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Condenaron a un masajista por prostituir a una adolescente a la que captó con una falsa oferta de trabajo

"Me preguntó si sabía hacer masajes y él dijo que me enseñaba“, dijo la “testigo C” en el juicio. Nadie podía verla, solo escucharla: para preservar su identidad y su integridad, para no...

Condenaron a un masajista por prostituir a una adolescente a la que captó con una falsa oferta de trabajo

"Me preguntó si sabía hacer masajes y él dijo que me enseñaba“, dijo la “testigo C” en el juicio. Nadie podía verla, solo escucharla: para preservar su identidad y su integridad, para no...

"Me preguntó si sabía hacer masajes y él dijo que me enseñaba“, dijo la “testigo C” en el juicio. Nadie podía verla, solo escucharla: para preservar su identidad y su integridad, para no revictimizarla y evitar que se cruzara con el hombre al que acusó, declaró vía Zoom, con la pantalla en negro, desde una oficina del tribunal, que defendió su postura de no mostrarla públicamente cuando la defensa del imputado lo cuestionó y solicitó que encendiera la cámara para poder ver quién era.

Con su voz en off, aseguró en la audiencia que el hombre al que le mostraron con una cámara era Walter Barrientos García, y afirmó, además, que él había abusado sexualmente de ella cuando tenía 16 años y que durante tres meses, entre noviembre de 2012 y enero de 2013, la empujó a ejercer la prostitución durante extensas jornadas en un departamento del barrio porteño de Recoleta que funcionaba como “casa de masajes”.

“Desde el primer momento sabía la edad que tenía y también que tenía un hijo”, sostuvo en el juicio la testigo, que ahora tiene 29 años, y que en aquellos días, buscando un trabajo para salir de la calle, acudió a una cita por un aviso de internet que ofrecía empleo como masajista. El “empleador” era Barrientos García, que acaba de ser condenado a 15 años de prisión.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°6 hizo suyo el requerimiento de pena hecho por la fiscal general Gabriela Baigún, aunque difirió en la calificación de la imputación.

El tribunal, integrado de manera unipersonal por el juez Adrián Grünberg, rechazó los planteos formulados por la defensa -entre otros, pidió la prescripción-, y condenó a Barrientos como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal reiterado en dos oportunidades, en concurso real con promoción de la prostitución de una menor de 18 años de edad, agravada por haber mediado engaño.

Según informó la Procuración General de la Nación en su portal www.fiscales.gob.ar, la fiscal general Baigún y los auxiliares fiscales Claudia Rebour y Lautaro Fichter, habían pedido que, en lugar de por promoción de prostitución, a Barrientos García se lo condenara por el delito de trata de personas menores de 18 años -en su modalidad de captación y acogimiento-, agravada por haber mediado engaño y abuso de una situación de vulnerabilidad, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal, reiterado en dos oportunidades, en calidad de autor.

Barrientos, que tiene 60 años y está preso en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, dijo ayer sus últimas palabras antes del veredicto: “Mis abogados ya dijeron todo lo que tenía que decir. Es todo lo que puedo decir. Con todo respeto, muchas gracias y bendiciones para todos ustedes”.

La investigación comenzó en 2021 a partir de una denuncia anónima en la Línea 145 y derivó en la intervención de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex). Posteriormente, la víctima amplió su testimonio en Cámara Gesell ante profesionales de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (Dovic) de la Procuración.

En el juicio dio por probado que la víctima se contactó por primera vez con Barrientos en noviembre de 2012, a través de una página de internet de avisos laborales. Por esta vía programó un encuentro con el empleador en un departamento destinado al servicio de masajes situado en Arenales al 2400.

En esa cita, y con la excusa de capacitar a la víctima acerca de las técnicas para realizar masajes, Barrientos hizo desnudar a la damnificada y concretó el primer abuso sexual. En otra ocasión, en el mismo departamento, fue obligada a mantener sexo con su “jefe” y con una pareja de clientes.

En las audiencias del juicio se reveló que en dos departamentos del mismo edificio había otras cuatro mujeres de entre 20 y 30 años que también eran explotadas sexualmente de lunes a sábados, de 10 a 18.

La testigo C dijo que, en ese contexto, y durante tres meses, realizó tres “pases” diarios, y solo recibía 500 pesos sobre un total de 1200 pesos diarios del valor de los “servicios” sexuales.

Acompañada en la videoconferencia por una psicóloga del Programa Nacional de Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Justicia de la Nación, la “testigo C” relató cómo fueron los abusos sexuales que padeció. Explicó que el imputado sabía que ella era menor de edad y que necesitaba trabajar porque vivía en situación de calle.

También detalló que ella no tenía llave del lugar donde era obligada a ejercer la prostitución, por lo que para salir de allí dependía de su victimario para que le abriera la puerta. “A mí me daba miedo que me quisiera dejar adentro”, afirmó en el juicio.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/seguridad/condenaron-a-un-masajista-por-prostituir-a-una-adolescente-a-la-que-capto-con-una-falsa-oferta-de-nid27112025/

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