La preocupación de miles de cubanos que permanecen en un limbo migratorio tras la llegada de Trump este 2025
La política migratoria de Donald Trump puso en alerta a la comunidad cubana en Estados Unidos. La revocación de beneficios y los ...
La política migratoria de Donald Trump puso en alerta a la comunidad cubana en Estados Unidos. La revocación de beneficios y los arrestos recientes generaron preocupación, incluso entre los seguidores más leales del presidente republicano. Aunque muchos votaron por él, sus nuevas medidas dejaron a miles en riesgo de deportación y sin certezas sobre su futuro.
Exiliados de Cuba entre la gratitud y el temor en Estados UnidosLa comunidad cubana en Florida tradicionalmente respaldó a Trump, pero ahora muchos se sienten traicionados. El cantante Eliéxer Márquez, conocido como El Funky y autor del himno “Patria y Vida”, reveló que recibió una orden de salida en 30 días pese a su apoyo público al presidente republicano.
Según informó Associated Press, un ejemplo es el caso del restaurante Versailles de Miami, ícono del exilio cubano, donde el apoyo a Trump sigue siendo visible. Rafael Nieto, de 83 años, incluso lucía con orgullo una gorra republicana.
Sin embargo, otros empezaban a cuestionar a Trump, que visitó este icónico café dos veces durante su última campaña. Tony Freitas, exiliado del Mariel en 1980, dijo que “la gente está temblando”. Según él, “por cualquier cosa podrían ser deportados”.
Trump eliminó la protección humanitaria para miles de cubanosEn marzo, el gobierno de Trump revocó el permiso humanitario temporal de 300 mil cubanos que habían llegado a Estados Unidos en los últimos años. Muchos de ellos quedaron detenidos y enfrentan procesos de deportación inmediatos.
Según relató AP, el caso de Tomás Hernández, un exagente de inteligencia cubano de 71 años, marcó un giro. Fue arrestado en Miami por ocultar sus vínculos con el Partido Comunista al obtener la residencia permanente. El hombre había trabajado en el departamento “Norteamérica” de la agencia de espionaje de la isla. Según Enrique García, excolega y desertor, “no se puede estar en ambos bandos”.
Eduardo Gamarra, experto en Latinoamérica, afirmó en el mencionado medio que la detención de Hernández fue “un regalo político para los intransigentes cubanoestadounidenses”. Pero advirtió que algunos en la comunidad lo ven como “una traición”.
Críticas internas y señalamientos públicos a legisladores republicanosLos demócratas reaccionaron con dos carteles gigantes en autopistas de Miami, en los que acusan de “traidores” al secretario de Estado, Marco Rubio, y a los legisladores cubanoamericanos republicanos. Entre ellos:
Mario Díaz-BalartMaría Elvira SalazarCarlos GiménezGiménez elevó la tensión al enviar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) una lista con 108 supuestos exfuncionarios cubanos para su deportación.
Luis Domínguez, que dejó Cuba en 1971 con gran resentimiento, fue quien confeccionó este presunto listado. Hoy, el exiliado mantiene un sitio web, conocido como Represores Cubanos, que identifica a presuntos represores del régimen.
Domínguez afirmó que “persiguen el sueño americano, pero antes lo condenaban”. Dijo colaborar con autoridades federales, aunque el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) no confirmó oficialmente esa relación.
Domínguez, de 62 años, también relató cómo engañó a Antonio, el hijo de Fidel Castro, en 2009 mediante una identidad falsa en internet, cuando esto aún era una novedad en Cuba. “Yo sueño con ver a mi país libre”, comentó desde Connecticut.
Obstáculos legales y logísticos para las deportaciones de cubanosSin embargo, deportar masivamente a los cubanos es más difícil de lo que parece. La ley estadounidense prohíbe el ingreso de excomunistas, pero muchos ya están en el país norteamericano y tienen residencia.
Según Witness at the Border, solo un avión mensual con 60 personas vuela a Cuba. A ese ritmo, llevaría casi 700 años repatriar a los 500 mil cubanos sin estatus que llegaron durante el gobierno de Joe Biden.
La administración Trump insiste en que se usarán todas las herramientas disponibles para remover a extranjeros ilegales peligrosos. Sin embargo, los recursos logísticos son limitados.