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Murió a los 81 años el brasileño Sebastião Salgado, uno de los más destacados fotógrafos del mundo contemporáneo

Hoy, a los 81 años, en París, murió ...

Murió a los 81 años el brasileño Sebastião Salgado, uno de los más destacados fotógrafos del mundo contemporáneo

Hoy, a los 81 años, en París, murió ...

Hoy, a los 81 años, en París, murió el fotógrafo y ecologista brasileño Sebastião Salgado, que inmortalizó durante cinco décadas lo mejor y lo peor del planeta -desde los remotos tesoros naturales hasta las calamidades humanas- con un estilo documental inconfundible que alió belleza con compromiso, y manejó con maestría el blanco y negro. Su familia, la Academia de Bellas Artes de Francia y el Instituto Terra, que él había fundado, dieron a conocer la noticia. Había nacido el 8 de febrero de 1944, en Aimorés, Minas Gerais, y era el único varón entre siete hermanas.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva lamentó la muerte de su compatriota. “Recibimos una noticia muy triste la muerte de nuestro compañero Sebastião Salgado, si no el más grande, uno de los más grandes y mejores fotógrafos que el mundo ha dado”, dijo hoy en un acto en Brasilia.

Egresado en Economía de la Universidad de San Pablo, fue autodidacta en materia fotográfica. El regalo de una cámara por parte de su esposa, Lélia Wanick, y los viajes de trabajo que hizo por zonas tropicales y desfavorecidas para la Organización Internacional del Café lo fueron acercando a la fotografía. “Me di cuenta de que las instantáneas me producían más placer que los informes económicos”, reveló. Era padre de dos hijos, Juliano Ribeiro y Rodrigo, nacido con síndrome de Down.

Salgado, que tenía también la nacionalidad francesa, deja un icónico testimonio de centenares de viajes, que publicó en grandes revistas como Life y Time, además de fotolibros, y que exhibió en museos de capitales del mundo. Residió en París buena parte de su vida; en 1979 se unió a Magnum Photos y en 1994 creó su propia agencia, Amazonas Images.

De Ruanda a Guatemala, pasando por Indonesia y Brasil, documentó hambrunas, guerras, sequías, migraciones forzadas, ecocidios y explotación laboral en el tercer mundo con la mirada empática y no condescendiente “de quien viene de la misma parte del mundo”, como solía decir.

El universo en blanco y negro de Salgado, de estética elegante, también fue una celebración de los paisajes más bellos, como los “ríos voladores” de la Amazonía, y a la vez un aviso de la necesidad de protegerlos ante la emergencia climática.

Recibió prestigiosos galardones, como el Príncipe de Asturias en 2007 y el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad en 1989 y fue protagonista del documental nominado al Oscar La sal de la tierra, de Wim Wenders, de 2014, sobre sus viajes a lugares recónditos como el Círculo Polar Ártico y Papúa Nueva Guinea, que alimentaron su libro Génesis, de 2013. De la infancia en las haciendas de su padre ganadero, decía haber aprendido la paciencia para saber esperar “la fracción de segundo” que todo fotógrafo busca captar.

En África, donde se sentía “como en casa” por su peso cultural en Brasil desde los tiempos de la esclavitud, llevó a cabo sus primeros reportajes sobre sequías y hambrunas en países como Níger y Etiopía, lo que le abrió la puerta de la legendaria agencia Magnum en 1979, donde por una vez fue fotógrafo de una primicia mundial: el intento de asesinato de Ronald Reagan en 1981, que presenció cuando cubría un acto del presidente en un hotel: tomó 76 fotos en 60 segundos.

En su primer libro, Otras Américas, de 1984, desplegó un retrato de pueblos originarios, que lo catapultó a la fama internacional, luego reafirmada con las fotos de Serra Pelada (Brasil), la mayor mina de oro del mundo a cielo abierto, donde durante 35 días convivió con miles de hombres cubiertos de lodo y en condiciones inhumanas; parte de ese registro se publicó en 1996 en Trabajadores. Le siguió Éxodos, de 2000, sobre migraciones forzadas en cuarenta países. En Fundación Proa, entre finales de 2000 e inicios de 2001, se exhibieron más de trescientas imágenes de ese megaproyecto que incluye imágenes tomadas en varios continentes.

Antes de disparar “hay que estar ligado al fenómeno”, explicaba Salgado, justificando el tiempo pasado con las personas retratadas con las tres cámaras Leica que llevaba colgando alrededor del cuello. La fotografía era para él “una forma de vida”. “Corresponde a mi ideología mi actividad humana y política, va todo junto", dijo a la AFP en 2022, al presentar en San Pablo la exposición Amazonía, fruto de un trabajo de siete años en la mayor selva tropical del mundo.

Comprometido con la causa climática, Salgado fue un crítico feroz del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) por su política de abrir la Amazonía a actividades como la agricultura y la minería.

En su estado natal, fundó el Instituto Terra para regenerar los bosques y la biodiversidad desaparecidos debido a la deforestación, un exitoso proyecto al que hasta en 2022 se habían sumado unos tres mil propietarios de tierras. En 2023, defendió a jóvenes ecologistas y activistas que protestaban en museos, rutas y sedes de empresas, y pidió “comprender su radicalismo”. “¿Quién tiene el futuro comprometido? Los jóvenes. Tienen una preocupación enorme por el momento que estamos viviendo . Están desesperados y se hacen radicales. Su comportamiento es normal", respondió, mientras en Europa se condenaba a los grupos de activistas.

Preguntado por lo aprendido a lo largo de su periplo planetario, Salgado resumió en 2016: “Que existe una cosa artificial que se llama fronteras. En todas partes, vi al mismo ser humano. El extranjero no existe".

La escritora estadounidense Susan Sontag dirigió críticas a la obra de Salgado por el modo a veces suntuoso de representar la miseria y la crueldad en el mundo. No fue la única.

“Me acabo de enterar y me quedé mirando la nada -escribió hoy en su página de Facebook el fotógrafo Eduardo Longoni-. Lo primero que me vino a la mente es que se cerraron los ojos que más mundo han visto. Su obra es monumental. Fue un incansable caminador. Un humanista de la fotografía. Alguien que usó su cámara para darle voz a quienes siempre están olvidados”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/murio-a-los-81-anos-el-brasileno-sebastiao-salgado-uno-de-los-mejores-fotografos-del-mundo-nid23052025/

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