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Pretty Woman: otro gran trabajo de Florencia Peña, en un personaje a su medida

Libro: Garry Marshall y J.F. Lawton. Música y letras: Bryan Adams y Jim Vallance. Traducción y adaptación: Marcelo Klotliar. Elenco: Florencia Peña, Juan Ingaramo, Alejandra Perlusky, Mariano C...

Pretty Woman: otro gran trabajo de Florencia Peña, en un personaje a su medida

Libro: Garry Marshall y J.F. Lawton. Música y letras: Bryan Adams y Jim Vallance. Traducción y adaptación: Marcelo Klotliar. Elenco: Florencia Peña, Juan Ingaramo, Alejandra Perlusky, Mariano C...

Libro: Garry Marshall y J.F. Lawton. Música y letras: Bryan Adams y Jim Vallance. Traducción y adaptación: Marcelo Klotliar. Elenco: Florencia Peña, Juan Ingaramo, Alejandra Perlusky, Mariano Condoluci, Alfredo Staffolani, Walter Canella, Leo Bosio, Mariano Magnífico y otros. Dirección musical: Gaspar Scabuzzo. Coreografía: Verónica Pecollo. Escenografía: Jorge Ferrari. Iluminación: Ariel “El Gato” Ponce. Vestuario: Mercedes Colombo. Sala: Teatro Astral (Av. Corrientes 1639). Funciones: miércoles, jueves y viernes a las 20, sábados a las 19 y 22, y domingos a las 19. Duración: 140 minutos. Nuestra opinión: Buena.

Cuando se estrenó en los cines, en 1990, Pretty Woman fue un éxito rotundo en todo el mundo. La comedia romántica de Garry Marshall impactó por la innegable química entre sus protagonistas –el ascendente Richard Gere y la casi ignota Julia Roberts- como por su historia. Mujer bonita –tal como se conoció en Hispanoamérica- fue una suerte de Cenicienta para adultos. Relataba el encuentro fortuito entre una prostituta, Vivian Ward, y un importante hombre de negocios, Edward Lewis, en el Hollywood Boulevard de Los Ángeles; que primero se circunscribía a un acuerdo comercial (cuando ella era contratada para acompañarlo a eventos de la high society californiana) y luego se transformaba en relación amorosa y fuente de modificación profunda para ambos.

Veintiocho años después, en 2018, esa misma historia, casi calcada milimétricamente, saltó a los escenarios teatrales convertida en un musical, con libro de Garry Marshall y J.F. Lawton y música y letras de Bryan Adams y Jim Vallance. Primero llegó a Broadway, luego se estrenó en Londres, Madrid y Ciudad de México, y también giró por todo Estados Unidos y Gran Bretaña. Ahora le tocó el turno a la Argentina, donde el film aún se puede ver de tanto en tanto por algún canal de aire o, con mayor certeza, a través de la plataforma Disney+.

La versión local, por cuestiones creativas y/o legales, respeta absolutamente la original de Broadway. Y si bien es plausible que aquí se puedan ver los espectáculos tal como fueron concebidos, en algunos casos ganarían con recortes y modificaciones. Este es el caso de Pretty Woman, a la que le sobran varios minutos y escenas. Por otro lado el musical no contiene ningún tema pegadizo. Claramente no es un jukebox (uno basado en los hits de un músico o una banda), como lo es Mamma Mia!, el éxito que cimentaron durante tres temporadas Florencia Peña y Ricky Pashkus. Y Bryan Adams y Jim Vallance no son Björn Ulvaeus y Benny Anderson, los compositores de ABBA. De hecho, la canción que más sobresale, recién al final del espectáculo, y que pone de pie al público y lo incita a batir palmas, no es de ellos sino de Roy Orbison: el clásico de 1964 “Pretty Woman”.

De todos modos, el musical destila calidad, compromiso y talento en casi todos los rubros. Por empezar tiene una protagonista todoterreno. Florencia Peña actúa, canta y baila como pocas intérpretes en el medio y aquí vuelve a brillar en un papel hecho a su medida, como lo fue en su momento el de Sweet Charity. Sobre sus hombros descansa la mayor parte del espectáculo y es gracias a ella, y su excelente timing para la comedia, que Pretty Woman llega a buen puerto. El cantante cordobés Juan Ingaramo, aunque simpático y afinado, en su debut actoral no está (aún) a la altura del coprotagónico que le tocó en suerte. Es de esperar que con el tiempo pueda “empatar” con su compañera de rubro y, juntos, aumentar la química que las escenas de seducción requieren.

Siguiendo con el rubro interpretativo, entre lo mejor del espectáculo se encuentran las performances de Mariano Condoluci, Walter Canella y (muy especialmente) Mariano Magnífico, tres talentos indiscutibles del género musical en la Argentina: el primero como una suerte de presentador de la historia, el segundo como el manager del lujoso hotel Beverly Wilshire (donde se suscitan los encuentros de Vivian y Edward) y el tercero como el botones de éste. También se destaca por su enorme voz Alejandra Perlusky, en el rol de la amiga íntima de Vivian, otra prostituta de gran corazón.

Los dos grandes momentos de Pretty Woman, uno en cada acto, son el dinámico y entusiasta cuadro de tap liderado por Florencia Peña junto con buena parte de la compañía, en el restaurante Voltaire: “Solo hay que bailar”; y el bellísimo y emotivo cuadro que acontece en el teatro de ópera, titulado “Vos y yo”, que incluye fragmentos de La Traviata de Verdi: “Libiamo”, interpretado por Walter Canella, y “Amami Alfredo”, a cargo de Ro Noziglia (una revelación).

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/teatro/pretty-woman-otro-gran-trabajo-de-florencia-pena-en-un-personaje-a-su-medida-nid04062025/

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