Proximidades

El arte, aquí, está en el encuadre, en el primerísimo plano, en el foco. El arte es todo de la fotógrafa que –casi a modo de firma involuntaria– aparece reflejada en los mismísimos ojos de...

El arte, aquí, está en el encuadre, en el primerísimo plano, en el foco. El arte es todo de la fotógrafa que –casi a modo de firma involuntaria– aparece reflejada en los mismísimos ojos de sus retratados, Magalí Maisonnave y su perro salchicha de seis años, Sandro. El tema: la creciente proximidad, sobre todo en ámbitos urbanos, entre los seres humanos y aquellos a quienes también les llegó su cuota de polémica lingüística: “mascotas” para unos, “animales de compañía” para otros, su indefensión frente al capricho humano no recibe, sin embargo, la atención que podría merecer. Los incorporamos a nuestras vidas, los transformamos con ahínco, cosa de que nada de su raíz salvaje –su bella raíz salvaje– quede a la vista. Nos acompañan, a veces por demás. Nos aman, los amamos. Y a veces nos permitimos atisbar el núcleo de naturaleza que resiste en ellos, incluso a su pesar.