Fuerte rechazo de políticos e intelectuales a la defensa que hizo Javier Milei del falso video de Macri
Un fuerte rechazo generó en la oposición y en el campo intelectual las declaraciones del presidente Javier Milei, que se amparó en la libertad de expresión para defender la difusión del video ...
Un fuerte rechazo generó en la oposición y en el campo intelectual las declaraciones del presidente Javier Milei, que se amparó en la libertad de expresión para defender la difusión del video falso creado con inteligencia artificial, que con la imagen y la voz apócrifa de Mauricio Macri intentó confundir al electorado porteño horas antes de los comicios.
Dirigentes políticos y voces del mundo del pensamiento consultados por LA NACION encuadraron el episodio en un intento de fraude electoral, con la intención de hacer daño, como expresión de “la campaña sucia”, más que en el campo de la libertad de expresión.
Cuentas libertarias reproducen fake news y un video falso de Mauricio Macri a horas de la elección“La libertad de expresión está por encima de todo eso. Es una locura, eso de ir a perseguir a los que están en las redes sociales”, dijo Milei el martes por la noche, en diálogo con LN +, al denunciar que las críticas al video difundido por cuentas libertarias esconden el intento de “cercenar la libertad de expresión”.
La diputada nacional Karina Banfi (UCR-Buenos Aires) puso en duda los dichos de Milei sobre la libertad de expresión en redes sociales tras la difusión del video falso contra Mauricio Macri. “No se trata de libertad de expresión, sino de un fraude electoral que distorsiona la realidad y vulnera el derecho a una información veraz sobre los candidatos”, afirmó.
Según Banfi, ese tipo de contenidos afecta directamente el proceso de representación democrática. “Cuando se manipula la información en campaña, se condiciona el voto y se limita, en los hechos, la libertad de expresión”, dijo la legisladora, quien integra la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja.
Las expresiones del líder libertario fueron refutadas por el diputado nacional Pablo Carro (Unión por la Patria), presidente de la Comisión de Comunicaciones e Informática de la Cámara baja. Consultado por LA NACION, dijo que “la libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales más denostados por el presidente Javier Milei”.
“Fundamentalmente –explicó-, hace uso de una doble vara respecto de la conversación pública; en el caso de los videos fake de Mauricio Macri, invoca el ejercicio absoluto de la libertad de expresión y sostiene que ‘no hay que perseguir’. Sin embargo, cuando esas expresiones públicas tienen como destino su gestión de gobierno o su persona, el que persigue es él. Lo hace abiertamente, amenaza a periodistas con nombre y apellido, les inicia causas judiciales, los quiere silenciar. Lisa y llanamente”.
Carro sostuvo que “los videos emitidos en plena veda electoral mostraban una clara suplantación de identidad utilizando inteligencia artificial y por ello la justicia porteña investiga a los tuiteros del entorno presidencial. En el caso de las denuncias a periodistas, Milei no solo opinó haciendo ejercicio de su libertad de expresión, sino que usó su cargo para pedirle a la Justicia que aplique reglas sobre calumnias e injurias. Dos fiscales ya determinaron que no hubo delito. Son periodistas, haciendo su trabajo. El problema es que al Presidente no le gustaron sus opiniones”.
El diputado peronista consideró que “el Gobierno considera que la libertad de expresión es lo que Milei dice que es, y no otra cosa. Usa su investidura para llevarse todo puesto, quiere imponer su relato y, al mismo tiempo, ejerce e incita un odio que ya tiene consecuencias para muchos argentinos en su vida cotidiana. La situación es preocupante; están siendo erosionados los valores democráticos fundacionales de nuestro país”.
A Fernando Carbajal (Democracia para Siempre-Formosa), los dichos de Milei le generan “enorme preocupación, porque hay una contracara de la libertad de expresión, que es la responsabilidad en el ejercicio de esa libertad”. El diputado y exjuez federal afirmó, en ese sentido, que “la libertad de expresión no implica el derecho a hacer daño y el derecho a mentir, sino decir las cosas y asumir las responsabilidades consecuentes”.
“Estos son actos de mala fe, que se constituyen en verdaderos ataques contra el sistema democrático. Lo que sucedió horas antes de las elecciones porteñas claramente afecta la calidad del sistema democrático", dijo Carbajal.
Para la diputada Marcela Passo (Unión por la Patria-Buenos Aires), detrás del video se visualiza “la intencionalidad de hacer daño, por parte de quienes se esconden detrás del anonimato haciendo uso de nuevas tecnologías”. Estimó que “es cierto que esas tecnologías existen, que están al alcance de la mano y que en algún momento vamos a tener que tratar de encontrarle la vuelta también para regularlas”. Y afirmó que “de ninguna manera se los puede justificar detrás del argumento de la libertad de expresión”.
Por su parte, el diputado Christian Castillo (Frente de Izquierda-Buenos Aires) advirtió que el tema es preocupante, máxime cuando se sospecha que detrás de la divulgación de un video falso se encuentra el Estado. “Cuando están alentados desde el Estado, es obvio que no se puede tomar livianamente, porque tiene toda una maquinaria que los reproduce y ya no es libertad de expresión sino campaña sucia".
Contenido falso para confundirCategórico, el director ejecutivo de Poder Ciudadano, Pablo Secchi, dijo que “la libertad de expresión no tiene nada que ver con la posibilidad de crear contenido falso para confundir a propósito al electorado, para beneficiar a una agrupación política en particular”.
“La Justicia tiene que actuar fuertemente para que este tipo de acciones no se vuelva recurrente”, señaló Secchi.
Evaluó, además, que “el episodio es grave porque se orquestó pocas horas antes de la elección, en medio de la veda electoral, con lo cual había poco tiempo para desmentirlo, y poco margen para que actúe la Justicia” horas antes de la elección.
El politólogo Vicente Palermo sostuvo que “la brutalidad y la incoherencia de amparar la infamia en la libertad de expresión por parte de un Presidente es patente”.
Consideró que el líder de La Libertad Avanza está “en su etapa del síndrome de Hubris y eso incluye sentirse todopoderoso”. Estimó que “se enceguece y cree que está por encima de todo, de la ley, de lo fáctico y de la palabra: puede decir, sin el menor control, lo que quiere, porque su palabra es la ley”.
Palermo, miembro del Club Político Argentino, sostuvo que “Milei no es un maximizador de poder, presa de una sed insaciable de despotismo, sino algo más peligroso: un sicópata que cree en su misión, un mesiánico que está viviendo su Hubris, por eso para él vale todo”.
En ese análisis, el politólogo afirmó que “el Presidente considera que no tiene la menor importancia usar la libertad de expresión para defender una infamia y, al mismo tiempo, acusar a los periodistas de ser lo peor”.
“La resultante es que Milei puede considerar que diga lo que quiera será premiado, como en las elecciones del domingo. Puede creer que es impune su incoherencia y es premiada su exaltación”, concluyó Palermo.
El periodista Jorge Sigal también cuestionó la interpretación del Presidente. “La libertad de expresión, consagrada en la Constitución, no es una licencia para decir o hacer cualquier cosa. Así como el Estado debe garantizar su ejercicio sin restricciones, evitando presiones o represalias a quienes lo ejercen, aquellos que hacen uso de esa facultad no tienen carta franca para decir o hacer cualquier cosa: no borra otros derechos también protegidos por la ley”.
“Una noticia falsa o una falsificación -como fue el caso del video trucado del expresidente- nos coloca en una zona delicada y peligrosa. Sin dudas, las redes representan un nuevo desafío, ya que existen baches legales que deberán discutirse, pero el concepto de verdad no puede ser rifado así porque sí”, agregó Sigal.
Y prosiguió: “Es muy grave que sea el presidente de la Nación quien confunda libertad de expresión con la libre propalación de noticias truchas. Resulta inaudito y peligroso”.