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Pruebas Aprender. Alertan sobre el “efecto cuna” y temen que se repitan los resultados “catastróficos” de hace dos años

“Hoy vinieron 121 de los 138 alumnos de sexto grado, es un buen número. Ayudó el clima. Si fuese un día de lluvia, tendríamos un presentismo muy bajo en el examen, a muchos chicos se les difi...

Pruebas Aprender. Alertan sobre el “efecto cuna” y temen que se repitan los resultados “catastróficos” de hace dos años

“Hoy vinieron 121 de los 138 alumnos de sexto grado, es un buen número. Ayudó el clima. Si fuese un día de lluvia, tendríamos un presentismo muy bajo en el examen, a muchos chicos se les difi...

“Hoy vinieron 121 de los 138 alumnos de sexto grado, es un buen número. Ayudó el clima. Si fuese un día de lluvia, tendríamos un presentismo muy bajo en el examen, a muchos chicos se les dificulta salir de su barrio cuando llueve”, contó esta mañana Alejandra Esquivel, la directora de la Escuela Primaria Nº25 “Bandera Argentina” del Polo Educativo Mugica (PEM), ubicado a metros de la terminal de Retiro y del Barrio 31.

Frente a ella se abría el pasillo que lleva a las cuatro divisiones de sexto grado que hay en la institución, donde hoy, desde temprano, los alumnos de ese nivel rendían las pruebas Aprender 2025, que evalúan los conocimientos en lengua y matemática, y que realizaron en simultáneo más de 750.000 estudiantes de todo el país.

Las autoridades del Ministerio de Capital Humano de la Nación, a cargo del operativo, señalaron que, al evaluar a estudiantes de sexto grado, los resultados ayudan a entender los niveles de aprendizaje de los chicos durante la primaria, así como a diseñar y orientar futuras políticas educativas.

La vara está baja. Entre los resultados de 2023, que algunos especialistas tildan de “catastróficos” -el 48% no pasó el examen de matemática-, hay un fenómeno que llamó especialmente la atención, y que llevó a los educadores a resaltar el fuerte impacto del “efecto cuna” en el aprendizaje de los estudiantes argentinos: el desempeño en esta evaluación varió de manera significativa entre los alumnos de escuelas de gestión estatal y los de establecimientos privados, así como también cuando se pone el foco en los chicos de nivel socioeconómico más bajo. Casi el 60% de los alumnos de entornos vulnerables no alcanzó en 2023 el nivel satisfactorio en matemática, situación que, en el nivel socioeconómico alto, se ubicó en el 26,5%.

En el PEM convergen los dos universos que mostraron en 2023 resultados llamativamente bajos: la escuela pública y un alumnado que proviene mayormente de hogares vulnerables. La directora de esta institución sabe que es posible que los resultados de los exámenes que hoy rindieron sus alumnos de sexto no sean los más positivos, pero tiene la certeza de que, sean cuales sean, funcionarán como base para pensar maneras de mejorar.

“Venimos flojos. En la última evaluación que se hizo en la ciudad, menos del 10% de nuestros alumnos aprobó la parte de matemática. Son datos duros, pero que sirven para ver qué hay que reforzar de cara al año que viene. Lo mismo pienso de las Aprender 2025: si hay algo que está flojo, es bueno saberlo para analizar de qué manera planificar nuestro proyecto escuela”, dice Esquivel, que ingresó a la institución hace pocos meses, con la intención firme de iniciar un camino de repunte en los desempeños educativos.

El sintonía con el gobierno nacional y distrital, que ponen el foco en la alfabetización, Esquivel destaca que el principal desafío que enfrentan actualmente sus alumnos es la mejora de la comprensión lectora. “¿Cómo hacés para resolver un problema matemático si no entendiste la consigna? La alfabetización es básica y afecta en todos los procesos de aprendizaje”, argumenta.

A tan solo cinco kilómetros, cruzando la avenida 9 de Julio, en el Colegio Los Robles, en Belgrano y Sáenz Peña, dos divisiones de estudiantes de sexto grado con uniformes rojos –un aula de chicos y otra de chicas–resolvían, a esa misma hora, el mismo examen. “Está bien, es fácil”, dice uno de ellos desde su banco. “Es más o menos fácil”, suma otro.

“Estas pruebas siempre sirven, te ayudan a compararte tanto respecto a tus propios resultados de otros años como también con los resultados generales -señala Federico Liporace, vicedirector de primaria de esta institución privada-. En los resultados encontramos una dicotomía, porque los generales vienen bajando, suelen ser más bajos, pero nosotros venimos mejorando”.

Sin embargo, destaca, la crisis sanitaria por el Covid-19 afectó las trayectorias de todos los estudiantes. “Pospandemia tuvimos ciertos resultados que empezaron a bajar, sobre todo lectoescritura y comprensión lectora. Pero hoy en día vemos que los últimos resultados que tuvimos han igualado o incluso mejorado los que teníamos prepandemia”, sostiene el directivo.

La evaluación Aprender 2023 no solo mostró resultados más bajos en matemática respecto a los que arrojó la evaluación en 2021, en plena pandemia, sino que, además, mostraron un aparente retroceso. “Fueron casi un calco que los de 2013, lo cual es muy malo porque significa que los últimos 10 años de políticas educativas no han hecho ninguna mella”, enfatizó, tras conocer los resultados 2023 Gustavo Zorzoli, referente del Observatorio Argentinos por la Educación, quien además, consideró “astronómica” la diferencia de resultados que hubo de acuerdo a nivel socioeconómico de los estudiantes.

“Tardan mucho en llegar”

Mientras los alumnos de sexto grado de la escuela Manuel Dorrego, en Florida Oeste, en el conurbano, comenzaban con el primero de los dos cuadernillos de 27 carillas de Aprender, esta mañana la directora general de Educación de Vicente López, María Lorena Vaccher, comentaba desde el pasillo la principal limitación de estas pruebas.

Los resultados de estas evaluaciones pueden llegar a tardar hasta un año, señaló la funcionaria, lo que complica la implementación de políticas en base a los resultados, teniendo en cuenta que las gestiones tanto nacionales como provinciales y municipales son de cuatro años.

“Cuando llegan, los resultados están pasados de tiempo. Si necesito mejorar algo, necesito hacerlo en el corto plazo. Nosotros tenemos evaluaciones internas, que son las que nos permiten pensar en la mejora para el año siguiente. Hacemos evaluaciones a principio de año y después otra hacia el final. Y al mes ya tenemos los resultados”, afirmó Vaccher.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/pruebas-aprender-alertan-sobre-el-efecto-cuna-y-el-temor-a-repetir-los-ultimos-resultados-nid12112025/

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