Habló Lucila Klug, la diputada que le quiere poner un impuesto a los gases de las vacas
En medio de la polémica que generó en el agro la propuesta de la legisladora de Unión por la Patria (UxP) Lucía Lorena Klug de ...
En medio de la polémica que generó en el agro la propuesta de la legisladora de Unión por la Patria (UxP) Lucía Lorena Klug de cobrar un “impuesto” al gas metano emitido por las vacas -en el proceso digestivo- en la provincia de Buenos Aires, la diputada provincial cercana a Juan Grabois apuntó contra quienes se “burlaron” de la iniciativa. “No es una joda”, advirtió.
Así, la legisladora de Unión por la Patria, cuyo mandato vence la próxima semana, aseguró que el proyecto en cuestión fue presentado meses atrás, pero recién ahora cobró notoriedad.
Además, dijo que la idea generó todo tipo de burlas porque en un principio se vinculó a las flatulencias de las vacas. Pero sobre ello aclaró: “Son los eructos y es el estiércol de la vaca el que produce gas metano y es un tema muy serio, no es una joda”, aclaró en diálogo con LN+.
“La producción del gas metano contribuye al calentamiento global. Es un tema por el que ya hay acuerdos internacionales y Argentina no es parte de ello. Este gas es muy nocivo”, alertó la dirigente de Patria Grande.
Impuesto a los gases y eructos de las vacas: el testimonio de Lucía Klug, impulsora del proyecto“Más allá de eso, se tomó como un proyecto absolutamente fiscalista, pero lo que se busca es que nadie lo tenga que pagar. El proyecto lo que hace es promover que los productores tengan una política para mitigar el daño que producen”, apuntó la diputada provincial tras el aluvión de críticas que suscitó la iniciativa.
Según Klug, los productores deberían presentar un plan en el que den a conocer distintas formas de mitigar la producción de gas metano. “Un caso puede ser cambiar la alimentación de las vacas. Darles alfalfa en vez de granos y más hierbas”, ejemplificó la legisladora.
Asimismo, promovió la crianza de ganados en “campos abiertos” y no en feedlots, un ambiente que tildó de “nocivo” por ser propenso a la producción de gas metano. Al ser consultada sobre algún otro antecedente similar en el mundo, Klug sostuvo que en Dinamarca legisló al respecto, si bien no brindó mayores precisiones al respecto.
“Estamos hablando de una política de vanguardia, no es algo como muy común. De hecho, en Nueva Zelanda hubo avances, pero se echaron para atrás. Me parece que la Argentina siendo pionera en la producción ganadera, me parece que es un debate que tiene sentido empezar a dar”, reclamó la legisladora.
El proyecto legislativo impulsado por Klug advierte que la provincia de Buenos Aires “es una de las principales emisoras, generando un cuarto del total de Gases de Efecto Invernaderao (GEI) del país" por lo que dispone la creación de la “Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (Tamba)“.
Y sobre ello detalla: “Los sujetos obligados por la presente ley deberán abonar la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (Tamba), creada por esta misma ley. Esta tasa se aplicará y medirá en función de los kilogramos de co2e (Dióxido de Carbono Equivalente) emitidos en la producción de cada establecimiento, en función de mitigar la emisión de gas metano y hacer factible a largo plazo su actividad económica. Dicho peso de co2e será establecido en relación directa a la cantidad de cabezas de ganado que produzca la empresa y sus características productivas, conforme lo determine la reglamentación”.
Rechazo generalizadoEl proyecto de ley generó diversas críticas en el sector del agro y en el ámbito legislativo. Uno de los primeros en rechazar la iniciativa fue la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), cuyo presidente Ignacio Kovarsky, indicó: “Cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción”.
Desde la entidad cuestionaron en duros términos la presentación de Klug. “El metano se mide; la improvisación legislativa también… y emite mucho más. ¿Por qué no pensar una tasa para los legisladores improvisados?”, arremetieron.
“Ante la intención de crear una Tasa Ambiental sobre el Metano (TAMBA) en la Provincia de Buenos Aires, desde Carbap manifestamos nuestro absoluto rechazo a un proyecto que lejos de aportar soluciones, vuelve a cargar sobre los productores un costo sin sentido ni sustento técnico. La ganadería bonaerense ya sostiene una de las presiones impositivas más altas del país”, remarcaron.
No fueron los únicos que manifestaron sus reparos desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) también desestimaron el intento de imponer una tasa al metano bovino. “Que una diputada impulse cobrar un impuesto por los gases que emiten las vacas no es una discusión ambiental: es otra muestra de la capacidad de daño de dirigentes que, lejos de comprender cómo se produce en la Argentina, vuelven a atacar al sector que sostiene al país. Como señaló Carbap, ‘cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción’”, sentenciaron.
“Desde CRA necesitamos —y exigimos— dirigentes que trabajen a favor de la producción, no quienes creen ocurrencias desconectadas de la realidad del campo y de la ciencia. Si estas son las ideas que algunos proponen para ‘impulsar’ el sector, queda claro el tipo de liderazgo con el que pretenden que construyamos futuro", concluyeron al respecto.