La curiosa piedra que el presidente Rodrigo Paz le obsequió a Javier Milei tras el acto de asunción
Luego de asumir la presidencia de Bolivia, Rodrigo Paz se reunió con Javier Milei. ...
Luego de asumir la presidencia de Bolivia, Rodrigo Paz se reunió con Javier Milei. En un encuentro distendido, ambos cruzaron elogios y agradecimientos, y el flamante mandatario manifestó su interés en impulsar una reunión bilateral que permita avanzar en una “agenda en común” entre los dos países que integran el Mercosur. Pero la buena sintonía se evidenció también al momento de intercambiar regalos. Es que Paz le obsequió un mineral oriundo de allí llamado la “bolivianita” que despertó la fascinación del jefe de Estado. “Me encanta y encima es de color violeta”, manifestó Milei en alusión al tono que representa a La Libertad Avanza (LLA).
Durante el encuentro, del que también participaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el canciller, Pablo Quirno, Paz expresó su cercanía con la Argentina, al aclarar que se crió en Tarija, una ciudad al sur de Bolivia que limita con Salta y Jujuy.
“Muy poca gente sabe que en Tarija hacemos muy buenos vinos y les voy a dar para que se lleven junto a un mineral que le llamamos la bolivianita”, señaló Paz. Acto seguido, la comitiva de aquel país le entregó a Milei una piedra de tonalidad violeta, que suscitó todo tipo de halagos por parte del jefe de Estado argentino.
“Según el crisol que se le dé, el perfil genera los tres colores”, explicó Paz a Milei, en alusión a las distintas tonalidades que adquiere este mineral, que se caracteriza por ser una fusión natural de la piedra amatista, de color violeta, y el citrino, más bien amarillo.
“Hoy es violeta y es el color nuestro. La libertad Avanza es de color violeta”, se jactó Milei en un gesto de complicidad política con los allí presentes. Por su parte, desde el Gobierno le entregaron a Paz un bolso de “cuero argentino” que el nuevo mandatario se encargó de decir que muy probablemente será utilizado por sus hijas. “Es una belleza, solo que no me da a durar”, bromeó el jefe de Estado boliviano, junto a su mujer y Primera Dama, María Elena Urquidi.
Además de ello, Paz manifestó su intención de coordinar próximamente una bilateral con Milei, a fines de “retomar una agenda común para una nueva etapa”. Acto seguido, Milei contestó: “Sos bienvenido quedate tranquilo. Que lo coordinen los cancilleres. Va a ser una linda reunión”.
Para el Gobierno, la llegada de Paz al poder representa el fin de un ciclo de 20 años de gobiernos socialistas en el marco de la peor crisis económica del país vecino en cuatro décadas.
Además, conlleva la posibilidad de incorporar a un nuevo aliado en la región tras dos años de frialdad con la administración de Luis Arce, sucesor de Evo Morales, quien manejó el poder en Bolivia durante las últimas dos décadas.
Así, el mandatario comparó la situación de Arce con la suya al asumir y le ofreció su ayuda para lo que necesita durante su Gobierno. “Yo sé lo que estás recibiendo, te lo puedo decir por experiencia propia. En lo que creas que podamos ayudarte a la orden”, sostuvo Milei.
Milie llegó al país andino tras una semana de actividades que incluyó la disertación en el America Business Forum en Miami y una visita de carácter espiritual a Nueva York. En Bolivia, la agenda del mandatario argentino incluye un breve apartado con el presidente entrante y la asistencia a la entrega del bastón de mando de Arce a Paz Pereira. Luego, regresará a Buenos Aires.
La asunción de PazPaz Pereira juró este sábado levantando la mano derecha ante la Biblia y una cruz. Su vicepresidente y exoficial de la policía Edmand Lara le tomó juramento. “Dios, familia y patria. ¡Sí, juro!“, expresó. Luego, recibió la banda y las medallas presidenciales. El nuevo mandatario inicia su administración tras ganar el balotaje de octubre con el Partido Demócrata Cristiano.
Su llegada cae durante una fuerte crisis económica provocada por la escasez de dólares y de combustibles. Arce había agotado casi todas las reservas de divisas durante su gestión con el objetivo de sostener una política de subsidios universales a la gasolina y al diesel. La crisis había afectado al transporte y la producción agropecuaria, lo que provocó una fuerte suba de los precios de los alimentos.