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Cartas de lectores: Bajar el tono, empanadas, los jóvenes y el futuro

Bajar el tono Se ha escuchado recientemente al papa León XIV hacer un llamado conmovedor a “eliminar la guerra de palabras” como camino indispensable para construir la paz. En la misma ...

Cartas de lectores: Bajar el tono, empanadas, los jóvenes y el futuro

Bajar el tono Se ha escuchado recientemente al papa León XIV hacer un llamado conmovedor a “eliminar la guerra de palabras” como camino indispensable para construir la paz. En la misma ...

Bajar el tono

Se ha escuchado recientemente al papa León XIV hacer un llamado conmovedor a “eliminar la guerra de palabras” como camino indispensable para construir la paz. En la misma línea se ha expresado el arzobispo Jorge García Cuerva, instando a terminar con la agresión verbal que envenena los vínculos sociales. Sin embargo, tanto en el mundo como en nuestro país, parece que este clamor cae en oídos sordos. Vivimos sumergidos en una atmósfera de confrontación permanente, donde el insulto reemplaza al argumento y el ataque personal suplanta al debate de ideas. Políticos, periodistas, redes sociales y, lamentablemente, también quienes deberían dar el ejemplo contribuyen a escalar el nivel de agresividad pública. El Presidente, que debería ser un símbolo de unidad y respeto institucional, ha dado un mal ejemplo al omitir saludos protocolares al jefe de gobierno de la ciudad y a la vicepresidenta en el reciente tedeum. Pequeños gestos que reflejan grandes señales de intolerancia. No se trata de uniformar pensamientos ni acallar disensos, sino de recuperar el valor del respeto, del diálogo y del disenso constructivo. Como sociedad, necesitamos reflexionar seriamente y bajar el tono. Porque la paz –no solo la externa, sino también la que anhelamos en nuestras comunidades, en nuestras familias y en nuestras conciencias– comienza por la palabra.

Pienso que todos, comenzando por quienes tienen responsabilidades públicas, debemos revisar el modo en que nos dirigimos al otro. Las palabras pueden herir. Pero también pueden sanar.

José Octavio Clariá

DNI 7.591.060

Empanadas

Hay una cuestión soslayada en la discusión metafísica del precio de una docena de empanadas. En 1928, la Compañía Primitiva de Gas convocó a un grupo de mujeres, a las que denominó ecónomas, para promocionar el uso de la novedosa cocina a gas. Este ente del gas proveía el fluido para el alumbrado y la incipiente gasificación de la ciudad de Buenos Aires en reemplazo del kerosén, la leña y el carbón de hulla. Dentro de este grupo de mujeres se destacó la señora Petrona Carrizo de Gandulfo, una “influencer” de la época. Sus recetas de flan con una docena de huevos eran difundidas en los hogares porteños, religiosamente. La cuestión que no se aborda en esta discusión de empanadas no es su precio, sino saber cómo hacer este alimento nacional, sabroso, abundante y económico; el precio final es una consecuencia de este esfuerzo de “ecónoma”, el ser frugal y no pagar por el pito más de lo que el pito vale.

Alberto Gesualdi

agesualdi2014@gmail.com

Los jóvenes y el futuro

Los que nacimos en los 90 terminamos el colegio sin haber aprendido programación ni nada que se pareciera a escribir instrucciones para una computadora. La inteligencia artificial era algo lejano, casi de ciencia ficción. Hoy, a los 30, vemos que el mundo laboral cambió por completo. La IA ya no es futuro, es presente, y muchos sentimos que nos agarró a mitad de camino. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Un MBA, un máster en finanzas, cursos de programación, habilidades blandas como coaching o liderazgo? ¿Cómo nos preparamos para competir con quienes ya nacieron usando IA desde chicos? Somos una generación bisagra: no crecimos con la IA, pero tampoco podemos seguir como si no existiera. Aprender hoy no es solo sumar diplomas: es entender cómo aportar valor en un mundo donde lo técnico lo hace una máquina. Pero ¿qué parte de lo humano no puede ser reemplazada? ¿La empatía? ¿La creatividad? ¿La toma de decisiones complejas? Quizá no aprendamos a programar como un chico de 17, pero sí podemos aprender a liderar equipos que lo hagan. Más que elegir una única vía, lo clave será desarrollar resiliencia: la capacidad de detectar a tiempo cuando lo que hacemos ya no alcanza y tener la agilidad para reinventarnos. No hay fórmula mágica, pero sí una certeza: quedarse quieto es la única forma de quedar fuera del juego.

Frances Furlong

DNI 38.996.470

Cortesía

Ni la ética ni su hermana gemela, la estética, justifican semejante arrebato: “Roma no paga traidores”. Señor presidente Milei, la verdadera cita es: “Lo cortés no quita lo valiente”.

Miguel Pedro Mordaglia

mpmordeglia@gmail.com

Pedido de disculpas

El papa Francisco recordó en varias ocasiones que para la doctrina de la Iglesia la política constituye “una de las formas más elevadas de la caridad, porque sirve al bien común”. San Pablo enseña que la caridad o el amor nunca se irrita, no procede con bajeza, no tiene en cuenta el mal recibido ni tampoco es descortés. Por ello, la actitud del Presidente de negar el saludo a las más altas autoridades por debajo de él en ocasión del tedeum por el 25 de Mayo no puede encontrar ninguna justificación, ya que es moralmente contraria a aquella virtud y a los deberes que le impone la Constitución nacional, siendo evidente que no contribuye a constituir la unión nacional ni a consolidar la paz interior, sabiamente establecidas en el Preámbulo como indispensables para alcanzar el bienestar general de la sociedad. El gobernante, aun en la peor de las situaciones, tiene siempre la obligación de conducirse con magnanimidad –otra virtud imprescindible en ellos–, máxime cuando, como en este caso, se encontraba en un acto oficial en un templo. No se respetó ni la tradición del “asilo en sagrado” ni la debida reverencia a las autoridades eclesiásticas, en cuya presencia, y de forma por demás ostensible, se realizó esa inexcusable omisión.

La severa admonición del arzobispo de Buenos Aires debería llevarlo a reflexionar acerca de sus deberes para con todos los argentinos y a que, como en cualquier campo, el fin no justifica el empleo de cualquier clase de medios. De otro modo, los evidentes logros en materia económica o de seguridad no solo se ven opacados desde lo formal o protocolar, sino que razonablemente ponen en tela de juicio su equilibrio emocional y, con ello, en seria duda la sostenibilidad de un sistema político basado en las agresiones. Tal como hizo con el papa Francisco, el Presidente debe tener un gesto de humildad patriótica y pedir las debidas disculpas a todos los afectados.

Pedro J. M. Andereggen

pedroandereggen@gmail.com

Marchas de jubilados

Mirando las noticias pienso: ¡qué caras son las manifestaciones de los “jubilados”! Tienen tanta fuerza para incendiar tachos de basura y autos y pelear mano a mano con la policía.

Elena Gotelli

DNI 11.044.105

En la Red Facebook

Darín: “Que los precios están elevadísimos es una realidad”

“Exacto”- Alejandra Saavedra

“¿Recién ahora subieron los precios?”-Nazarena Ojeda

“Totalmente cierto lo que dice”- Stella Maris Alderete

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Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/carta-de-lectores/cartas-de-lectores-bajar-el-tono-empanadas-los-jovenes-y-el-futuro-nid28052025/

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