“La Bestia 666″: el mago ocultista que lideró una secta, bebía sangre de animales y fue deportado por Mussolini tras la muerte de uno de sus seguidores
Muchos prefieren creer que, desde hace 78 años en el día de hoy, el mundo es un mejor lugar. Esto se debe a que se cumple otro aniversario de la muerte de Aleister Crowley, o “El hombre más ma...
Muchos prefieren creer que, desde hace 78 años en el día de hoy, el mundo es un mejor lugar. Esto se debe a que se cumple otro aniversario de la muerte de Aleister Crowley, o “El hombre más malo del mundo”, como supo apodarlo la prensa en la época. Se trata de un personaje oscuro de principios del siglo XX, que tuvo un resurgimiento a finales de los años 60, principalmente por el movimiento hippie y el rock.
Este hombre de muchos nombres fue una leyenda que mezcló el ocultismo con las drogas duras, las orgías con los espíritus malignos y el tarotismo con un narcisismo hipnótico: un hombre que fue un enigma que todavía muchas personas prefieren olvidar.
¿Quién fue Aleister Crowley?De la vida de Aleister Crowley se tienen algunas certezas, pero hay que poner todo en duda. Tal como lo afirman algunos medios de la época, como el Sunday Express de 1923 —donde se discute si no debería censurarse todo lo relativo a su persona—, se estima que nació el 12 de octubre de 1875 y murió el 1° de diciembre de 1947. Fue un ocultista, mago ceremonial, poeta, novelista y alpinista británico. También fue el fundador de la religión Thelema, que expresó en El libro de la ley, que le fue dictado por “Aiwass” —una voz divina— y lo posicionó como ministro de “Hoor-paar-kraat”, deidad que estaría vinculada con Horus, la figura más importante del antiguo Egipto, tal como Isis, a quien también veneraba.
Clowley, que provenía de una familia evangélica estricta, rechazó al rey de Reino Unido y al cristianismo en su adolescencia, ingresó al Trinity College de Cambridge en 1895 y adoptó el nombre Aleister, al explorar la poesía erótica, el montañismo y el escepticismo religioso.
En 1898 se unió a la Orden Hermética de la Aurora Dorada, una comunidad secreta de magia negra, de la que fue expulsado. Luego, escaló montañas en México con Oscar Eckenstein y, más tarde viajó luego a la India y a China para estudiar yoga, budismo e hinduismo.
Fue unos años más tarde, en 1904, ya casado con Rose Edith Kelly, que afirmó recibir el dictado de El Libro de la Ley, base fundamental de Thelema, cuya premisa central es “Hacé lo que quieras, esa será toda la Ley”.
Qué era Thelema, el movimiento sectario de CrowleyThelema era una filosofía de vida que muchos comparaban con un movimiento sectario, centrada en distintas máximas ligadas a la realización de la voluntad pura de cada individuo. Esta pseudoreligión despreciaba la normativa moral más allá de la búsqueda personal de la voluntad y proponía, a través de sus normas, modos de vivir ligados a la magia negra, al satanismo y a rezos enlazados con fuerzas malignas.
Se expresaba en El Libro de la Ley con normas como “Haz lo que tu quieras será el todo de la Ley”, “Si el Poder pregunta por qué, entonces el Poder es debilidad”, “Que mis servidores sean pocos y secretos: regirán sobre las mayorías y los reconocidos”, “Estoy arriba de vosotros y en vosotros. Mi éxtasis está en el vuestro. Mi goce es ver vuestro goce”, como si la voz de Crowley fuera la de un dios.
Entre sus párrafos, describía que el “estudio” del libro está vedado y que, luego de su lectura, la copia debía destruirse: “quien lo desatienda, lo hace bajo su propio riesgo, estos son extremadamente horrendos”. También prohibía poner en duda el contenido del libro, se posicionaba a sí mismo (Crowley en representación del dios) como juez de cada conflicto y acreditaba que “No hay ley más allá de la voluntad propia”.
Entre otras de sus definiciones misóginas, Crowley escribió: “Que todas las mujeres castas sean profundamente despreciadas en medio de vosotros”. En el libro Crowley desarrolló una fuerte defensa de las prácticas sexuales abiertas y fuera de restricción. El amor libre y las orgías eran aspectos centrales para entender la “conexión divina” que Crowley proponía.
Estas normas les daba a sus seguidores pautas para seguirlo y sembraban el campo para que él pueda aprovecharse de las vidas de quienes lo creían un maestro.
Fundación de distintas comunidades: Crowley empieza a tener seguidoresEn 1907, Crowley, de un magnetismo hipnótico, fundó la comunidad secreta A.A. (Astrum Argentum) para difundir el Thelema. Esta comunidad estaba inspirada en la cábala judía y en distintas prácticas budistas, además de las leyes expresadas en sus obras, y se organizó una estructura de grados que dirigían al individuo hacia la trascendencia del ego y el contacto con la magia.
Crowley también se convirtió en líder de Ordo Templi Orientis (O.T.O.), otra organización ocultista, adaptándola a sus prácticas sexuales y mágicas: “organizador de orgías paganas”, según describe el diario inglés Sunday Express.
Vale aclarar que ninguna de estas organizaciones ocultistas tenía una comunidad física establecida. De alguna forma, actuaban como sociedades secretas y buscaban el control de los puntos de poder en el mundo físico.
Durante la Primera Guerra Mundial vivió en Estados Unidos, colaboró con publicaciones proalemanas, experimentó con drogas, prostitución y magia sexual, y se autoproclamó “Master Therion”, o “La Bestia 666″, como lo describe un artista plástico que pintó su retrato, Jacob Kramer.
Luego del conflicto armado, Crowley se instaló en Cefalú (Sicilia, Italia), y fundó la Abadía de Thelema, una comunidad dedicada a la práctica colectiva de su filosofía de vida: “un estricto régimen”, describe la página oficial de Astrum Argentum.
Allí, vivió rodeado de seguidores que, junto a él, experimentaron con el ocultismo, la magia negra, rituales gnósticos y distintas prácticas satánicas. Además, el amor libre, las orgías y el uso de drogas duras fue habitual —y, muchas veces, abusivo—.
La comunidad de Crowley llegó a su fin en 1923, con la muerte de Raoul Loveday (apodo que había tomado Frederick Charles Loveday, un seguidor del mago), de 23 años, por fiebre tifoidea. Entonces, salieron a la luz todos los secretos de la comunidad sectaria. La esposa de Crowley, por ejemplo, lo culpó de rituales extremos, como beber sangre de gato, en The Sunday Express. Esto generó escándalo en la prensa británica y atrajo atención italiana.
Benito Mussolini, que ya estaba en el poder, ordenó la expulsión de Crowley y de sus seguidores ese mismo año.
Fue entonces que la prensa lo llamó “el hombre más perverso del mundo” y se discutió la posibilidad de censurar todo lo relativo a su persona.
Agotada su herencia en viajes y excesos, y luego de publicar El diario de un adicto a la droga (1922), donde recorría los efectos de la heroína y la magia, Crowley regresó a Inglaterra en los 1930 y vivió en Berlín con distintas parejas.
También visitó Lisboa, donde formó una amistad con Fernando Pessoa, e incluso fingió un suicidio en Boca do Inferno. Tras una investigación policial, el ocultista apareció sano y salvo en la inauguración de su propia exposición de arte en Berlín, para sorpresa de todos.
Más tarde publicó El libro de Thoth (1944), en el que interpretó un tarot diseñado con la artista Frieda Harris.
Adicto a la heroína, Aleister Crowley murió pobre y solo a los 72 años, el 1° de diciembre de 1947.
El legado Crowley en la música y el movimiento hippieLos años 60´ estuvieron marcados por distintas revoluciones, como la estudiantil, la sexual y la musical. En este época, muchas personas se interesaron por los postulados de Crowley, en tanto a la libertad del espíritu, a la exacerbación sexual, a su conexión con el pasado y el uso de drogas. En particular, la comunidad hippie fue uno de los grandes grupos que retomó sus ideas.
El satanista fue elevado como un líder de la anticultura, principalmente por haber roto con ideas políticas monárquicas, con las grandes religiones y por exponer con una gran capacidad comunicativa la existencia de una trascendencia del espíritu mucho más profunda a la que muchas de las religiones tradicionales enfocan.
El uso de drogas y el libertinaje sexual, muy profundo en distintos grupos de la década de los 60´ y 70´, fue otro de los aspectos por los que muchas personas retomaron la figura de “La Bestia 666”.
Su influencia en la cultura también fue relevante. Desde aparecer en la populosa portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (los Beatles, 1967), pasando por el fanatismo de Jimmy Page (Led Zeppelin) con el ocultista o el tema “Mr. Crowley”, de Ozzy Osbourne, el mago fue reivindicado por su conexión con distintas filosofías alternativas, la búsqueda de la conexión con el “más allá” y el sentimiento de un espíritu colectivo de revolución.
También, el autor Somerset Maugham escribió la novela El mago haciendo una caricatura literaria de Crowley con su personaje Oliver Haddo, nombre relacionado de diversas formas al ocultista.
Incluso, Crowley era conocido por sus juegos de palabras y el rock tomó algunas de sus experimentaciones para probar sonidos que tuvieran sentido si los discos sonasen al revés, o también la inclusión de mensajes escondidos en las grabaciones. Por lo menos eso dicen algunas leyendas que los mismos músicos de la época repiten.
Las casas de Crowley: residencias llenas de música, espíritus y muertesHoy en día, la casa donde funcionó la Abadía de Thelema sigue en pie, aunque está abandonada. Muchos seguidores de la magia negra visitan el lugar con fanatismo y realizan ritos paganos. Sin embargo, los vecinos intentaron muchas veces de santificar el lugar, incluso con dibujos sacramentales en las paredes.
Aleister Crowley volvió a ser furor cuando Jimmy Page, de Led Zeppelin, compró una mansión que había sido habitada por el mago entre 1899 y 1913. El guitarrista de rock, que tuvo una vida ligada al ocultismo, la mantuvo en su poder varios años y afirmó que estaba embrujada.
Otra residencia fundamental en la historia del rock es el edificio Dakota. Esta construcción, en la zona Oeste de Nueva York, también cuenta con el mito de estar embrujado tras los meses, a principios del siglo XX, en los que Crowley vivió allí y realizó ritos satánicos. Esto convirtió a la esquina en un lugar de culto para los fanáticos del satanismo.
El edificio fue el símbolo de una tragedia cuando el director Roman Polansky lo eligió para rodar el clásico de terror El bebé de Rosemary. Durante la filmación, el equipo experimentó extraños sucesos que lo diezmaron, y la protagonista, Mia Farrow, sufrió un desequilibrio nervioso y se separó de Frank Sinatra. El director recibió amenazas de ocultistas para que dejara de grabar, pero no se detuvo. Sin embargo, el 8 de agosto de 1969, la secta liderada por Charles Manson ingresó a la casa de Polanski en Hollywood, Los Ángeles, y asesinó brutalmente a cinco personas, incluida su esposa, Sharon Tate, embarazada de ocho meses y medio. Muchos vincularon este hecho con la amenaza que le habían hecho al director por grabar en el Dakota.
Tal vez la tragedia más resonante en el mudo de la cultura que protagonizó el Dakota fue el asesinato de John Lennon, el 8 de diciembre de 1980, en la entrada del edificio. Mark David Chapman, cuando el músico llegó, le disparó cinco tiros por la espalda y mató al exBeatle. Más tarde, afirmó —para CNN— haberlo hecho porque una voz en su cabeza le decía: “Hacelo, hacelo, hacelo”.