La justicia argentina ya investiga el caso de la pintura robada por un funcionario nazi que apareció en Mar del Plata
MAR DEL PLATA.- La esperada derivación judicial del caso de una ...
MAR DEL PLATA.- La esperada derivación judicial del caso de una pintura robada por un funcionario nazi ubicada en la Argentina llegó esta mañana desde la Fiscalía Federal de Mar del Plata. A partir de presentaciones de Interpol y de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ya se investiga la existencia en una casa de la calle Padre Cardiel de una obra de arte (Retrato de dama, del italiano Giuseppe Ghislandi) que en la base de datos de la Agencia de Patrimonio Cultural de Países Bajos aparece denunciada como sustraída en 1940. La causa quedó a cargo del fiscal Carlos Martínez, al frente de la unidad de Atención Inicial.
Personal de la policía federal y oficiales de justicia allanan en este momento la casa de Parque Luro donde se encontraría el cuadro.
Más allá de la relevancia histórica de la pieza, hasta acá el caso tiene ribetes “surrealistas” por la forma en la que los investigadores dieron con el paradero de la pintura en la Costa Atlántica: a través de una fotografía publicada en un aviso de venta de una inmobiliaria.
En el rubro relatan que al momento de tomar imágenes de una vivienda para publicar en el catálogo digital, el propietario suele vedar algún espacio por elementos que hacen a la intimidad o, por ejemplo, desplazar retratos familiares para que no queden a la vista referencias a quienes son parte de la historia o vida cotidiana de ese hogar. Por eso sorprende que, casi con aires de inocencia, se le haya pasado por alto al vendedor que en una de la paredes centrales del living de este chalet en venta se exhibía con distinción un cuadro de época y destacadas dimensiones que arrastra una historia de más de tres siglos con destino dramático: Retrato de dama fue robado en Holanda por las fuerzas nazis durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial y reconocido por un equipo de periodistas de un medio de Rotterdam cuando lo vieron en un aviso por Internet.
El caso, que se dio a conocer ayer en una nota periodística del periódico Algemeen Dagblad (AD), de Rotterdam, volvió a poner el foco el destino de gran cantidad de obras sustraídas al galerista judío Jacques Goudstikker en el marco de la avanzada del Tercer Reich, mecanismo entendido como el acopio de piezas de alto valor de mercado que el gobierno de Adolf Hitler vendía para hacerse de fondos destinados a financiar su aventura bélica. Retrato de dama sería una de ellas.
El mérito del descubrimiento corresponde al periodista Peter Schouten, corresponsal en Argentina, y colegas de redacción de AD que en una investigación que llevaba casi una década estaban tras los pasos de familiares de Friedrich Kadgien, un funcionario de la estructura nacional socialista alemana que logró huir hacia América e instalarse en Buenos Aires, donde falleció hace unos 25 años.
El corresponsal de AD llegó en Mar del Plata hasta el que sería el domicilio de una de las dos hijas de Kadgien, en el barrio Parque Luro de esta ciudad, una coqueta y muy concurrida zona próxima a la Avenida Constitución. Allí no tuvo suerte en dar con la mujer, pero sí advirtió que la casa estaba en venta. Tomó nota de la inmobiliaria, navegó en su sitio web, encontró esa casa donde había estado horas antes y con las fotos publicadas de las distintas dependencias advirtió la presencia del cuadro en cuestión. Se trata de un retrato que Ghislandi hizo de quien sería la condesa Colleoni, allá por fines del siglo XVI o principios del XVII.
LA NACION estuvo esta mañana en ese domicilio con la misma suerte que los colegas de Rotterdam: timbre que suena, perro de ladrido que delata buen porte, persianas a medio levantar pero nadie que responda a la visita. Y ya sin ningún cartel de venta. El domicilio responde al chalet publicado oportunamente por Robles Casas & Campos y se mantiene en reserva, por obvias razones.
Desde la inmobiliaria evitaron dar mayores detalles sobre el caso en cuestión. En diálogo con LA NACION, un ejecutivo de la firma confirmó que ese chalet fue parte de la cartera de productos en venta desde comienzos de este año. “Ya no lo tenemos”, confirmaron en estas últimas horas, sin dar precisión sobre el momento en se lo retiró de la venta. “Nosotros solo hicimos una publicación”, remarcaron para despegarse de esta inesperada trama que derivó una operación inmobiliaria.
LA NACION también relevó, en coincidencia con la trascendencia pública que tuvo el caso, tanto la escena judicial y policial de la jurisdicción para certificar si había algún avance de reclamo o presentación referida a la supuesta presencia de esta obra de arte denunciada como robada hace más de 80 años. Todas las respuestas fueron negativas. Y solo una de esas fuentes habilitó algo de optimismo para una eventual hipótesis del tema en tribunales: “Seguro algo va a haber”, arriesgó sin mayores detalles y apenas guiado por el alto perfil del caso, con impacto internacional. Su olfato hoy le dio la razón esta mañana, con causa abierta.