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Es boricua y denuncia la detención de su esposo venezolano en Texas: fue a su cita migratoria y el ICE se lo llevó

Una cita migratoria cambió la vida de una pareja. Alberto Santell, un puertorriqueño que vive en Texas, vio cómo agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en...

Es boricua y denuncia la detención de su esposo venezolano en Texas: fue a su cita migratoria y el ICE se lo llevó

Una cita migratoria cambió la vida de una pareja. Alberto Santell, un puertorriqueño que vive en Texas, vio cómo agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en...

Una cita migratoria cambió la vida de una pareja. Alberto Santell, un puertorriqueño que vive en Texas, vio cómo agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) detenían a su esposo venezolano, Alejandro Rosario, tras una revisión de rutina.

El caso se complicó tras meses de detención

Santell le contó a El Nuevo día que, desde ese momento, comenzó un proceso largo y costoso. Su esposo fue detenido en dos centros diferentes y, tras varios intentos legales, a fines de septiembre recibieron una noticia devastadora: “Perdimos el caso y lo van a deportar”.

“Respeto mucho las leyes porque este país se basa en las leyes y el orden. Me hubiera gustado que el proceso fuera mucho más humano, más empático, porque no todos son criminales, no todos matan personas o vienen a robar, no todos vienen con el mismo propósito”, expresó el puertorriqueño.

Y agregó que su marido tiene “todos los impuestos al día, no tiene un solo ticket” por lo que no se justifica que lo tengan detenido “de esa manera”.

Un amor que sobrevivió a la distancia

La relación entre Santell y Rosario comenzó hace ocho años, en Florida. El venezolano se encontraba de vacaciones cuando se conocieron, pero su regreso al país fue imposible: el ICE lo detuvo en el aeropuerto y lo deportó a Venezuela, donde enfrentó discriminación por ser parte de la comunidad LGBT+ y persecución política.

El vínculo se sostuvo a pesar de la distancia. En 2020, cuando Santell perdió a su padre, atravesó una profunda depresión. “Fue tan duro, que él decidió cruzar la frontera con México”, relató.

Rosario ingresó nuevamente en 2022 y se entregó a las autoridades estadounidenses por temor a ser secuestrado. “Sabía que él tenía una deportación previa, pero las autoridades, en ese momento, lo detuvieron y le dieron acceso”, explicó el boricua. Desde entonces, el venezolano vivía bajo supervisión y con autorización para trabajar gracias a una orden del ICE.

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Ambos se casaron en 2023 y, un año después, presentaron el formulario I-130 para iniciar el trámite de residencia permanente. Ese proceso sigue en curso, pero la reciente medida judicial dejó su situación en el aire.

De las visitas semanales a verse tras las rejas de un centro de detención

Entre junio y agosto, Alejandro Rosario permaneció en el centro correccional de Karnes County, al sur de Texas. Santell lo visitaba cada semana. “Lo podía abrazar, le compraba comida y hablábamos desde una mesa”, recordó.

En esa etapa, el venezolano intentó mantener una rutina: tomaba clases de inglés, iba a misa y jugaba al fútbol.

A fines de agosto, el ICE lo trasladó al centro de Río Grande, en Laredo. Desde entonces, solo pudo visitarlo una vez. “Fue una película de terror”, recordó.

La cita se realizó detrás de un cristal cubierto por una reja, con poca iluminación y comunicación telefónica.

Gastos legales, fraudes y frustración

Santell explicó que el caso ya demandó unos US$20.000, de los cuales US$12.000 fueron solo para la representación legal. Sin embargo, consideró que la comunicación con su abogado fue “pésima” y que su esposo no se sintió bien defendido frente a la jueza de inmigración.

En su intento por buscar ayuda, el puertorriqueño casi cae en una estafa. Una persona se hizo pasar por abogada le ofreció llevar el caso por US$1500, mucho menos de lo que cobran los abogados especializados.

Cuando buscó el perfil real de la abogada, ella le respondió que no tenía ningún cliente con su nombre y le advirtió sobre el fraude.

Desde su casa, en Texas, Santell intenta mantener el ánimo y la comunicación con la familia de su esposo. Dijo que si es deportado, evalúa la posibilidad de mudarse a España o Canadá, pero que la visa vencida del venezolano dificulta cualquier plan, y regresar a Venezuela no es una opción viable.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/texas/es-boricua-y-denuncia-la-detencion-de-su-esposo-venezolano-en-texas-fue-a-su-cita-migratoria-y-el-nid08102025/

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