Cigarrillos electrónicos, saludable iniciativa

La Cámara de Diputados de Santa Fe aprobó con media sanción un proyecto de ley que amplía la legislación provincial sobre tabaquismo, incorporando por primera vez el control del consumo de vap...

La Cámara de Diputados de Santa Fe aprobó con media sanción un proyecto de ley que amplía la legislación provincial sobre tabaquismo, incorporando por primera vez el control del consumo de vapeadores y cigarrillos electrónicos dentro de las políticas públicas de salud. La iniciativa, presentada por la diputada Sonia Martorano (Hacemos Santa Fe), actualiza la normativa vigente y adecua las nuevas formas de consumo que preocupan a especialistas y autoridades sanitarias.

La legislación existente, que desde 2005 regula la prevención del hábito de fumar, no contemplaba el rápido crecimiento del uso de dispositivos electrónicos para el consumo de nicotina, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Con esta actualización, la provincia busca llenar un vacío legal y responder a los desafíos que plantea la expansión de estos productos.

El texto aprobado prohíbe el uso de dispositivos de vapeo en espacios cerrados de acceso público, así como su venta a menores de 18 años. También amplía las restricciones a la publicidad, promoción y patrocinio de marcas vinculadas al tabaco o al vapeo, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Además, obliga a los Ministerios de Salud y Educación a desarrollar campañas de prevención, talleres en escuelas, materiales educativos y a activar una línea gratuita de asesoramiento. La iniciativa reconoce tanto la adicción al tabaco como al vapeo como enfermedades que deben ser diagnosticadas y tratadas dentro del sistema de salud público y privado.

La exministra de Salud provincial y autora del proyecto explicó que el vapor inhalado produce irritación y daño celular en el aparato respiratorio, agravado por la temperatura y los compuestos tóxicos que contiene. Y advirtió que los efectos no se limitan a lo pulmonar, sino que el vapeo también puede provocar trastornos neurológicos, del sueño, depresión y aumento de la presión arterial.

La evidencia científica recogida en los últimos años indica que los líquidos utilizados en los vapeadores suelen contener sustancias tóxicas y cancerígenas, además de promover el desarrollo de dependencia a la nicotina.

Tanto los cigarrillos electrónicos como los vapeadores son solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor por cuanto constituyen nuevas formas de consumo adictivo.

Es de esperar que el Senado santafecino dé rápido tratamiento y sanción a la iniciativa y que esta se replique en otras jurisdicciones. Es imperioso poner freno al uso de los cigarrillos electrónicos. Decirle no al vapeo es actuar pensando en proteger la salud y el bienestar, en especial, de los jóvenes.