Destiny Kosiso: tiene 12 años, marcó 145 goles en una temporada, lo comparan con Yamal y Mbappé y ya firmó un contrato comercial
En ese cruce entre talento precoz y mercado global aparece Destiny Kosiso Ejiofor John, un chico de apenas 12 años que empieza a transitar un camino que pocos recorren tan temprano. Juega e...
En ese cruce entre talento precoz y mercado global aparece Destiny Kosiso Ejiofor John, un chico de apenas 12 años que empieza a transitar un camino que pocos recorren tan temprano.
Juega en las inferiores de Barcelona, convierte goles a un ritmo poco común y acaba de firmar un contrato comercial con Nike, algo que despertó polémicas.
“Un nuevo viaje comienza para Destiny Kosiso”, comunicó Gol International Ltd, la agencia que conduce el influyente representante Pini Zahavi, quien también maneja las carreras de Hansi Flick y Robert Lewandowski. El anuncio, acompañado por una foto de la firma, agregó una frase sintética y reveladora: “Es joven. Tiene talento. Y lo está haciendo”.
Aunque la comunicación menciona que firmó con 11 años, Destiny ya cumplió 12 y su presente deportivo explica el interés: 16 goles en 9 partidos de fútbol 11 en su primera temporada con el Barça sub-12, dirigido por Pol Combellé, compitiendo incluso en una categoría superior a la habitual para su edad. Antes de eso, había dejado una marca que recorrió Europa: 145 goles en 52 partidos durante la temporada pasada, un registro que lo puso en el centro de la escena juvenil.
Destiny es hijo del exfutbolista nigeriano Ejike Paschal. “Gracias a Dios tengo tres hijos en el Barcelona. Los tres están rindiendo, pero Destiny, para mí, es un poco mejor a este nivel”, dijo en declaraciones que consigna The Sun. Sus hermanos David Obinna (17) y Divine Ikenna (16) también pasaron por La Masía y siguen ligados al universo blaugrana, pero sin la explosión mediática que está teniendo el más pequeño.
El apellido empezó a repetirse en torneos de referencia: Jamón Cup de Calamocha, Copa Íscar, competencias diseñadas para que se luzcan las posibles nuevas joyas del futuro.
En Íscar, el certamen más importante del fútbol 7, Destiny anotó 20 goles y fue pieza fundamental del Barcelona campeón. En la Jamón Cup volvió a brillar, sosteniendo su producción en finales y cruces decisivos.
Quienes lo ven con frecuencia lo describen como un delantero explosivo, potente de piernas, veloz en los primeros metros y con una facilidad poco habitual para definir con ambas piernas y de cabeza. No deslumbra por altura, pero sí por contundencia y lectura del juego dentro del área.
El rol de los agentes y el límite reglamentarioLa aparición de Pini Zahavi volvió a abrir el debate. Según las normas FIFA, los agentes no pueden firmar contratos de representación con futbolistas menores de 16 años, pero nada impide que puedan asesorar a los jugadores y a sus familias en acuerdos comerciales. Ese es el marco legal en el que se encuadra el vínculo con Nike.
Zahavi lo explicó sin rodeos en una entrevista con The Times: “¿Es ilegal? No. Es totalmente legal. Con cientos de miles de futbolistas en el mundo, cuando ves a uno especial, intentas construir una relación a futuro. Nadie sabe si llegará, pero así trabajan estas empresas”.
View this post on InstagramNike ya recorrió ese camino antes con otras promesas: firmó al brasileño Kauan Basile con 8 años y al neerlandés Shan Kluivert (hijo de Patrick) con 9. La lógica es clara: detectar temprano, acompañar de lejos y asegurar, si el talento se consolida, una relación previa.
En La Masía tienen a Destiny en alta consideración, aunque puertas adentro son prudentes. El club acelera procesos deportivos, pero evita etiquetas prematuras. Afuera, en cambio, el ruido crece. Las comparaciones aparecen. El nombre de Lamine Yamal surge como un espejo reciente de precocidad y explosión. Y otros hablan de “El nuevo Mbappé”.
Todo suena a demasiado para un chico de 12 años que recién comienza y que deberá acomodarse y acostumbrarse a ese contexto para poder progresar como futbolista sin olvidarse de vivir lo que viven los niños a su edad.