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El poder de los números: cómo las instituciones globales influyen en la agenda económica argentina

Las instituciones globales desempeñaron un papel central en las reformas de la agenda económica argentina. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Argentina recibió la mayor cantidad d...

El poder de los números: cómo las instituciones globales influyen en la agenda económica argentina

Las instituciones globales desempeñaron un papel central en las reformas de la agenda económica argentina. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Argentina recibió la mayor cantidad d...

Las instituciones globales desempeñaron un papel central en las reformas de la agenda económica argentina. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Argentina recibió la mayor cantidad de ayuda al desarrollo a nivel mundial, con un total de US$59.374.646.980 de crédito pendiente a la actualidad.

Sin embargo, este apoyo está y estaba condicionada a reformas fiscales, es decir, a la liberalización económica bajo el “consenso de Washington”, y, según los expertos, tuvo y sigue teniendo un profundo impacto en la economía argentina y en la autonomía fiscal del gobierno de turno.

Guillermo Rozenmurcel afirma que el Consenso de Washington “se vendió como un plan eficaz para el desarrollo, válido en todo momento y lugar, cuando en realidad era inútil como guía concreta para fines políticos”. Por lo tanto, los expertos sostienen que las políticas fiscales impuestas a la Argentina mediante préstamos condicionales del FMI perjudicaron su economía.

Según la oficina de evaluación independiente del FMI, con relación a la crisis financiera de 2001, “varios observadores cuestionaron la eficacia y la calidad del financiamiento y el asesoramiento en materia de políticas proporcionados por el FMI.”

Actualmente, la influencia del FMI en la política fiscal argentina sigue siendo evidente. Por ejemplo, en abril de 2025, el FMI acordó desembolsar US$20.000 millones como parte de un nuevo acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo, el vigésimo tercer programa que la Argentina tiene con el FMI.

Cuando se le preguntó cómo influyó el FMI en la gobernanza fiscal de la Argentina, el doctor Perfeito da Silva, de la universidad británica de Exeter respondió: “El FMI proporcionó asistencia financiera a la Argentina con el objetivo de apoyar políticas como la consolidación fiscal, la liberalización monetaria y cambiaria y las reformas regulatorias. En resumen, el FMI respaldó (con sus fondos y su legitimidad) el impulso a la austeridad fiscal durante la administración de Milei. En cierta medida, esta es la orientación habitual del FMI hacia otras economías en desarrollo; sin embargo, el caso de la Argentina termina siendo más politizado debido al papel del FMI en decisiones políticas controvertidas durante las administraciones de Menem y Macri”.

Este préstamo requería que la Argentina liberalizara sus políticas fiscales, incluyendo la flexibilización monetaria propuesta por Milei y la devaluación mensual del 1% del peso, en vez de dejarlo fluctuar entre $1000 y $1400 por dólar.

Críticos, como la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), señalan que la austeridad fiscal impuesta por el FMI socava “el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y ambientales”.

No obstante, según el doctor Lee Peterson, un comentarista político estadounidense, esta misma liberalización, mediante la privatización de sectores de la minería y la energía, es vital para el desarrollo de la economía argentina y para el respaldo continuo de los EE.UU.

Sin embargo, el FMI no constituye la única institución global que influye en la agenda económica argentina. También lo es el Banco Chino de Desarrollo, a través de la iniciativa de la Franja y la Ruta. Esta entidad no impone el mismo nivel de condiciones a sus préstamos. Sin embargo, críticos, como el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, afirman que China está practicando una diplomacia de trampa de deuda. Según el Consejo de Relaciones Exteriores, esto implica que China podría tomar el control de los activos invertidos para uso militar o utilizarlos como moneda de cambio en futuras negociaciones.

No obstante, según la embajada china, “la afirmación relativa a los acuerdos abusivos y a las supuestas grandes cantidades de deuda contraídas por la República Popular China es falsa”. Lo cierto es que ciertas personas con motivos ocultos están intentando sembrar la discordia en las relaciones entre China y la Argentina, así como entre China y África”.

Dada la influencia que tienen estas instituciones internacionales en la política fiscal argentina, surge la pregunta de hasta qué punto la Argentina tiene autonomía política. Cuando se le preguntó si la Argentina tiene un mayor grado de autonomía fiscal bajo el gobierno de Milei, dada su mayor alineación con Occidente, el doctor Perfeito da Silva respondió: “Depende de cómo se defina la autonomía fiscal. Si se refiere a los medios, la capacidad de aplicar medidas de austeridad fiscal y reformas liberalizadoras tan profundas y tan pronto como sea posible, entonces la respuesta es sí. Sin embargo, si se refiere a los objetivos de la política fiscal, elegir una política fiscal compatible con la estabilidad política interna, la cohesión social y las perspectivas de desarrollo a largo plazo, entonces tiendo a decir que no.”

Además, señalo que la alineación de Milei con Estados Unidos presupone el mantenimiento de la estrategia política y económica actual. No hay ganancia en autonomía si la sociedad argentina no puede elegir una estrategia de ajuste distinta.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/el-poder-de-los-numeros-como-las-instituciones-globales-influyen-en-la-agenda-economica-argentina-nid27112025/

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