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“La casta sindical suspendió tu vuelo”: el mensaje en Aeroparque que anuncia una jornada de paro y complicaciones

Al mediodía de este martes 10 de junio, el Aeroparque Jorge Newbery todavía parecía funcionar con la precisión habitual de un día cualquiera. Las pantallas de partidas anunciaban vuelos “en ...

“La casta sindical suspendió tu vuelo”: el mensaje en Aeroparque que anuncia una jornada de paro y complicaciones

Al mediodía de este martes 10 de junio, el Aeroparque Jorge Newbery todavía parecía funcionar con la precisión habitual de un día cualquiera. Las pantallas de partidas anunciaban vuelos “en ...

Al mediodía de este martes 10 de junio, el Aeroparque Jorge Newbery todavía parecía funcionar con la precisión habitual de un día cualquiera. Las pantallas de partidas anunciaban vuelos “en horario”, los pasajeros avanzaban con paso decidido hacia los mostradores de embarque, y los cafés rebalsan de bandejas con medialunas tibias. Sin embargo, algo vibraba fuera de lugar. Una frase proyectada en bucle en las principales pantallas del hall central captaba la atención de todos los que alzaban la vista: “La casta sindical suspendió tu vuelo con fines políticos sin hacer ningún reclamo”. La firma era de la Secretaría de Transporte de la Nación.

“Estos son unos vagos”, dijo Silvia, de unos sesenta años, cuando se detuvo a leer el cartel antes de seguir hacia el sector de embarque. Viajaba a Salta para visitar a su hermano enfermo. “Después se quejan de que la gente los insulta… Parar sin reclamo, ¿qué clase de lucha es esa?”.

El reclamo

La medida de fuerza todavía no comenzó. El paro convocado por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) comenzará a las 18 y se extenderá hasta las 2 del miércoles. Reclaman al Gobierno por “incumplimientos convencionales, retraso en la pauta salarial y la ausencia de una estrategia clara y sostenible para el futuro de la compañía”. Desde Aerolíneas Argentinas ya se anticipó la cancelación de 22 vuelos y la reprogramación de otros 28. En total, se verán afectados más de 6000 pasajeros, y la empresa estima pérdidas por 1,1 millones de dólares.

Pero a las 12, nada de eso parecía haber llegado del todo. En los monitores de partidas, los destinos todavía figuraban con horarios asignados. En las salas de espera había tranquilidad. Solo algunos sectores puntuales comenzaban a mostrar signos de presión.

Uno de ellos es el punto de atención de Aerolíneas Argentinas. Marta Peloni, de 62 años, esperaba con su pasaje a Córdoba en la mano y dos valijas de cabina apoyadas junto a sus pies. Se abanicaba con un papel doblado mientras se sacaba el saco. “Iba a ver a mis sobrinas, una tuvo un bebé hace poquito. Hoy a la tarde tenía el vuelo. Quiero ver si me lo cambian, o si sale. Pero no me dicen nada claro. Nadie sabe nada. Eso es lo peor”, contó. “Y la verdad, si ya lo suspendieron, que avisen. Es una falta de respeto, uno organiza sus cosas, junta la plata… no pueden decidir todo en una mesa y dejarnos tirados”.

La información circulaba de boca en boca. Algunos pasajeros revisaban sus celulares, chequeaban redes sociales o reenviaban capturas con horarios tachados. Otros llegaban al aeropuerto sin saber siquiera que había un paro convocado.

Pasajes de último momento

En el sector de Flybondi, en cambio, había un movimiento sostenido. Varios pasajeros que se acercaban lo hacían con la esperanza de conseguir un pasaje alternativo a último momento. No era fácil: los asientos disponibles eran escasos y los precios, altos. “Quiero llegar como sea”, señaló un joven de mochila y gorra, que prefirió no dar su nombre. “Vengo de una entrevista en Buenos Aires y me tengo que volver a Mendoza. Ya gasté todo lo que tenía. Si me quedo una noche más, no llego ni al colectivo”.

Una escena más tensa se vivió frente al sector de embarque, donde un hombre mayor apoyaba su valija con un gesto de agotamiento. Se llama Luis Herrera, tiene 81 años y venía de Bahía Blanca. “Estuve un mes ayudando a mi hermana después de la inundación. Pinté, arreglé cosas, la acompañé. Pero ya tenía todo programado para volver hoy. Saqué el pasaje con tiempo, me tomé el micro hasta acá, y pensaba comer algo y esperar el vuelo”, contó a LA NACIÓN. “Recién mi hija me mandó un mensaje desde Jujuy, ‘Pa, fijate si volás hoy’. Yo no entendía. No sabía que había paro. No manejo estas cosas, tengo celular, pero no me entero. Fui a atención al cliente y me dijeron que me pasaron el vuelo para dentro de una semana. Les expliqué que no tengo cómo quedarme, que no tengo plata, que no tengo a nadie en Buenos Aires. Y me dijeron, si no puede esperar, compre otro pasaje. ¿Con qué plata?”

Herrera interrumpió la historia con un gesto cansado. “Le dije a mi hija que no sé qué hacer. Tal vez me toque dormir acá. Ojalá alguien me ayude”, dijo. Minutos después, una trabajadora del aeropuerto se le acercó y lo acompañó hacia otro sector, prometiéndole asistencia. Su figura se alejaba arrastrando la valija y el desconcierto.

En los pasillos, algunos se acercaban a los monitores con desconfianza. Miraban los horarios como si esperaran que de pronto algo cambiara. Otros llamaban por teléfono y repetían frases que ya se volvieron comunes: “¿Vos tenés idea si salimos?”, “¿Viste lo del paro?”, “A mí no me avisaron nada”.

“Estamos en la previa”, dijo un trabajador del sector de embarque, que pidió no ser identificado. “Ya nos avisaron qué vuelos están caídos, pero no se refleja en pantalla hasta último momento. La orden es mantener la calma hasta el inicio de la medida. Después, ya sabés cómo es: la gente explota cuando le tocan el pasaje”.

Cerca del ingreso a la zona de preembarque, un grupo de chicos jugaban con valijas como si fueran autos. Un padre los miraba distraído mientras revisaba su celular y suspiraba. Una pareja discutía si cambiar el vuelo “por las dudas”. Una empleada de Flybondi le explicaba a una pasajera que ya no había lugares para esta noche.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/la-casta-sindical-suspendio-tu-vuelo-el-mensaje-en-aeroparque-que-anuncia-una-jornada-de-paro-y-nid10062025/

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