El día después del descarrilamiento en Liniers: enojo, preocupación y resignación entre los pasajeros
La mañana en la Estación Once estuvo marcada por una mezcla de preocupación, malestar por el estado de situación de la infraestructura y la resignación de retomar la rutina entre los pasajeros...
La mañana en la Estación Once estuvo marcada por una mezcla de preocupación, malestar por el estado de situación de la infraestructura y la resignación de retomar la rutina entre los pasajeros que volvieron a tomar el tren Sarmiento, luego del descarrilamiento ocurrido ayer a pocos metros de la estación Liniers, en la intersección de la avenida Rivadavia y Timoteo Gordillo.
El accidente, que dejó 20 heridos —diez de ellos con politraumatismos—, generó un clima de cierta desconfianza e incertidumbre entre los usuarios, aunque muchos expresaron que, más allá de los reclamos, “no queda otra” a la hora de subir nuevamente a las formaciones.
“Es muy preocupante lo que pasó ayer. Por suerte fue de Moreno para acá, no fue de Once hacia Moreno, porque si de Once hasta Moreno es un desastre, es un desastre porque muere gente ahí”, dijo en diálogo con LA NACION desde el hall de la estación Gustavo, de 55 años, que se dedica al empleo de ascensorista y explicó que toma “todos los días el Sarmiento, a las 5 de la mañana, de Moreno hacia Once”, un servicio que calificó de “malo” y que “afecta sobre todo el trabajador de pie que no tiene otra manera”.
Para Mirna González, que tiene 55 años y es cuidadora de personas mayores, “viajamos como animales”. Aseguró que la noticia de ayer le impactó, pero lamentó que las urgencias para ganarse la vida y llegar a tiempo se terminan imponiendo para la mayoría. “Sí, da miedo, pero no hay otra. El sueldo no alcanza, el subte es caro y el tren, que es un desastre, termina siendo la opción más económica. A pesar de las condiciones, hay que salir igual”, añadió.
Así fue el momento en el que descarriló el tren SarmientoEn el caso de Lucas Almada, de 45 años, “trabajador independiente”, también expresó su disgusto e inquietud ante las descuidadas prestaciones, el nivel de hacinamiento y los conflictos recurrentes durante el servicio. “Me tomo a diario el Sarmiento. Más allá de lo que pasó ayer en Liniers, lo que me produce más incertidumbre es lo que pasa todos los días porque el tren está en un estado deplorable. Parece un volquete, la falta de respeto es total, no hay seguridad en ningún lado. La marginalidad es enorme, fuman, toman, se pelean, un desastre”, manifestó.
Cientos de miles de personasLa cuestionada línea ferroviaria transporta a unas 300.000 personas por día. En especial, a trabajadores y estudiantes que transitan entre el Conurbano Bonaerense y la ciudad de Buenos Aires. Operada por la empresa estatal SOFSE (Gerencia de Operaciones y la Jefatura de Vía y Obras de Trenes Argentinos), desde los gremios ferroviarios denunciaron la falta de inversión y describieron un sistema “emparchado” e “incompatible” por la aplicación de un “collage” de tecnología moderna traída de diferentes países (China, Japón, Alemania y Estados Unidos) sobre una estructura obsoleta de más de 90 años.
En ese contexto, las demoras y reprogramaciones son dolores de cabeza cotidianos que acusaron los pasajeros. “Hoy en día es bastante complicado viajar en el Sarmiento, todo el tiempo hay demoras. Siempre mucha gente, no sabés cuándo sale, capaz te dicen un horario, pero terminás saliendo media hora después. Es agotador”, expresó Medina Seña, estudiante de 20 años, que todos los días toma el tren desde el Oeste.
Contó, además, que ayer se subió minutos antes de que ocurriera el accidente. “Gracias a Dios, salí antes de la facultad, porque, si no, me topaba justamente con lo que pasó. No me pasó nunca una situación así, pero la verdad que fue horrible”, completó.
Tras el descarrilamiento, donde los informes preliminares detectaron una falla en los cambios de vías, el servicio estuvo interrumpido el martes por dos horas entre Castelar y Moreno, sin llegar a la terminal de Once. Sin embargo, cerca de las 18, se reanudó con demoras y cancelaciones, aunque sin parar en Liniers.
Esta mañana, si bien el servicio empezó a funcionar normalmente, luego experimentó nuevamente interrupciones por problemas técnicos. Fuentes de Trenes Argentinos indicaron a LA NACION que a partir del mediodía el servicio retomó su funcionamiento de forma completa, parando en Liniers.