Premier Padel Buenos Aires: una fecha con complicaciones, pero que explotó en las tribunas y que podría tener más citas en 2026
Resultó una cita ineludible para los amantes del pádel, porque tener a los mejores jugadores del mundo en Buenos Aires es una posibilidad que apenas se da una vez al año en el calendario de Prem...
Resultó una cita ineludible para los amantes del pádel, porque tener a los mejores jugadores del mundo en Buenos Aires es una posibilidad que apenas se da una vez al año en el calendario de Premier Padel. Los fanáticos disfrutaron, a pesar de las bajas temperaturas de cada jornada, se sacaron fotos con los jugadores, se pusieron de pie ante cada genialidad dentro de las canchas, rompieron con todas las lógicas mirando el cierre de las semifinales muy entrada la madrugada del domingo y hasta establecieron el récord mundial de asistencia de público para ver un partido de pádel, con 16.156 espectadores en el Parque Roca.
Muchos celebraron con las coronaciones de Paula Josemaría y Ariana Sánchez y de Agustín Tapia y Arturo Coello, y se quedaron con un sabor amargo por las caídas de jugadores como Bea González y Claudia Fernández y de Francisco Navarro y Lucas Bergamini, pero también se escucharon cuestionamientos sobre un torneo que representa la meca del pádel. En ese combo de situaciones que estuvieron lejos de pertenecer a la elite, como que se suspenda una jornada por despegarse un blíndex, pesó más la pasión de los aficionados locales y las buenas sensaciones de los jugadores por este punto de planeta para que, sin haberse terminado el torneo, se entablen charlas para que la Argentina tenga dos fechas para 2026 de Premier Padel.
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La organización de la fecha del calendario del mejor pádel del mundo luchó entre el fanatismo de los argentinos por ver a Federico Chingotto o Alejandro Galán, Delfina Brea o Gemma Triay, entre tantos otros, y las complejidades que implica llevar adelante un torneo de estas características. Incluso, tras el papelón de la suspensión de la jornada de los cuartos de final y la reprogramación de la fecha del sábado, los organizadores locales reconocieron los errores del caso y aceptaron que fue una situación que no puede repetirse.
Es más, atendieron una serie de reclamos de los fanáticos que pidieron, por ejemplo, por la limpieza de los baños. Se quejaron, también, de las demoras para acceder a diferentes servicios y porque los precios de los stands de comida estaban fuera del rango convencional (una hamburguesa con papas fritas, a más $ 35.000). También reclamaron los por el frío de la pista central, en contraste con el restos de las canchas que se utilizaron en las etapas previas a los cuartos de final.
Más allá de estas cuestiones que, lógicamente, impactan en el balance final de lo que representó este Premier Padel en Buenos Aires, lo que generó el público local y lo que Argentina mueve en la región motivó a los dueños de Premier Padel a considerar al país como una plaza ideal para sumar otra fecha en Sudamérica. En principio, ya está prácticamente confirmado que Buenos Aires será nuevamente la sede para 2026, pero lo que se desconoce es si se tratará de torneo de categoría P1, como el de 2025 o, en realidad, Premier concretará finalmente el proyecto de sumar un major al calendario y que ese deseo se concrete en la Argentina.
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Esta posibilidad creció considerablemente en la última semana, ya que desde Premier escucharon a varios de los principales protagonistas pedir por un major más (se realizan en Qatar, Roma, París y Acapulco) y que la Argentina se merece tener ese privilegio.
Ahora bien, en las gestiones que se llevaron adelante en los últimos días en Parque Roca, lo que sucedió en el estadio Mary Terán de Weiss, con más de 50.000 entradas vendidas, con personalidades de diferentes deportes en las tribunas en varias jornadas, despertó el interés de muchas provincias y eso implicó que las negociaciones se aceleren para sumar una fecha más en la Argentina, pero siempre dentro de la categoría P1, ya que un P2 no garantiza que participen los mejores jugadores del mundo y eso podría generar desinterés sobre la competencia.
No es una empresa sencilla poner en marcha este tipo de competencias, porque implica disponer de una cantidad de dinero muy importante para que Premier acceda a otorgar la fecha. Porque para tener un P1 se debe pagar cerca de 500.000 euros a Premier, mientras que para tener un major el valor trepa a unos 750.000 euros. Incluso, a ese número hay que sumarle los premios, que para el primer caso son 475 mil euros, mientras que para el segundo trepa hasta los 800 mil euros.
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La idea de que Buenos Aires reciba el major es porque se planifica, además de solucionar los problemas de organización, la construcción de un hotel para alojar a todos los jugadores con sus staffs técnicos. Sería el único torneo en el que Premier Padel podría tener todo su show montado en un mismo espacio. Aunque claro, los intereses comerciales y las inversiones de las grandes marcas jugarán un papel determinante para que eso suceda.
La presión de los jugadores también juega un papel determinante, porque a los dueños del torneo más importante del mundo del pádel no les resultan ajenas las palabras de Agustín Tapia, el argentino N°1 del mundo, que ante más de 15 mil espectadores dijo: “Es una pena tener que esperar todo un año para poder volver a la Argentina”. O que durante la semana, una estrella del circuito como Gemma Triay haya dicho: “Argentina se merece tener más de una fecha, un P1, un P2 y hasta un major, no podemos dejar estas plazas sin fechas en el calendario”.
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Lo cierto es que Buenos Aires Padel montó todo su show en Parque Roca, sufrió contratiempos que sacudieron a la organización, pero el fanatismo por este deporte en la Argentina maquilló todo desperfecto y sedujo más que nunca a Qatar Sports Investments, los dueños del producto, los que ven a la Argentina como un gran motor para el negocio.