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Lanús fue campeón de la Sudamericana de la mano de los referentes: Izquierdoz, Salvio, Marcelino y Laucha Acosta

ASUNCION (Enviado especial).- Carlos Izquierdoz volvió a Lanús a mediados de 2024 con dos intenciones: recuperar el nivel tras una temporada con altibajos con Sporting Gijón e intentar ganar alg...

Lanús fue campeón de la Sudamericana de la mano de los referentes: Izquierdoz, Salvio, Marcelino y Laucha Acosta

ASUNCION (Enviado especial).- Carlos Izquierdoz volvió a Lanús a mediados de 2024 con dos intenciones: recuperar el nivel tras una temporada con altibajos con Sporting Gijón e intentar ganar alg...

ASUNCION (Enviado especial).- Carlos Izquierdoz volvió a Lanús a mediados de 2024 con dos intenciones: recuperar el nivel tras una temporada con altibajos con Sporting Gijón e intentar ganar algo con el club en el que se formó. Cuentan los que más conocen la intimidad del plantel que, apenas cerró el acuerdo para su regreso, el defensor llamó a Eduardo Salvio, que se iba a desvincular de Pumas, de México, para que también evaluara el regreso a la institución en la que se formó.

Palabras más o menos, Cali le dijo: “Toto, con el plantel que hay, si venís estoy seguro de que vamos a pelear y a estar muy cerca de algún título”. Salvio también puso la firma y Lanús recuperó a dos baluartes de la casa, que se sumaron al talento de Marcelino Moreno y a la tenacidad de Lautaro Acosta. Y la historia terminó bien, con la conquista de la Copa Sudamericana tras la victoria ante Atlético Mineiro, de Brasil, por penales (5-4) luego del 0-0 en el tiempo regular.

Los cuatro forman parte de una base experimentada, que siente al club y que, cada uno en sus momentos, no dudaron en abrazar nuevamente la camiseta granate. Volvieron a tiempo.

“Fuimos campeones porque tenemos un grupo extraordinario, un cuerpo técnico increíble y dirigentes que dan todo por Lanús. Y, sobre todo, por la gente, que nos apoya y exige”, dijo Izquierdoz a LA NACION, sobre una conquista de la que se hablará mucho tiempo.

Mauricio Pellegrino descansa en Lanús sobre el liderazgo de Izquierdoz en el vestuario. Cada vez que puede, el entrenador destaca la personalidad del zaguero y les inculca a los más jóvenes a imitar sus pasos y conducta. Algo parecido ocurre con Salvio.

De Izquierdoz para Acosta

"LAUCHA SE LO MERECÍA MÁS QUE NADIE. ES TODO EN ESTE CLUB"

Cali Izquierdoz elogió al Laucha Acosta tras lo que fue la consagración de Lanús ante Atlético Mineiro en la Copa Sudamericana pic.twitter.com/NakKogF6bQ

— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) November 23, 2025

“Lo fundamental es la unión del grupo. Esto no es el esfuerzo de un partido. Es el de muchos días y noches, siempre tratando de pelear y de estar a la altura. Junto con la gente nos fuimos ganando un respeto. No sé si con esto Lanús queda a la altura de los grandes, pero sí que merece mucho reconocimiento”, afirma Toto.

Acosta es el símbolo de la pertenencia en el club. Quizá el que todo chico con aspiraciones tome como modelo deportivo de identificación con el club. Se consagró campeón como uno de los juveniles con mayor proyección en el Apertura 2007, en un recordado equipo dirigido por Ramón Cabrero. Fue vendido a Sevilla, de España, por una fortuna para la época, cerca de 10 millones de dólares y volvió al club joven y en plenitud.

En Europa no pudo levantar vuelo. También pasó por Racing de Santander sin demasiado suceso. Hasta que Boca se fijó en él y lo contrató en 2012. Una marcha irregular por el Xeneize lo trajo de nuevo a Lanús, donde inmediatamente recuperó su mejor forma. De ahí en más fue casi imparable: ganó la Copa Sudamericana 2013, el torneo Inicial 2016, la Copa Bicentenario 2016 y la Supercopa Argentina 2017 y, ahora, la Sudamericana 2025.

Fue tan desequilibrante que no le faltaron ofertas para irse del país por cifras millonarias. Es cierto que de mercados menos trascendentes que el europeo, como México, Arabia Saudita y hasta China, pero las cifras eran muy tentadoras. Él nunca dudó. Los hinchas ya le profesaban un cariño único. Ni que hablar con la estatua que el club descubrió a principios de 2019.

Ahora, a los 37 años, en la puerta del retiro, Acosta cosecha todo lo sembrado. “Mi rodilla dice que es hora de parar”. El único lunar en su carrera fueron los problemas personales con su pareja que lo llevaron a la Justicia. A mediados de 2023, el club lo licenció hasta que el caso se resolvió entre las partes.

“¿El penal? Quise patearlo como lo hubiera hecho cualquiera de los hinchas. Con todo para arrancarle la cabeza al arquero. Era el penal más importante de mi vida, pero el destino tenía preparada otra jugada. Pero ya está. Quedó en una anécdota. Si perdíamos por mi culpa, me mataba, sostuvo el Laucha.

Izquierdoz, al igual que Acosta campeón en la Copa Sudamericana 2013, también volvió de España con la intención de retirarse en el club. Desde que partió del Granate, en 2014, pasó por Santos Laguna (México), Boca y Sporting Gijón (España). Volvió como se fue, como uno de los caudillos dentro y fuera de la cancha, con carácter y ascendencia sobre los más jóvenes.

Vaya coincidencia, otro referente surgido en Lanús también pasó por Boca: Salvio, que pegó la vuelta en el mismo momento que Izquierdoz. Tras haberse puesto bien físicamente, Toto fue de menor a mayor en esta segunda etapa en el club. “No tuve que pensarlo mucho cuando me decidí a volver. Mi idea es ganar algo con el club en el que empecé y me dio todo. Estoy muy feliz de estar acá. Lanús me transformó en el jugador que soy”, aseguró, a los 35 años.

“Me ayuda mucho contar con líderes como Izquierdoz, Salvio, Acosta y otros jugadores de experiencia, fundamentales en el día a día. En cualquier vestuario, el liderazgo es un capital. Este es un grupo muy autogestivo, con referentes que marcan caminos y pautas, que son ejemplos para los demás, no solo con palabras, sino con hechos, y que mantienen la motivación de competir al máximo”, le dijo Pellegrino a LA NACION.

Salvio fue otro de los talentos de las inferiores que emigró joven y cuya transferencia le dejó un buen dinero al club. En 2010, a los 19, Atlético de Madrid se aseguró al delantero por casi 12 millones de dólares. Aunque su casa en Europo fue Benfica, donde jugó entre 2010 y 2019. En el medio, disputó el Mundial de Rusia con el seleccionado argentino dirigido por Jorge Sampaoli.

Más acá, lo conocido, su paso por Boca, la escala en Pumas, de México, y la vuelta a casa, Lanús, a mediados de 2024.

“Son todos jugadores muy comprometidos con la institución. Tenemos hombres de experiencia y de mucha valía. Eso es fundamental para el grupo porque los chicos tienen de dónde aprender y reflejarse”, afirmó Nicolás Russo, presidente de Lanús, a LA NACION.

El póquer se completa con Marcelino Moreno, otro talento natural de Lanús. Marcelino también buscaba su primer título con el club, ya le tocó ser parte del plantel de primera en tiempos de irregularidad deportiva y de un recambio al que le costaba asentarse.

El N° 10 fue vendido a Atlanta United, de Estados Unidos, en 2020, por casi 7 millones de dólares. Tras dos años en la MLS probó suerte en Coritiba, de Brasil, pero a principios de 2024 decidió volver al lugar que más cómodo sentía. Eran tiempos de turbulencias, en los que Lanús no despegaba y podía complicarse su permanencia en la A. Moreno fue decisivo para salir del mal momento a puro amague y gambeta.

Al principio le costaba llegar al gol. Tanto que transcurrieron casi tres años, y 81 partidos, hasta que Marcelino pudo festejar en Lanús, en la victoria ante Belgrano por 2-1. Tímido, poco afecto a las palabras, Moreno no tuvo su mejor partido en la final, pero sí fue determinante durante la campaña.

“Es muy lindo salir campeón con este club, que no es fácil. Pero desde que ponemos un pie acá nos inculcan que tenemos que pelear cosas importantes”, sentenció Izquierdoz. En el final del partido quedó una imagen que resume la idea a la perfección. El zaguero le cedió la cinta de capitán a Acosta, que entró cuando faltaban dos minutos para que se cumpliera el tiempo adicionado.

“Laucha se lo merecía. Es todo en este club, importantísimo en el vestuario. Era el que nos daba energía cuando las cosas no salían. El que se mataba entrenando por más que tuviera dolores. Él nos contagia a todos lo que es Lanús”. Clarito. El Granate tiene quién lo sostiene.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/lanus-fue-campeon-de-la-sudamericana-de-la-mano-de-los-referentes-izquierdoz-salvio-marcelino-y-nid23112025/

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