Lula y Trump profundizan su deshielo con una llamada de 40 minutos en medio de la crisis por Venezuela
BRASILIA.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó este martes al estadounidense Donald Trump, en otro gesto de distensión entre los dos mandatarios tras meses de marcadas dife...
BRASILIA.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó este martes al estadounidense Donald Trump, en otro gesto de distensión entre los dos mandatarios tras meses de marcadas diferencias por la guerra comercial, el juicio al expresidente Jair Bolsonaro y la tensión militar con Venezuela.
La llamada retomó la senda trazada desde la Asamblea General de la ONU, en septiembre, donde comenzó el acercamiento, y continuada en la cumbre de la ASEAN, a fines de octubre en Kuala Lumpur, donde tuvieron su primer encuentro formal.
Lula le agradeció la decisión de eliminar los aranceles adicionales sobre las importaciones de productos brasileños, incluidos el café y la carne vacuna, y dijo que busca avanzar en las conversaciones sobre los productos aún afectados por los gravámenes.
Durante la llamada de 40 minutos, que según indicó el gobierno brasileño en un comunicado fue “muy productiva”, Lula también subrayó la urgencia de reforzar la cooperación con Estados Unidos para combatir el crimen organizado internacional.
Lula “enfatizó la urgencia de fortalecer la cooperación con Estados Unidos para combatir el crimen organizado internacional" y Trump “resaltó su plena disposición a colaborar con Brasil y su total apoyo a las iniciativas conjuntas” con ese fin, señaló el texto.
El mandatario estadounidense evocó una “gran conversación” con Lula en la que también abordaron los aranceles y sanciones impuestas por Washington a Brasil. “Me cae bien”, dijo Trump en la Casa Blanca, sobre su par brasileño.
El ministro de Hacienda brasileño dijo la semana pasada que buscarían la cooperación de Estados Unidos para combatir el crimen organizado en el sector de combustibles, después de que una operación policial señalara lavado de dinero de empresas con sede en el estado de Delaware para ayudar a uno de los peores evasores fiscales de Brasil.
Lula repasó las operaciones recientes que su gobierno llevó a cabo en Brasil para “asfixiar financieramente” a las organizaciones delictivas, y mencionó ramificaciones que operan desde el exterior.
Brasilia ha desplegado en los últimos meses varias operaciones contra el lavado de dinero y actividades contra las principales organizaciones criminales de Brasil, como el Primeiro Comando da Capital (PCC). En agosto, la policía desmontó un gigantesco esquema de lavado de dinero dirigido por esa banda, que operaba en la cadena productiva de combustibles y que habría blanqueado casi 10.000 millones de dólares entre 2020 y 2024.
Aranceles, juicio y castigoSobre la guerra arancelaria, Trump eliminó el mes pasado los aranceles del 40% a varios productos alimentarios brasileños, que también incluían cacao y frutas, que había anunciado en julio para castigar a Brasil por enjuiciar al expresidente Bolsonaro, aliado de Trump en sus tiempos de la primera presidencia (2016-2020).
El jefe de la Casa Blanca no escatimó esfuerzos a lo largo del año por lograr la liberación del ultraderechista, al echar mano de aranceles extraordinarios, sancionar al juez de la Corte Suprema que llevaba la causa, y lanzar acusaciones de ser una “caza de brujas”.
Lula enfrentó la injerencia de Trump con una sostenida defensa de la soberanía brasileña y la independencia del Poder Judicial, una actitud que fue valorada entre la opinión pública, mientras el juicio seguía su curso natural para concluir con la condena de Bolsonaro.
Los dos líderes dialogaron asimismo en medio de las recientes acciones de Estados Unidos en la región, incluyendo una masiva concentración militar en el Caribe y tres meses de ataques estadounidenses contra presuntas embarcaciones de la droga frente a las costas de Venezuela.
En el marco de esa operación, Trump envió al Caribe el portaaviones más grande del mundo, acompañado de una flota de buques de guerra y aviones de combate. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirma que el objetivo de fondo es derrocarlo, y de hecho pocos tienen dudas de que las maniobras tienen entre sus fines ponerle presión.
Los operativos frente a las costas de Venezuela dejaron hasta el momento 83 muertos en los bombardeos de al menos 20 lanchas que presuntamente llevaban drogas.
Al término de la cumbre del G20 en Johannesburgo en noviembre, Lula había manifestado su preocupación por la presencia militar estadounidense en el Caribe, y dijo tener la intención de discutirlo con Trump. Sin embargo, no fue mencionado en la conversación.
Agencias AFP y Reuters