Definiciones entre tres pilotos en la F.1: del gesto de Collins para Fangio al inicio del tetracampeonato de Vettel
Una nueva definición de campeonato y el circuito de Abu Dhabi como escenario de la última fecha del calendario de la Fórmula 1. Un desenlace apasionante, después de que McLaren ofreciera durant...
Una nueva definición de campeonato y el circuito de Abu Dhabi como escenario de la última fecha del calendario de la Fórmula 1. Un desenlace apasionante, después de que McLaren ofreciera durante la temporada un dominio arrollador y posicionara a sus pilotos para dirimir el duelo. Pero Lando Norris y Oscar Piastri, con errores de conducción, y el equipo fallando en estrategias y sosteniendo a rajatabla las denominadas papaya rules, reanimaron a Max Verstappen, que empujado por la voracidad y el deseo de defender hasta el episodio final su estatus de tetracampeón, intentará sellar una remontada épica con Red Bull Racing.
La rica historia de la F.1 descubre múltiples capítulos con tres candidatos a la corona en su última jornada. Desde el primer Mundial de Pilotos, en 1950, con Giuseppe Farina, Juan Manuel Fangio y Luigi Fagioli, el tridente de Alfa Romeo, pugnando por el título en Monza, a la dramática consagración de Sebastian Vettel (Red Bull Racing) en 2010, en Abu Dhabi, venciendo a Fernando Alonso (Ferrari) y a su compañero de garaje, Mark Webber.
Con un sistema de puntaje muy diferente al actual, porque el vencedor sumaba 8 puntos y los premios eran solo para los mejores cinco clasificados –además de un punto para quien registraba la mejor vuelta de la carrera-, Farina, que arribó a la cita en el tercer casillero del campeonato, con 22 puntos, se erigió como el primer piloto campeón del Gran Circo en el Templo de la Velocidad. El turinés lideró 78 de las 80 vueltas para ganar; un fallo en la caja de velocidades en el auto de Fangio –era puntero, con 26 unidades- y el tercer puesto que logró Fagioli, resultaron la combinación perfecta para desatar el festejo en Italia.
Un año después, Fangio tendría desquite y comenzaría a escribir la historia de quíntuple campeón. En Pedralbes (Cataluña), el Chueco confirmó lo que no pudo en 1950: con Alberto Ascari (Ferrari) a dos puntos, se impuso con Alfa Romeo y desarticuló las esperanzas del italiano y de José Froilán González, el arrecifeño que esa temporada manejó para tres marcas: Talbot, Maserati y Ferrari.
Cinco años más tarde, la caballerosidad de Peter Collins posibilitó a Fangio coronarse tetracampeón: además del balcarceño, Stirling Moss, Collins y Jean Marie Behra tenían chances de ser campeón. Fangio sufrió problemas en la Ferrari, entró a boxes y desde el garaje ordenaron a Luigi Musso cederle el coche, pero el romano se negó. Moss se encaminaba a la gloria, pero el británico Collins se detuvo y ofreció el D50 al Chueco, que remontó hasta el segundo puesto para festejar. “Siga usted maestro, yo soy joven y tendré tiempo de pelear otros campeonatos”, dijo Collins, que se mató dos años después en el Gran Premio de Alemania y nunca logró un título.
En 1959, Jack Brabham (Cooper Climax) obtuvo el primero de sus tres coronas por sobre Moss (BRM y Cooper Climax) y Tony Brooks (Vanwall y Ferrari). En 1964, John Surtees –único campeón de motociclismo y de la F.1-, con Ferrari, batió a Graham Hill (BRM) y a Jim Clark (Lotus). Otra definición trepidante sucedió en 1968: Hill (Lotus) se convirtió en bicampeón luego de imponerse sobre Jackie Stewart (Matra) y Denny Hulme (McLaren); el duelo se decantó entre el abandono del piloto del equipo de Woking y el fallo en el motor que relegó al escocés.
Emerson Fittipaldi (McLaren) fue bicampeón de la F.1 en 1974 y su segunda corona la logró con el cuarto puesto en Watkins Glen; con los tres puntos que cosechó con el cuarto puesto aventajó a Clay Regazzoni (Ferrari) –finalizó 11mo, a cuatro vueltas- y a Jody Scheckter (Tyrrell), abandonó.
Otro brasileño, como Nelson Piquet (Brabham), rompió el sueño de Carlos Reutemann (Williams) en Las Vegas 1981; el francés Jacques Laffite (Ligier) era el tercero en discordia aquel 17 de octubre en el circuito callejero. Lole padeció la carrera y el carioca, con los dos puntos de la quinta posición, se proclamó campeón. Piquet repetiría en 1983, en Sudáfrica, frente a Alain Prost (Renault) y René Arnoux (Ferrari): los franceses abandonaron y el piloto de Brabham aseguró el éxito con el tercer lugar, por detrás de Riccardo Patrese (Brabham) y Andrea de Cesaris (Alfa Romeo).
Adelaida 1986 fue una carrera de múltiples vaivenes entre los candidatos y los cambios en la cabeza de la carrera, la pinchadura de neumáticos de Prost (McLaren), el trompo que protagonizó Piquet (Williams) y el reventón de gomas que sufrió Nigel Mansell (Williams)… El título fue para Prost, que ganó el gran premio y superó a Mansell, que llegó a Australia como líder con seis puntos de ventaja.
Más rocambolesca fue la definición de 2007, con McLaren despilfarrando la corona por la batalla interna desatada entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso; con tres victorias y un segundo puesto en las últimas cuatro carreras, Kimi Raikkonen (Ferrari) hizo lo inesperado, y con él, la Scuderia celebró por última vez el Mundial de Pilotos.
Y 15 años atrás, temporada en que la F.1 impuso el actual reparto de puntos, Vettel hizo historia con Red Bull Racing en Abu Dhabi. Alonso (Ferrari) era el favorito: el español atesoraba 246 unidades; Webber, el perseguidor, con 238 puntos, y el alemán aparecía tercero, con 231. Un error de estrategia de la Scuderia, en la vuelta 15, derrumbó prácticamente al asturiano, que regresó a la pista 12° y debía finalizar al menos cuarto si Vettel triunfaba. El germano ganó después de un vibrante duelo con Hamilton (McLaren), Alonso quedó anclado en el séptimo casillero, por detrás del ruso Vitaly Petrov (Renault), y Webber nunca se enredó en la pulseada para coronarse.
En Abu Dhabi, Vettel inició el ciclo de cuatro títulos consecutivos con Red Bull Racing. La semana próxima, Verstappen, también corriendo desde atrás, intentará emularlo y sumar su quinta corona con los autos de Milton Keynes.