Nicolás Gadano: “El vínculo entre los precios internacionales y los locales de la energía debe ser fluido y consistente”
La Argentina tiene por delante un horizonte exportador en materia energética, pero también nuevos desafíos que ponen en tensión al sector. Así lo planteó Nicolás Gadano, economista jefe de E...
La Argentina tiene por delante un horizonte exportador en materia energética, pero también nuevos desafíos que ponen en tensión al sector. Así lo planteó Nicolás Gadano, economista jefe de Empiria, durante su presentación en la tercera edición del summit de Energía realizado hoy por LA NACION.
“El mercado externo es la oportunidad más clara que tenemos: Vaca Muerta y la expansión de la producción de petróleo y gas nos colocan en un perfil exportador muy favorable para la macroeconomía. Pero, al mismo tiempo, esto enfatiza nuestra dependencia de lo que ocurre con los precios internacionales”, advirtió.
Y añadió: “Muchas veces discutimos cuestiones internas y regulaciones, que sin duda son importantes, pero los petroleros saben que lo que pasa con los precios y en el mercado externo es clave para los proyectos y la rentabilidad”.
Gadano explicó que este año el sector enfrenta un escenario complejo: con mayores volúmenes de producción y exportación, en especial de crudo, pero con precios internacionales más bajos. “El aporte de divisas será positivo, pero menor al esperado: los volúmenes crecen, aunque los precios muestran una tendencia declinante”, sostuvo.
En este contexto, valoró lo que catalogó como una buena noticia: “Por decisión política y el cambio en la Ley de Hidrocarburos, la Argentina está convergiendo hacia una alineación de precios domésticos con las paridades de exportación. Nuestros precios internos se mueven con los riesgos al alza y baja de los precios internacionales”.
No obstante, también advirtió sobre la presión simultánea que enfrenta la industria convencional de hidrocarburos. “La combinación de costos internos en alza, apreciación cambiaria y precios internacionales más bajos puede ser letal en términos de rentabilidad y actividad. Las políticas públicas deberán contribuir a sostener esa producción, que carece de la productividad de Vaca Muerta”, explicó
Para el economista, en ese marco, las políticas públicas tienen que contribuir a sostener la actividad. “Esta amenaza sobre su rentabilidad puede ser letal en términos de nivel de actividad”, indicó.
Una mirada a fondo sobre el mercado energéticoA la hora de analizar el mercado energético, Gadano consideró que el vínculo entre los precios internacionales y los precios locales de la energía tiene que ser fluido y consistente. “No podemos volver a los tiempos en que, a través de medidas formales o de la intervención informal de YPF, por ejemplo, se quebraba la necesaria relación entre los precios internacionales y locales”, enfatizó.
El economista vinculó la evolución del sector con los recientes cambios en la política cambiaria, tras el acuerdo con el FMI. Recordó que la salida del esquema de crawling peg hacia un sistema de bandas, con un cepo parcialmente levantado, introdujo una mayor flexibilidad en el mercado de divisas. “Al principio el tipo de cambio se movía en el centro de la banda y luego hacia arriba, como debe ocurrir cuando hay desequilibrios entre oferta y demanda”, explicó.
En ese marco, Gadano destacó un punto a favor: la posibilidad de una depreciación real que no se traslade de manera inmediata a la inflación generalizada. “Es una señal de que algo puede estar funcionando de forma diferente en la macroeconomía”, sostuvo.
Sobre el impacto en la energía, puntualizó que se trata de un sector altamente dolarizado y, por lo tanto, sensible a la política cambiaria. “Los precios de la energía tienen que acompañar ese movimiento, porque la depreciación apunta justamente a mejorar el precio relativo de estos bienes frente al resto de la economía”, remarcó.
Subsidios: “Un ajuste fenomenal”En relación al sistema eléctrico, Gadano destacó: “El gobierno realizó un ajuste fenomenal en los últimos tiempos. Al final del gobierno anterior, la demanda cubría menos del 20% del costo y el 80% lo ponía el Estado. Era un descalabro macroeconómico y distributivo. Hoy ese ratio llegó al 80%, aunque volvió a caer recientemente al 50% por el atraso de precios frente a costos dolarizados. Es un llamado de atención”, alertó.
Finalmente, subrayó la importancia de que el marco regulatorio energético acompañe la nueva política cambiaria, más flexible y orientada a bandas. “Los precios de la energía, que están muy dolarizados, deben ajustarse en sintonía con los movimientos del tipo de cambio. Si no, corremos el riesgo de incubar nuevamente los problemas que costó tanto resolver en el pasado”, concluyó.