Lo último Escuchar artículo

Cómo Zohran Mamdani derrotó a la élite neoyorquina y fue elegido alcalde

NUEVA YORK.- Era temprano a la mañana siguiente de las primarias demócratas de junio y ...

Cómo Zohran Mamdani derrotó a la élite neoyorquina y fue elegido alcalde

NUEVA YORK.- Era temprano a la mañana siguiente de las primarias demócratas de junio y ...

NUEVA YORK.- Era temprano a la mañana siguiente de las primarias demócratas de junio y Zohran Mamdani todavía estaba durmiendo cuando su teléfono empezó a sonar a sin parar. Mamdani, un joven socialdemócrata, acababa de derrotar al exgobernador Andrew Cuomo, trastocando la estructura de poder de la ciudad de Nueva York con una victoria tan sorpresiva y fulminante que ni siquiera él la había previsto.

De pronto, los titanes del establishment de la ciudad bombardeaban los teléfonos del candidato y su pequeño equipo de campaña. Y la mayoría de ellos no parecían contentos...

“Es un gran día para Nueva York”, le dijo Morris Katz, asesor político de Mamdani, de 26 años, al magnate inmobiliario William C. Rudin en una de esas conversaciones.

El empresario hizo una pausa. “Por supuesto que yo no lo veo así”, respondió.

Bastaron unas horas para que quedara claro que los poderosos y los guardianes del poder cívico acostumbrados a gobernar Nueva York veían el ascenso de Mamdani casi como una toma del poder.

Un asesor principal de Cuomo llamaba a los sindicatos y funcionarios demócratas instándolos a no manifestarle su apoyo al ganador, y los antiguos amigos del sector inmobiliario de Trump se inmediato empezaron a proponerle al presidente una posible intervención de la Casa Blanca.

El ascenso político de Mamdani quizá sea recordado por su enérgica campaña en las primarias, que logró amalgamar una nueva coalición en torno a la creciente crisis de acceso a la vivienda que vive la ciudad.

Pero su elección el martes como el 111º alcalde de Nueva York se debe en gran medida a la posterior campaña tras bambalinas.

La trayectoria de su ascenso es asombrosa: a principios de año, Mamdani tenía un 1% de intención de voto, muy pocos neoyorquinos lo conocían, y su propio equipo político estimaba sus probabilidades de ganar en tan solo un 3%.

https://t.co/8XfvUNxik4 pic.twitter.com/FJultc6fah

— Zohran Kwame Mamdani (@ZohranKMamdani) November 3, 2025

Ahora, a los 34 años, será el alcalde más joven de la ciudad de Nueva York en más de un siglo. También será el primer alcalde musulmán y el primer surasiático.

Este relato de cómo lo logró se basa en entrevistas con los principales asesores y aliados de Mamdani, así como con sus críticos y rivales, que en su mayoría hablaron bajo condición de anonimato.

Ignorando a los árbitros

Un año atrás, cuando Mamdani empezó a esbozar una posible campaña por la alcaldía, su desafío era mucho más elemental: hacerse notar.

Como concejal sin cargo relevante que había emigrado a la ciudad de Nueva York a los 7 años, Mamdani prácticamente no tenía presencia en la ciudad. Hasta sus compañeros socialistas pensaban que sus opiniones sobre la policía e Israel limitarían considerablemente su apoyo entre la ciudadanía, y el número de candidatos que habían decidido enfrentar al alcalde Eric Adams, sumido en el escándalo, crecía día a día.

Más tarde, Mamdani le confesó a un aliado que le había dicho a su entonces prometida, Rama Duwaji, que en realidad no creía poder ganar. Su objetivo era crear un modelo para el tipo de campaña de izquierda decidida que algún día pudiera romper el dominio del establishment demócrata.

“Olvidate de la Nueva York idealizada de los estrategas políticos”, le dijo Zara Rahim, su futura asesora, el verano boreal pasado, y le sugirió que hiciera campaña sobre la Nueva York “real”.

La campaña decidió prescindir de la venta de artículos promocionales, fuente de ingresos para muchos candidatos, y en su lugar mandó hacer artículos especiales en cantidades limitadas que solo se podían ganar, incentivando así a los simpatizantes a donar tiempo en lugar de dinero.

Organizó eventos —una búsqueda del tesoro, un torneo de fútbol— que sus opositores tildaron de burdas estrategias publicitarias pero que atrajeron a miles de simpatizantes, muchos de los cuales se unieron posteriormente a un incomparable ejército de voluntarios.

El contraste con Cuomo no podía ser más flagrante. Heredero de una dinastía política, Cuomo había sido expulsado de la gobernación por un escándalo de acoso sexual, pero en marzo, cuando se lanzó a la campaña, actuó como si aún estuviera en el poder.

Rara vez aparecía en público, presionaba a los sindicatos y a sus compañeros demócratas para generar a su alrededor una atmósfera de victoria inevitable y contaba con 25 millones de dólares en donaciones a un supercomité de acción política que lo respaldaba.

Para la noche del 24 de junio, día de las primarias, cuando Mamdani y sus asesores se reunieron en un Holiday Inn ya sabían que su estrategia estaba funcionando, pero estaban tan seguros de que esa primera noche no ganarían que ni siquiera habían preparado un discurso de victoria.

Sin embargo, a partir de las 10 de la noche, Mamdani dejó que los llamados de felicitación fueran directo al buzón de voz y él y un grupo de atónitos asesores se apuraron a redactar uno.

Todo está a punto de cambiar

Mamdani y sus asesores estaban exhaustos. Tenían planeado trazar sus próximos pasos durante una semana de retiro, pero ahora apenas tenían unas horas para hacerse cargo de una nueva realidad.

Todo está a punto de cambiar, le dijeron Rahim y Katz a Mamdani.

Le explicaron que tendría que cuadruplicar su personal de campaña, reasignar con cuidado a sus asesores de larga trayectoria a puestos menos visibles y empezar a planificar más seriamente la posibilidad de ser alcalde. Y por si necesitaba que se lo recordaran, ahora había un dispositivo policial lo seguía a cada paso.

Tras las primarias se produjo rápidamente cierta consolidación de apoyo, sobre todo cuando los sindicatos y los líderes locales del partido respaldaron su candidatura. Pero otros, incluidos algunos de los demócratas más importantes del país, se mantuvieron al margen ya que les preocupaba que asociarse con las ideas de extrema izquierda de Mamdani pudiera perjudicar las posibilidades del partido en las elecciones nacionales de medio término del año próximo.

Adams, que no se presentó a las primarias, parecía estar recuperando fuerza con el apoyo del sector empresario de la ciudad. Y Cuomo se lanzó de nuevo a la contienda como independiente, con renovado ímpetu tras un breve retiro.

Tras las primarias Mamdani también se tomó un descanso: a finales de julio viajó a Uganda para la celebración de su boda, planeada con mucha antelación en una propiedad familiar.

https://t.co/cMtFrpDxcJ pic.twitter.com/a0KCQmuArS

— Zohran Kwame Mamdani (@ZohranKMamdani) November 3, 2025

A más de 10.000 kilómetros de distancia, en Nueva York, un hombre armado entró en un edificio de oficinas en el centro de Manhattan y perpetró un tiroteo masivo en el que murió un policía fuera de servicio. El atacante había elegido como objetivo el edificio donde se ubicaban las oficinas de Rudin y mató a uno de sus empleados.

Sus asesores despertaron a Mamdani en medio de la noche para que emitiera un comunicado, y él regresó de inmediato a Nueva York. Pero cuando aterrizó dos días después, Cuomo ya estaba en todas las pantallas de televisión de la ciudad, prácticamente culpando de la masacre a su oponente, que alguna vez había propuesto recortar el presupuesto de la policía.

Fue un desastre y la mala imagen que generó podría haber cambiado el rumbo de la campaña, de no ser por un giro del destino: el policía asesinado resultó ser bangladesí y musulmán. La familia invitó a Mamdani a unirse a ellos en su casa, él llegó directamente desde el aeropuerto Kennedy y después convocó a una rueda de prensa que sería la más larga desde las primarias. Fustigó a Cuomo por politizar esa tragedia, pero también aprovechó para recalcar que su postura sobre la policía había evolucionado desde aquellos tiempos en que pedía recortes presupuestarios.

Por primera vez en semanas, sus asesores respiraron aliviados.

“Fue el primer momento en que sentí que era el alcalde de Nueva York”, dijo Katz.

Una ofensiva de seducción al “círculo rojo”

Mamdani sabía que aún tenía un problema: desde la crisis fiscal de la década de 1970, ningún alcalde había gobernado Nueva York sin al menos cierto apoyo tácito de la élite empresaria de la ciudad. Su agresiva campaña contra ellos había funcionado en las primarias, pero el tiempo pasaba y sus asesores temían que el “círculo rojo” sacara de la contienda tanto a Adams como a Curtis Sliwa, el candidato republicano.

Un enfrentamiento directo con Cuomo en las elecciones podía ser desastroso para Mamdani.

Mamdani puso manos a la obra: le pidió a Kathryn S. Wylde, directora de la Partnership for New York City, una lista de todos los dirigentes empresarios a quienes debía llamar, y comenzó a contactarlos uno por uno.

Hijo único de dos prominentes figuras de la cultura, entre los ricos y poderosos Mamdani se mueve con soltura. Les explicó por qué sus posturas de fondo no cambiarían, pero también pidió consejos y demostró una mayor flexibilidad de la que sugería su reputación.

Su objetivo era ampliar el servicio gratuito de guarderías infantiles y colectivos, pero estaba dispuesto a descartar un aumento de impuestos si encontraba otra fuente de financiamiento. En una reunión multitudinaria con la Asociación para un Mejor Nueva York, un grupo de líderes empresariales con vocación cívica, sorprendió a los asistentes al proponer un cambio regulatorio que los desarrolladores inmobiliarios anhelaban para agilizar las obras en construcción.

Los que esperaban a un ideólogo chillón salieron impresionados. Para otros, su disposición al diálogo por lo menos marcaba un bienvenido contraste con el exalcalde Bill de Blasio, un progresista que se había caracterizado por desafiar a la élite de Manhattan, pero con el estilo agresivo de Cuomo.

Traducción de Jaime Arrambide

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/como-zohran-mamdani-derroto-a-la-elite-neoyorquina-y-fue-elegido-alcalde-nid05112025/

Comentarios
Volver arriba