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Hace 25 años, un arquitecto y un administrador de empresas a cargo de una fábrica familiar de muebles crearon una usina de diseño

Un galpón donde se amontonaban autos usados fue el punto de partida. Hace 25 años, cuando Palermo aún no tenía tantos apellidos, dos jóvenes emprendedores visualizaron su futuro en ese garaje ...

Hace 25 años, un arquitecto y un administrador de empresas a cargo de una fábrica familiar de muebles crearon una usina de diseño

Un galpón donde se amontonaban autos usados fue el punto de partida. Hace 25 años, cuando Palermo aún no tenía tantos apellidos, dos jóvenes emprendedores visualizaron su futuro en ese garaje ...

Un galpón donde se amontonaban autos usados fue el punto de partida. Hace 25 años, cuando Palermo aún no tenía tantos apellidos, dos jóvenes emprendedores visualizaron su futuro en ese garaje gigante, venido a menos, que se inundaba apenas caían dos gotas.

La idea era ambiciosa y la zona todavía no rankeaba en el GPS de la ciudad como la usina de tendencias en la que se convirtió con el tiempo. “Es aquí”, dijeron Esteban Iurcovich y Sergio Cantarovici, al frente de Manifesto. Esta usina de diseño de autor, equipamiento y mobiliario de vanguardia fue testigo de las transformaciones urbanas. La propia, en principio, ya que lo que empezó como un local hoy creció y abarca más metros y variedad de servicios.

“Abrimos el mismo día que renunció (Fernando) De la Rúa y se fue en helicóptero de la Casa Rosada”, recuerdan los socios. Ese 20 de diciembre de 2001, cuando el “que se vayan todos” sonaba en las calles, Iurcovich y Cantarovici cumplían un sueño compartido pese al abismo social y político que se asomaba.

Con el objetivo de acercar buen diseño al mayor público posible lograron representar firmas europeas de primer nivel. Así, en la vidriera de la calle Humboldt al 2100 —hoy corazón de Palermo Hollywood— brillaban íconos de Kartell, Emu o Et al, con sillas, banquetas, sofás y luminarias firmadas por diseñadores de la talla de Patricia Urquiola, Ron Arad, Philippe Starck y Alessi. Más tarde incorporaron la representación de las sillas ergonómicas y puestos de trabajo de Haworth. Y actualmente, sumaron el arte textil de Nanimarquina en alfombras y tapices.

Al catálogo de piezas internacionales que se lanzan en las ferias más relevantes del mundo, sumaron autores locales emblemáticos y reconocidos. Diseño de Autor es la sección que atesora líneas de diseñadores argentinos como Cristián Mohaded y Martín Wolfson, entre otros. Y clásicos, como el sillón Madrid de Horacio “Bucho” Baliero, quien les cedió los derechos para producirlo.

Mientras Sergio Cantarovici (57), arquitecto y fan del diseño, llegaba a la sociedad después de trabajar en proyectos de Real Estate, Esteban Iurcovich (57), administrador de empresas, gestionaba la fábrica familiar de muebles. “Mi papá, hijo de inmigrantes, fundó con sus hermanos una fábrica de archivos metálicos en Tucumán. Se casó, se mudó a Buenos Aires y retomó el negocio. Fabricaba sillas y muebles de oficina”, dice Iurcovich, tercera generación en el sector. “Queríamos un cambio, armar nuestra propia empresa, aunque el contexto fuera desalentador. Los 90 fueron un desastre para la industria nacional. Cerraron muchas fábricas con la apertura de la importación”, subrayan.

El garaje que arrancó como el espacio donde armaban piezas se seguía inundando con las lluvias. Tuvieron que elevarlo e instalar grandes escalones que todavía recuerdan el agua que ponía en riesgo los muebles. El nombre, Manifesto, surgió como homenaje al Manifiesto de la escuela Bauhaus, encabezada por Walter Gropius en 1919, que redefinió los principios de la enseñanza artística y arquitectónica en el contexto de la posguerra. Uno de los lemas principales era “la forma sigue a la función”, que postulaba que el diseño debía priorizar su propósito práctico antes que su decoración.

El crecimiento sostenido los ubicó como referentes de lo mejor del diseño internacional. Una caja de resonancia que se tradujo en la inauguración de una fábrica propia. Hace cinco años, desde Barracas, se especializan en carpintería y tapicería para proveer al mercado local. Hoteles, oficinas, instituciones, museos y viviendas forman parte del abanico de clientes que elige líneas de producción nacional. “Combinamos las novedades de afuera con nuestros propios diseños. Al argentino siempre le gustó el estilo europeo”, definen desde la primera planta del local donde se despliega Manifesto Museo, una expo de clásicos.

“La idea es difundir y valorizar el diseño a partir de una selección de piezas de mobiliario clásico desde principios del siglo XX hasta hoy. El espacio está abierto para estudiantes y profesionales que quieran descubrir cómo la cultura del diseño trasciende el tiempo y trasmite ideas y emociones a lo largo de la historia”, apuntan Iurcovich y Cantarovici.

Entre las joyitas, el BKF, un incunable creado en 1938 por los arquitectos Antonio Bonet, Juan Kurchan y Jorge Ferrari-Hardoy, integrantes del Grupo Austral y discípulos de Le Corbusier. Además, el Sillón Corona con Otomana (Paul Volther, 1964), un ícono del diseño danés inspirado en la columna vertebral. También, el sillón Womb y la mesa Tulip (Eero Saarinen, 1948 y 1956), y el sillón Egg (Arne Jacobsen, 1948), envolvente y escultural. Completan el acervo las poltronas, chaise longue y sillas de Charles y Ray Eames, y piezas de Le Corbusier y Mies Van der Rohe, entre otras piezas icónicas.

Por otra parte, los socios apuntan cuáles fueron los referentes argentinos que dejaron su impronta: “Alberto Churba, Ricardo Blanco y Bucho Baliero, precursores en todo sentido”, señalan.

A 25 años de transformar un garaje en una plataforma de diseño de autor, Sergio Cantarovici y Esteban Iurcovich confiesan que cuidar el vínculo, fomentar el respeto y gestionar la “familia” Manifesto —que emplea a más de 50 personas— es la clave de la continuidad. “Ser cuidadosos y promover la confianza nos permite seguir juntos en este espacio de crecimiento”, concluyen.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/conversaciones-de-domingo/hace-25-anos-un-arquitecto-y-un-administrador-de-empresas-a-cargo-de-una-fabrica-familiar-de-muebles-nid14122025/

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