Acuerdo comercial Argentina-EE.UU.: un nuevo pilar para el desarrollo
La Argentina y los Estados Unidos atraviesan un momento excepcional e histórico en su relación bilateral, marcado por una sintonía inédita entre las administraciones del presidente Milei y el p...
La Argentina y los Estados Unidos atraviesan un momento excepcional e histórico en su relación bilateral, marcado por una sintonía inédita entre las administraciones del presidente Milei y el presidente Trump. En este escenario de renovado entendimiento, el Framework for an Agreement on Reciprocal Trade and Investment, anunciado recientemente, se convierte en un hito de enorme importancia. Es un paso clave para fortalecer la institucionalidad del vínculo bilateral y abrir un camino concreto hacia más inversiones, mayor integración económica y nuevas oportunidades de desarrollo para todos los argentinos.
El comercio y la inversión son y serán aún más clave en esta relación. Estados Unidos se mantiene entre los socios centrales de la Argentina, con un intercambio que en 2024 superó los 12.500 millones de dólares, según el Indec. A la vez, provincias como Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego encuentran en el mercado estadounidense un destino esencial para sus exportaciones, mientras cientos de empresas argentinas dependen de insumos industriales norteamericanos para sostener su producción diaria.
La inversión extranjera directa estadounidense, histórica y decisiva, también habla por sí sola. Más de 500 compañías de Estados Unidos operan hoy en la Argentina, abarcando sectores que van desde la agricultura y la energía hasta la tecnología, las finanzas y los servicios. El stock acumulado de IED estadounidense ronda los 29.000 millones de dólares, reflejo de un compromiso empresarial duradero. Esta presencia no sólo aporta capital: impulsa innovación, empleo formal y estándares globales que enriquecen todo el ecosistema productivo.
El marco acordado entre los dos gobiernos -orientado a facilitar el comercio, reducir barreras no arancelarias, fortalecer la protección de la propiedad intelectual y abrir nuevos canales para productos agrícolas e industriales- tiene la capacidad de potenciar aún más esta dinámica. Para la Argentina, representa una oportunidad concreta de integrarse con mayor previsibilidad en uno de los mercados más grandes, dinámicos y sofisticados del planeta, donde cada provincia puede encontrar nuevas avenidas de crecimiento exportador.
Este avance ocurre, además, en un momento singular para la relación bilateral. El fuerte apoyo del gobierno de los Estados Unidos al impresionante proceso de reformas y estabilización que impulsa la administración Milei refleja un nivel de confianza y acompañamiento sin precedentes. La convergencia entre ambas administraciones, sumada a los avances del gobierno argentino en materia de desregulación, apertura y normalización macroeconómica, ha creado un entorno notablemente más favorable para las empresas estadounidenses con vocación de invertir y expandirse en el país.
En un mundo atravesado por tensiones geopolíticas, volatilidad de mercados y desafíos globales en las cadenas de suministro, la relación entre la Argentina y Estados Unidos adquiere un valor estratégico para todo el hemisferio. Argentina ofrece recursos críticos para la transición energética, capacidades destacadas en energía nuclear, talento humano altamente calificado y un ecosistema de innovación en pleno crecimiento. Estados Unidos, por su parte, aporta financiamiento, infraestructura institucional y capacidades tecnológicas que complementan y potencian esas fortalezas.
La conclusión es clara: una Argentina más integrada, abierta al mundo y respaldada por instituciones estables y reglas previsibles no sólo favorece su propio desarrollo, sino que contribuye al bienestar y la seguridad de toda la región. El acuerdo anunciado representa un paso firme en esa dirección para sostener una institucionalidad bilateral sólida, orientada al desarrollo y a la prosperidad mutua.
Hoy, Argentina y Estados Unidos tienen la oportunidad -y también la responsabilidad- de consolidar una asociación basada en el comercio, la inversión, la innovación y la estabilidad regional. Si avanzamos juntos, los beneficios podrán ser profundos y duraderos, tanto para la Argentina como para el hemisferio en su conjunto.
Presidenta & CEO Americas Society/Council of the Americas