Así es el misil balístico Minuteman III que Estados Unidos lanzó para reanudar sus pruebas nucleares
El Minuteman III, el misil balístico intercontinental (ICBM) insignia de Estados Unidos, es una plataforma con capacidad de ...
El Minuteman III, el misil balístico intercontinental (ICBM) insignia de Estados Unidos, es una plataforma con capacidad de carga nuclear capaz de volar miles de kilómetros con una precisión letal. Este proyectil está diseñado para ser activado únicamente como respuesta a un ataque de un país extranjero y forma parte crucial del arsenal de disuasión del país, una fuerza que, por su colosal poder destructivo, es conocida popularmente como el armamento “del fin del mundo”.
La “tríada nuclear”: las armas más letales de EE.UU.Este misil es una de las tres piezas que integran la llamada “tríada nuclear” de EE.UU., junto con las armas que pueden lanzarse desde bombarderos y los misiles balísticos transportados por submarinos. Por su alcance, su fiabilidad y su capacidad de respuesta inmediata, el Minuteman III constituye uno de los pilares del poder militar de Washington.
Estados Unidos retomó sus ensayos con el misil balísticoEn la madrugada del miércoles 5 de noviembre, el Air Force Global Strike Command lanzó un misil Minuteman III desde la base Vandenberg Space Force, en California. Hay que remarcar que el proyectil no portaba una carga nuclear.
Según confirmaron las autoridades militares, la prueba se desarrolló “sin inconvenientes” y el proyectil completó su recorrido hasta las inmediaciones del sitio de pruebas de defensa antimisiles Ronald Reagan, en las Islas Marshall, ubicadas en el océano Pacífico.
Aunque el ensayo había sido planificado con meses de antelación, su realización cobró especial relevancia política luego de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump ordenara la semana pasada reanudar las pruebas de armas nucleares por primera vez en más de tres décadas, destacó New York Post.
Un ensayo militar con fuerte carga simbólicaEl test que realizó Estados Unidos desde la base Vandenberg en el Estado Dorado no se realizó debido a una amenaza militar real, aclararon fuentes oficiales, sino para testear el armamento.
La decisión de Trump de retomar las pruebas marca distancia respecto a la política de contención nuclear mantenida durante las últimas décadas y sitúa nuevamente al Minuteman III en el centro de la discusión sobre la capacidad de respuesta del país ante ataques externos.
Reacciones de los expertos: miedo a represaliasLos analistas citados por Defense News coinciden en que EE.UU. no necesita reanudar las pruebas nucleares porque dispone de la tecnología suficiente para garantizar la fiabilidad de su arsenal mediante simulaciones y experimentos de laboratorio.
Desde 1992, el país depende de programas avanzados de modelado computacional y no de ensayos reales, tras haber realizado más de mil pruebas entre 1945 y ese año.
John Erath, director principal de políticas del Centro para el Control de Armas y la No Proliferación, con sede en Washington, señaló que los científicos estadounidenses ya comprenden lo que ocurre cuando el plutonio alcanza un estado crítico, por lo que nuevas pruebas no aportarían información significativa.
Por ello, advirtió que reanudar las detonaciones nucleares podría generar el efecto opuesto al buscado: alentar a otras potencias como China, Rusia, India o Pakistán a hacer lo mismo, debilitando los esfuerzos internacionales de no proliferación.
El lanzamiento del misil balístico, además, fue interpretado como una muestra del estado operativo de un sistema que, pese a haber sido desarrollado hace más de medio siglo, continúa siendo clave en la estrategia de defensa del país norteamericano.