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Luego de sus cinco ediciones, la Bienal de Arte Joven, pensada para creadores sub-32, pasó a ser cosa del pasado

Hace unas semanas, Gabriela Ricardes, Ministra de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, tuvo un encuentro con la prensa en el marco de un anuncio sobre un acuerdo entre el ...

Luego de sus cinco ediciones, la Bienal de Arte Joven, pensada para creadores sub-32, pasó a ser cosa del pasado

Hace unas semanas, Gabriela Ricardes, Ministra de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, tuvo un encuentro con la prensa en el marco de un anuncio sobre un acuerdo entre el ...

Hace unas semanas, Gabriela Ricardes, Ministra de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, tuvo un encuentro con la prensa en el marco de un anuncio sobre un acuerdo entre el Complejo Teatral de Buenos Aires y el Ayuntamiento de Madrid. Terminada la presentación, fue consultada por LA NACION sobre la Bienal de Arte Joven, cuya sexta edición ya debería haberse realizado. La funcionaria sostuvo lo siguiente: “No vamos a continuar con todos los programas que había. Estamos reconsiderando mucho las cosas. Pensamos de manera diferente el calendario de festivales y sus contenidos. Vemos que tenemos representados a los jóvenes en cada uno de los festivales, más allá de una Bienal de Arte Joven, que era un programa dentro del Ministerio. La mixtura de público es importante y es algo que está en todas nuestras actividades para que entren en diálogo con otro tipo artistas, no solamente jóvenes viendo a los jóvenes. La línea de mixtura está representada en cada uno de los festivales, incluso en el de Tango.”

-¿Esa análisis es el que los llevó a discontinuar con la Bienal?

-Nosotros creemos mucho en la transversalización de estas acciones. No hace falta que todo esté alojado en el mismo lugar para atender y responder a los diferentes tipos de públicos y a las diferentes demandas ciudadanas.

Ante esta realidad, los hechos indican que, cuando en abril de 2022 la Bienal celebró sus 10 años, fue también su despedida. Con el cambio -en diciembre de 2023- en la jefatura del Gobierno porteño (Jorge Macri en lugar de Horacio Rodríguez Larreta, dos referentes del mismo espacio político) y en el equipo de Cultura (Ricardes en lugar de Enrique Avogadro), aquella edición fue la última de esta plataforma que tuvo como objetivo incentivar la formación, exhibición y formación de jóvenes artistas.

La historia y el legado de la Bienal

El inicio de la Bienal de Arte Joven remite al principio del actual período democrático. En julio de 1987, el gobierno de Raúl Alfonsín creó la Subsecretaría de la Juventud de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. En marzo de 1989 se llevó adelante la primera Bienal en el Centro Cultural Recoleta, el Palais de Glace y el anfiteatro San Martín de Tours. Por allí pasaron creadores como el músico Andrés Calamaro, el director teatral Gabriel Chame Buendía, el diseñador Martín Churba, el grupo Gambas al ajillo, los bailarines Ana Frenkel y Carlos Casella o el actor Luis Ziembrowski, entre otros. En 1991 se realizó la segunda edición en Puerto Madero, cuando no tenía su fisonomía actual.

Pasaron los años y recién en 2013 se inició la segunda etapa de la Bienal de Arte Joven, con el objetivo de impulsar la creación de proyectos de artes escénicas, audiovisuales, visuales, de música y literatura destinada a artistas jóvenes de entre 18 y 32 años. En aquella oportunidad, en seis días se presentaron 135 obras realizadas por 700 artistas sub-32. Dieciséis proyectos fueron financiados por la Ciudad y contaron con la tutoría de referentes de cada disciplina. La última fue en 2022. Al año siguiente se abrió la convocatoria para la siguiente que no llegó a concretarse. La Bienal de Arte Joven se repuso de la pandemia, pero no sobrevivió al cambio de gobierno.

A lo largo de sus cinco ediciones, a muchos creadores el haber sido seleccionados para la Bienal les permitió tener una visibilidad que no habían captado hasta ese momento. Hay ejemplo claros de eso. En el mapa de las artes visuales, el tucumano Gabriel Chaile fue seleccionado para la Bienal de 2015. En 2022, sus grandes esculturas fueron parte de la Bienal de Venecia. Actualmente, cinco de ellas forman parte del patrimonio del Malba Puertos.

En lo que hace a la actividad escénica de la Bienal, lo que aportaron sus primeras ediciones permiten una lectura con mayor perspectiva. Por allí pasaron obras del director y actor Lisandro Rodríguez, de los coreógrafos y bailarines Josefina Gorostiza, Ramiro Cortez y Federico Fontán; o del actor Martín Slipak. Todos creadores de peso en el mapa de la actividad escénica.

A ellos se le pueden sumar otros tres artistas seleccionados en la Bienal de 2013 cuyas trayectorias, en la actualidad, dan cuenta de su inserción en el incierto mapa de la creación escénica.

Emiliano Dionisi, el monstruo

En aquella primera Bienal de este Siglo se presentó Los monstruos, ópera prima de Emiliano Dionisi, como autor y director; y de Martín Rodríguez, como autor de las canciones y director musical. Aquello provocó un verdadero fenómeno de público y de crítica. El montaje en el cual actuaban Natalia Cociuffo y Mariano Chiesa luego pasó a hacer funciones a El Picadero. Aunque se haya tratado de un montaje de escena emergente obtuvo el premio Florencia Sánchez, el Trinidad Guevara y el Hugo de Oro, como mejor musical de la temporada.

Hasta hace pocas semanas, Emiliano Dionisi dirigió en el Teatro San Martín la obra Sansón de las islas, que protagonizó Luciano Castro y que hará funciones en España como parte del acuerdo del CTBA y Madrid; en el Teatro Cervantes está presentando La Diabla; y en el Maipo presenta El brote, esa verdadera joya de la cual es su autor y su director que viene de hacer una gira por España. En los tiempos libres, si es que los tiene, ensaya el musical Billy Elliot, que se estrenará en el Teatro El Nacional a mediados del año próximo. En perspectiva, aquel joven de Los monstruos que en los últimos años trabaja en el Teatro Colón como en las obras de Topa, pasó a ser una de la figuras de peso propio de la escena del circuito alternativo, el estatal y el comercial.

Milva Leonardi, la amoral

En la misma Bienal de 2013 también se presentó una obra de danza teatro llamada Moralamoralinmoral. Este potente trabajo lo dirigieron e interpretaron Brenda Lucía Carlini, Agustina Fitzsimons, Marta Salinas y Milva Leonardi, todas egresadas de la carrera de Composición Coreográfica de la UNA. Luego de esas funciones la obra fue seleccionada para el FIBA e hizo temporadas hasta 2017.

En la deriva de estos años, Milva Leonardi volvió a la Bienal de 2015. Esa vez fue como una feroz intérprete de una nueva versión de Todos contentos, aquella mítica creación del grupo El Descueve que conformaron, entre otros, Carlos Casella y Ana Frenkel, los mismos que habían participado en aquella emblemática primera edición en tiempos de Alfonsín. La de 2019 también la tuvo como una de sus figuras. Esa vez como parte del colectivo Corina Wilson, cuya última producción se estuvo presentando esta misma temporada. Como intérprete, Milva Leonardi fue parte del elenco de Esperando la carroza, que dirigió Ciro Zorzoli; de Una obra más real que la del mundo, de Juan Coulasso; y fue una de las dos desbocadas mucamas de La fantasía, de Juanse Rausch, que tuvo lugar en un hotel alojamiento de Flores, que se presentó en el marco del última edición del FIBA.

Juan Coulasso, el interminable

De la primera Bienal de ese Siglo fueron seleccionados en lo que hace a trabajos escénicos Juan Coulasso, quien junto con Jazmín Titiunik dirigió Cinthia interminable, una atrapante e inclasificable obra interdisciplinaria. Desde aquellas primeras funciones, la obra pasó por diversos festivales nacionales e internacionales. Sus últimas funciones fueron a cinco años de aquel debut en el Beckett Teatro.

Volvió a ese encuentro cuatro años después con Una obra más real que la del mundo, montaje site specific que transitaba por los subsuelos del Cementerio de Chacarita diseñados por la arquitecta Ítala Fulvia Villa. Ese montaje hizo funciones hasta el año pasado. En su sala Rosetti, el actor, director y dramaturgo estrenó El mundo es más fuerte que yo, que estuvo seis años ininterrumpidos en cartel. En esa deriva, hizo funciones en Recoleta como parte de la Bienal. Allí mismo estrenó Carne y Hueso, otra impecable propuesta que terminaba, justamente, en el cementerio vecino. A su trabajo como creador escénica, Juan Coulasso también es gestor cultura. De hecho, se podría pensar a su sala Roseti como una de sus creaciones.

Más allá de nombres, queda claro que las cinco ediciones de la Bienal de Arte Joven dejaron su huella en el mapa de la producción escénica local.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/teatro/luego-de-sus-cinco-ediciones-la-bienal-de-arte-joven-pensada-para-creadores-sub-32-paso-a-ser-cosa-nid15072025/

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