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Berni íntimo: del prostíbulo de la calle Pichincha a una mujer con mariposas hecha con computadora

Son 35 perlitas de ...

Berni íntimo: del prostíbulo de la calle Pichincha a una mujer con mariposas hecha con computadora

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Son 35 perlitas de Antonio Berni, que despliegan una carrera luminosa que va desde sus retratos tempranos hasta una obra hecha con computadora. Antonio Berni. Obras únicas, en The Art Gallery Museum, es un caleidoscópico recorrido que evidencia pasos que van del realismo, pasando por el surrealismo y la impronta social, con los infaltables Juanito Laguna y Ramona Montiel. Muchas de estas piezas nunca antes fueron exhibidas y plasman el potente influjo Berni, con una vasta producción que tiene grandes exponentes en museos de nuestro país.

Este homenaje, que se puede verse en Buenos Aires a partir de esta semana, coincide con los 120 años del nacimiento de un gran devorador de estilos y creador imbatible. El epicentro de las celebraciones está, por supuesto, en Rosario, con la exhibición del Museo Castagnino, en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo (también de Santa Fe) y en el Museo de Arte Contemporáneo Unquilo (MACU), de Córdoba.

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The Art Gallery Museum es un espacio de exposición donde las obras no están a la venta. Sergio Kadysz, dueño del lugar, es un coleccionista de arte argentino, que no tiene ninguna intención en desprenderse de estas perlas. “Lo que a nosotros nos interesaba cuando compramos obra de Berni era la faceta humana más que la parte solamente creativa”, dice a LA NACION.

Contador público y economista, Kadysz, de 78 años, comenzó a comprar sus primeras obras hace tres décadas para decorar un departamento suyo; luego se entusiasmó y siguió acrecentando un conjunto que incluye trabajos de Eduardo Sívori, Raquel Forner, Juan Grela y Juan Melé, entre otros artistas. Los Berni se los compró a particulares, no a la familia del artista.

Entre las 75 obras del rosarino que integran su colección, Rodrigo Alonso, curador de la exhibición, seleccionó 35 que condensan sus principales temas. Hay retratos, vida urbana y una profunda exploración en el terreno del grabado que lo llevaría a ganar el Primer Premio en esa categoría de la Bienal de Arte de Venecia, en 1962.

Entre las piezas que no se han mostrado hasta ahora se cuenta la pintura de un burdel; un autorretrato de un muy joven Berni; una foto dedicada; algunos paisajes; un retrato a carbonilla de Lily, su hija, cuando tenía veintidós años, y también un dibujo de cuando era más chica, a los quince. Hay una obra con impronta surrealista (aunque corresponde al año 1966 y no a su etapa eminentemente surrealista) que ubicaron al lado de dos pinturas, una de Roberto Aizenberg, la otra de Emilio Pettoruti, también de la colección de Kadysz. “La mayoría son obras calidad museo”, señala Alonso.

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La foto de un retrato del joven Berni es un obsequio que el artista le regaló en 1974, cuando tenía 69 años, a su última mujer, Silvina Victoria, quien se hacía llamar Sunula (princesa en quechua) —y a quien le llevaba 40 años—. En la foto, con una dedicatoria escrita a su amor, se ve un Berni fresco, con chambergo.

El Prostíbulo de la calle Pichincha, cuenta Kadysz, fue realizado por Berni cuando se interesó, junto con su amigo Puigrós, periodista rosarino, en investigar estos sitios. La pintura plasma el vestíbulo de entrada al prostíbulo. Cuenta Kadysz que Berni fue al lugar con una cámara escondida y logró tomar subrepticiamente aquella foto que luego llevó al lienzo.

Se exhibe además Mujer con mariposas, una curiosidad que Berni -que murió en 1981- hizo con computadora. Cuando Jorge Glusberg viajó a Europa en 1968, vio piezas hechas con esa técnica. Aquí no había muchas máquinas disponibles. Glusberg les pidió a los directivos de la escuela ORT una computadora prestada para que varios artistas pudieran desarrollar sus creaciones. Además, consiguió que pusieran a disposición técnicos que ayudaron a utilizarla. Convocó, entonces, a Berni, Eduardo Mac Entyre, Miguel Ángel Vidal, Osvaldo Romberg, Ernesto Deira y Luis Benedit, quienes realizaron obras digitales.

Berni realizó el diseño y el dibujo con un técnico de la ORT. Debía ser un diseño simple, ya que las computadoras de la época eran precarias. Representó una mariposa que se transforma en mujer: la transmutación de la vida simbolizada en el cuerpo femenino. Se ve una secuencia que va de la mariposa hasta una serie de mujeres desnudas.

Berni experimentó con diferentes técnicas, soportes, materiales: creó los xilocollages. Hay en la muestra un sector dedicado a estas innovaciones, donde se incluyen diferentes representaciones de Ramona. Desde la galería, informan que posiblemente estos grabados ya se hayan exhibido, ya que cada uno tiene varias copias. Siempre es un privilegio ver una Ramona. “El Museo Nacional de Bellas Artes tiene muchos Juanitos, pero Ramonas no tantas”, señala el curador, recalcando la importancia de las piezas expuestas.

El beso es un deslumbrante gofrado cromático que condensa sensualidad. Hay también pasteles y un grabado de Juanito similar al que se presentó en la Bienal de Venecia, un poco más pequeño y de otro color. Para el artista, Juanito siempre fue símbolo capaz de sacudir la conciencia del espectador. “Los Juanito Laguna han enriquecido a mucha gente y también a mí, pero yo no los he explotado, yo estoy reivindicándolos”, dijo.

Hay imágenes con aparatos tortuosos para disciplinar y moldear el cuerpo femenino en las que Berni incorpora, además, el erotismo y evidencian sus dotes de avezado dibujante.

Entre los grabados hay muchos de Ramona, costurera devenida prostituta. “Ramona debe jugar un rol social y hacer públicamente lo que a escondidas practicaban muchas princesas, niñas del gran mundo y del submundo”, escribió Berni sobre su creación y se lee en Berni. Escritos y papeles privados, compilado por Pacheco. Pero Ramona trasciende la historia personal. Con ella, señala Pacheco en el texto del catálogo de Antonio Berni: Juanito y Ramona (Malba, 2014), el artista sondea diferentes aspectos de las presiones sociales e históricas que recaen sobre la mujer. El artista la representa acompañada de su poderoso círculo de influyentes amigos de todos los sectores de la sociedad: un general, un marinero, un criminal, un embajador y un obispo, entre otros. En la muestra se puede ver a uno de ellos: un impresionante torero.

Para agendar

Obras únicas, en The Art Gallery Museum, Uruguay 967, se puede visitar de lunes a viernes, de 16 a 18, hasta el 27 de junio, con entrada gratis.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/berni-intimo-del-prostibulo-de-la-calle-pichincha-a-una-mujer-con-mariposas-hecha-con-computadora-nid19052025/

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