argentino, donde las mejores cabañas del país compiten por los máximos galardones en cada raza. “Mi objetivo era venir y que conozcan a mis animales, si se gana mejor. Si no se gana, no importa, porque la expectativa era llegar con ejemplares que estén bien presentados”, explica Puras.
“Llegar a Palermo es lo mejor que te puede pasar; es como jugar un clásico Boca-River. El alma de la ganadería es Palermo. Estamos debutando, un desafío terrible. Nos animamos y pude venir a disfrutar de Palermo y estar acá, que para mí es un sueño que se está haciendo realidad”, resume, en una entrevista a la prensa, con los ojos puestos en las filas donde se lucen sus Limangus.
Cuenta que eligió Limangus porque es una raza sintética con un potencial muy importante para lo que viene en ganadería y en producción de carne. “Una raza precoz, que se adapta muy bien a nuestros sistemas. Tiene fertilidad, precocidad y más carne de más valor, como dice el lema de Limangus. Es la raza argentina“, agrega.
ExperienciaPara Muñoz, en tanto, el viaje es una experiencia inolvidable. No solo es su primera vez en la ciudad, sino también en un evento que reúne a miles de personas de todo el país y que concentra la atención de productores, técnicos, jurados y público general.
Así, la historia de la cabaña Don Emilio y de Facundo Muñoz es un reflejo del espíritu que se respira en Palermo: trabajo, pasión, sueños cumplidos y un futuro que se construye a campo abierto.