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El sector privado y el FMI, ansiosos por ver las promesas hechas realidad

Desde el batacazo electoral, el mercado está expectante frente a los próximos movimientos del Gobierno. La hiperkinesia del oficialismo está contenida desde hace semanas. Pero no es poco lo que ...

El sector privado y el FMI, ansiosos por ver las promesas hechas realidad

Desde el batacazo electoral, el mercado está expectante frente a los próximos movimientos del Gobierno. La hiperkinesia del oficialismo está contenida desde hace semanas. Pero no es poco lo que ...

Desde el batacazo electoral, el mercado está expectante frente a los próximos movimientos del Gobierno. La hiperkinesia del oficialismo está contenida desde hace semanas. Pero no es poco lo que se espera que se defina, y pronto. En el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzaron a moverse para abordar el caso argentino. Ya en la agenda se fijó una fecha para el primer encuentro informal de sus miembros: el 5 de diciembre.

Si bien la revisión del programa con la Argentina recién se realizará en enero, en las conversaciones preliminares que hubo en estos últimos días entre el staff y el board quedó en evidencia cuáles son los temas que inquietan al organismo de crédito, que tiene a la Argentina como principal deudor. En el FMI dan por sentado que la Argentina solicitará y recibirá un waiver (un perdón) por no cumplir con la meta de acumulación de reservas internacionales establecida en el acuerdo que ya había tenido que tener una primera revision en julio pasado. Según el acuerdo, se suponía que el país debía contabilizar reservas netas negativas de US$3100 millones para diciembre. Hoy la cuenta está muy lejos de eso: la consultora 1816 estima que las reservas netas negativas se ubican en US$16.000 millones.

Diciembre podría permitirle achicar en algo la distancia con la meta ya que, como suele crecer la demanda estacional de pesos por parte de la gente (por vacaciones, aguinaldo y entre otros factores), el Tesoro podría comprar divisas sin inquietarse tanto por el impacto que pudieran tener sobre los precios los pesos que vuelque al circuito. Pero aun contemplando que el Gobierno podría acelerar en las próximas semanas la compra directa de dólares -a empresas y provincias que emiten deuda en el extranjero, o incluso por efecto de una desdolarización de la gente-, la realidad es que hasta ahora los movimientos del Tesoro en el mercado de cambios casi que han pasado inadvertidos. El martes de esta semana el Tesoro terminó la jornada US$37 millones abajo, y luego compró apenas US$ 45 millones al día siguiente, y otros us$50 millones el jueves. Monedas.

De ahí que el FMI tiene previsto hacer hincapié en su próximo encuentro sobre la necesidad de que la Argentina revierta la tendencia. Acumular reservas es, para el organismo, la única garantía de que la Argentina tendrá con qué honrar sus deudas. Es por eso que, según confían fuentes al tanto de las conversaciones, en el board insisten en que el Gobierno debe plantear un esquema monetario y cambiario que sea “sostenible”. Hoy, pese a la calma que siguió a la elección de octubre, la mayoría del mercado considera que algo deberá hacer el Gobierno próximamente. Tal vez, no en diciembre, pero más pronto que tarde.

Es cierto que el FMI está perdiendo cada vez más peso relativo en las decisiones de la Argentina. En la era Trump, la batuta la tiene Estados Unidos. Señal de ello es que también el directorio del FMI hizo un pedido al Tesoro norteamericano para conocer el detalle de la asistencia que en plena corrida electoral se le dio a la Argentina. El FMI, por ahora, sigue esperando la respuesta.

Son detalles que poco colaboran para mejorar la reputación interna que tiene la Argentina entre miembros del staff y del directorio. Cuentan en la City porteña una historia: que en los tiempos de Mauricio Macri, cuando el ahora director del Hemisferio Occidental del FMI, el británico Nigel Chalk, tenía también un rol preponderante en las negociaciones con el país, este había elegido la foto de “La mano De Dios” de Diego Maradona para ilustrar su grupo de Whatsapp en el que participaban los funcionarios involucrados en el caso argentino. Y no era, precisamente, en homenaje al Diego. Si no para recordarse que el país era especialista en burlar las reglas (y salirse con la suya). ¿Sucederá una vez más? Para aggionarse a los tiempos que corren, más que “al Diego”, ahora en el Whatsapp del FMI debieran ponerlo a Trump. Beautiful!

Milei, de hecho, volverá a verlo al presidente de los EE.UU. la semana que viene. Trump invitó personalmente a Milei al palco presidencial desde donde presenciarán el sorteo de los grupos del Mundial 2026. El libertario, además, aprovechará para disertar ante la US Chamber of Commerce, donde ya se confirmó que habrá asistencia perfecta de los socios. Tras la elección, Milei recuperó todo su magnetismo en la comunidad empresaria.

Aunque el alineamiento con Estados Unidos e Israel es indiscutible, la Argentina está ensayando un acercamiento a China. Si Trump se acercó a Xi-Jinping, entonces la Argentina también puede hacerlo, es el razonamiento. El flamante canciller, Pablo Quirno, visitó recientemente al embajador chino en el país y de nuevo en el Gobierno empiezan a hablar de un posible viaje oficial para el primer semestre del año. A mediados de 2026 vencerá el swap (préstamo) que el Banco de China dio al Banco Central: no parece descabellado. No es la primera vez que esta administración coquetea con un viaje que no termina realizando. Pero, una vez más, la intención al menos se deja trascender.

Más conflictivo es el vínculo de la Argentina con su principal socio del Mercosur, Brasil. El presidente paraguayo, Santiago Peña, le solicitó al país que aplace la firma del acuerdo Mercosur-UE, que el presidente brasileño, Lula Da Silva, había estipulado para el 20 de diciembre en Brasilia. Peña, que asumirá en enero la presidencia pro témpore del bloque, quiere postergar el acto hasta 2026, para así llevarse la cucarda. Todo una cuestión de egos. Pero la Argentina, en principio, podría apoyar su moción. Son los tres miembros del Mercosur más afines ideológicamente, a los que se suma ahora Bolivia. Peña salió ayer, por su parte, a apoyar formalmente en la red social X la candidatura del argentino Rafael Grossi para la Secretaría General de las Naciones Unidas. Una de cal, una de arena.

Además de la cuestión cambiaria y monetaria, el mercado espera para fin de año una definición con respecto a la administración de los pasivos que vencen los primeros días de 2026. Las conversaciones con los bancos para avanzar en un préstamo siguen. También, confían fuentes al tanto, hay bancos en el exterior en contacto por eventuales operaciones de deuda en el mercado. Según señalan, de todas formas, para poder avanzar es necesario antes tener aprobado el Presupuesto 2026. De ahi la importancia de contar con la ley de leyes aprobada apenas iniciadas las extraordinarias en diciembre. El tiempo corre.

En el sector privado hay gran ansiedad para terminar de conocer el alcance de las reformas que prometió el Gobierno no bien ganó las elecciones. La reforma laboral es probablemente la que más se trabajó dentro del Consejo de Mayo, pero también es una de las que llegaría con menores consensos. Es indiscutible que se necesitan cambios profundos en el régimen de empleo. Pese a que la minería promete ser la actividad con mayor crecimiento en los próximos años -si las condiciones financieras lo permiten-, no es una actividad que pueda absorber la cantidad de empleos vacantes que empezará a dejar la industria. Según estimaciones de la propia secretaria de Minería, el sector podría emplear de manera directa unos 25.000 trabajadores. La industria en la provincia de Buenos Aires emplea poco menos de 500.000 personas.

Hay un punto que el sindicalismo no estaría dispuesto a ceder, no importa qué, y es la obligatoriedad que hoy rige para el aporte sindical. “La CGT nunca acordó nada realmente, pero creemos que es para después ceder en muchas cosas menos en esto que es la caja”, interpretó alguien que vino participando de las conversaciones. El Grupo de los Seis, que incluye a las principales entidades empresariales de Argentina -la Unión Industrial Argentina (UIA), la Sociedad Rural Argentina, la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Cámara de la Construcción, la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba)- tiene previsto presentar un documento con agregados al que se termina planteando en el Consejo. Al final del día, lo que va a pesar es lo que decida enviar el Gobierno al Congreso. Envalentonado con las alianzas legislativas que se tejieron en las últimas semanas, la idea ahora apuntaría a ir por una propuesta un poco más ambiciosa de la que originalmente habían pensado. Lo que no ocultan en el oficialismo es que, en todo momento, primará el pragmatismo. Al final del día, lo importante es mostrar resultados.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/el-sector-privado-y-el-fmi-ansiosos-por-ver-las-promesas-hechas-realidad-nid27112025/

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