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María Teresa Dova, doctora en física argentina, ganó un importante premio internacional

El viernes 10 de enero hacía calor en Alberti, la localidad bonaerense de menos de 13.000 habitantes donde ella nació, cerca de Chivilcoy. Como todas las semanas, había recorrido los 250 km desd...

María Teresa Dova, doctora en física argentina, ganó un importante premio internacional

El viernes 10 de enero hacía calor en Alberti, la localidad bonaerense de menos de 13.000 habitantes donde ella nació, cerca de Chivilcoy. Como todas las semanas, había recorrido los 250 km desd...

El viernes 10 de enero hacía calor en Alberti, la localidad bonaerense de menos de 13.000 habitantes donde ella nació, cerca de Chivilcoy. Como todas las semanas, había recorrido los 250 km desde La Plata −donde está radicada- para visitar a su papá, que tiene 93 años y proyecta superar la barrera de los 100.

Tere -como le llaman todos- charlaba con su marido y su padre cuando sonó su celular. Era un número desconocido con el prefijo 33, lo que anticipaba que la llamada venía de Francia. Pero la mujer habló en inglés. Después de asegurarse de que se había comunicado con María Teresa Dova, disparó la noticia: “Me complace mucho informarle que es ganadora del Premio Internacional L’Oréal UNESCO Por las Mujeres en la Ciencia”.

Tere se quedó muda unos segundos. Le costaba creerlo. Cuando finalmente se convenció de que sí, de que había ganado, se abrazó con su papá y con su marido, emocionadísimos.

El premio que obtuvo fue creado en 1998 -esta es la 27º edición- y recompensa cada año a cinco científicas eminentes de cinco regiones del mundo: un año a quienes se destacan en ciencias de la vida; otro año, en ciencias de la materia. Se otorgan 100.000 euros a cada una de las cinco galardonadas. Esta vez, el premio se entregará el 12 de junio la sede de la UNESCO en París. Es la undécima vez en que una científica local recibe este premio.

Tere es doctora en Física de Partículas, aunque tiene muchos títulos más, imposibles de listar en una crónica periodística. Investigadora Superior del Conicet, directora del Instituto de Física de La Plata, participa de uno de los experimentos cruciales de la historia de su disciplina: el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Energía Nuclear (CERN).

El LHC es el acelerador de partículas más grande y potente del mundo, una maravilla de la ciencia y la tecnología que “mueve” las partículas de alta energía a una velocidad cercana a la de la luz antes de colisionar y que permite estudiar cómo interactúan post colisión para buscar respuestas al origen y estructura del universo.

El número mágico

Casada y madre de dos hijos, Tere dice que por primera vez declara su edad en una entrevista: tiene 65 años.

-¿De qué se ocupa su especialidad?

-Mi disciplina es la física de partículas, ahora llamada física de altas energías. Necesitamos producir muy altas energías en laboratorio y para eso necesitamos aceleradores para sondear las distancias más pequeñitas en la estructura de la materia. Así como antes teníamos un microscopio óptico y después un microscopio electrónico, la partícula acelerada es la sonda que permite ver lo más profundo de la materia. Queremos encontrar los bloques fundamentales de los que está hecha toda la materia del universo.

-¿Incluida la vida humana?

-Bueno, usted, yo, mi mate, la mesa y las galaxias en la escala en las que las estudio son exactamente la misma cosa y esto no tiene vida. La fórmula más difundida de Einstein (E=mc²) dice que materia y energía, masa y energía, son la misma cosa, aunque con un factor de conversión enorme: la velocidad de la luz al cuadrado. Si en un laboratorio tengo una enorme cantidad de energía puedo crear una partícula muy masiva que no está presente en mi universo hoy, pero sí en la infancia del universo y que me da información de cómo fue evolucionando todo.

-En 2012, usted y su equipo participaron de un acontecimiento histórico: el hallazgo del bosón de Higgs en el CERN (N. de la R. llamado así en honor al primer científico que lo describió, Peter Higgs, en 1964). ¿Por qué fue tan importante?

-Porque nos permitió hallar el mecanismo por el que todas las partículas que nacieron en el Big Bang adquieren masa y forman los átomos, las moléculas, los planetas, las galaxias y el universo que vemos. No es exactamente el bosón, sino el campo de fuerza que genera el bosón y que permite conferir masa a las partículas subatómicas. Pero lo que hacemos está siempre basado en significancia estadística: determinar que efectivamente esa señal es verdadera, no una fluctuación. Por eso necesitamos producir muchísimos bosones e ir guardando selectivamente esos datos. Cuando se hizo el anuncio, en 2012, hacía más de un año que veníamos viendo una señal que podía ser evidencia. Pero faltaba el número mágico para dar esa señal que buscábamos. Y la probabilidad de que la señal observada no fuera una fluctuación sino el indicador de la existencia de una nueva partícula debía ser menor a una en 3 millones y medio. Hasta que no la tuvimos, no lo anunciamos. Y seguimos produciendo datos y más y más bosones; es una partícula muy “nuevita” y necesitamos estudiarle todas sus propiedades.

-¿Y para qué sirve estudiar todo esto?

-Es una pregunta que obviamente nos hacen siempre. Y yo respondo con una contrapregunta. Año 1897: JJ Thomson, Premio Nobel de física 1906, estaba haciendo un experimento y veía una luz que se producía cuando le ponía una tensión a un electrodo y así descubrió el electrón. Él no sabía para qué servía y sin embargo gracias a eso tenemos las comunicaciones que tenemos, el desarrollo de la electrónica. Hay muchos ejemplos de ese tipo en la historia de la ciencia. En ocasiones, no podemos predecir cuál será el impacto de lo que descubrimos y que para nosotros es un muy excitante avance del conocimiento. Pero uno de los motivos por los que amo trabajar en física de altas energías y de aceleradores es porque muchos de sus derivados tienen impacto inmediato en la sociedad.

-¿Por ejemplo?

-La radioterapia, que está de la mano del invento de los aceleradores. Pensemos que 4 o 5 de cada 10 personas tenemos la probabilidad de recibir radioterapia a lo largo de nuestra vida. O la web: Tim Berners-Lee estaba en el CERN, a pocas oficinas de distancia de la mía, cuando inventó la www, que cambió nuestra vida para siempre. Y como el CERN es un laboratorio que funciona con fondos públicos fue dado libre y gratis a la sociedad. Siempre me pregunto cuánto dinero sería si cada vez que escribimos www tuviéramos que pagarle al CERN.

-¿Es cierto que el CERN rechazó su candidatura cuando aplicó para su beca posdoctoral y dijo que iría con marido y dos hijos?

-Es verdad que mi aplicación fue cuestionada por ese motivo, pero no por el CERN. Ocurrió hace 35 años, y entonces las becas eran únicamente para países europeos. Pero quedaba la opción de alguna institución apoyara candidatos de otros continentes. En mi caso fue el World Laboratory, dirigido por Antonino Zichichi, italiano, también físico. Y fue la institución de Zichichi quien no aceptó mi aplicación con marido e hijos. Pero mis mentores de acá escribieron a la UNESCO y finalmente pude hacer mis posdoc en el CERN. Cuando terminaron mis primeros dos años, el mismo Zichichi nos eligió a una científica de la India y a mí para continuar. Creo que para él fue un aprendizaje y a mí me ayudó: no solo me formé allá sino que cuando regresé al país creé mi grupo de física de altas energías experimental, que no existía. Él pagó los costos operativos y lo hizo también con mi primer becario posdoctoral.

-¿Por qué se ha llamado partícula de Dios al bosón de Higgs?

-Por error. Cuando León Lederman presentó el manuscrito del libro publicado en 1996 tenía otro título, pero los editores le sugirieron usar “La partícula divina” para que fuera más vendedor. Yo misma tengo un libro de divulgación pero quise titularlo “¿Qué es el bosón de Higgs?” porque aludir a dios o lo divino no está bien.

Un camino colectivo

-¿Qué implica este premio? Tanto en lo simbólico como en lo económico.

-En lo económico, ayuda para seguir. Lo simbólico es lo más importante y no solamente para mí. La ciencia es un camino colectivo. No soy una generación espontánea. Este reconocimiento también es un tributo a quienes me formaron, y a mis colaboradores con los que fui haciendo estos aportes tan importantes.

-¿Ustedes trabajan para el CERN desde acá?

-Sí. Desde que trabajo en el Gran Colisionador de Hadrones y el Experimento Atlas (uno de los 7 detectores de partículas que funcionan en el CERN), hacemos la primerísima selección de datos y también el análisis. Y hace unos cuatro o cinco años empezamos un Laboratorio de Electrónica de Alta Complejidad en La Plata. En 2019 firmamos acuerdos de colaboración entre la Argentina y el CERN para contribuir con componentes de electrónica para el procesamiento de estas señales ultra rápidas y de ultra alta frecuencia. La idea es que a fines de la década, cuando comience a hacer colisiones el próximo acelerador, parte de esos componentes se produzcan en industrias nacionales.

-Si el acuerdo se firmó en 2019, está en marcha. ¿Quién lo financia?

-Actualmente estamos teniendo recortes, el aporte es mínimo. Pero es importante es que podamos transmitir la relevancia de continuarlo. Porque estamos trabajando en la frontera de la tecnología. Es un reto para la Argentina. Así lo entendieron otros gobiernos y esperamos que se cumpla.

-Usted estudió música, piano. ¿Qué tienen en común la física y la música?

-Ambas son producto de la creatividad, no solo de perseverancia. Por ejemplo, en las fugas de Bach, hay algo que se repite y se repite y se va complicando y complicando y da lugar después a esa obra extraordinaria. Y finalmente es lo que hago: estudiar los componentes fundamentales, esas 12 partículas presentes en nuestro universo primitivo que fueron dando origen al complejo universo de hoy.

-¿La ciencia sigue siendo cosa de hombres?

-Espero que no. No creo que haya que generar vocaciones en niñas y jóvenes, sino dar visibilidad a las grandes científicas. Contar todos los logros, contar, contar. Hacerlo visible para que en el momento en el que alguien tenga que decidir una posición de liderazgo en ciencia y tecnología la evidencia sobre logros y aportes de mujeres científicas sea abrumadora.

-¿Piensa retirarse en algún momento de la investigación?

-Voy a decir algo que tampoco es mío, que es de otro físico muy grande, Weinberg. “Planeo retirarme enseguidita después de que muera”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/maria-teresa-dova-doctora-en-fisica-argentina-gano-un-importante-premio-internacional-nid26052025/

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