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Qué dijo García Cuerva en la misa por San Cayetano

En el santuario de ...

Qué dijo García Cuerva en la misa por San Cayetano

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En el santuario de San Cayetano, en Liniers, miles de fieles se congregaron este 7 de agosto para celebrar el día del patrono del pan y el trabajo. Monseñor Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires, ofició la misa central, donde realizó fuertes reclamos por los más vulnerables y defendió el trabajo digno, en un contexto de ajuste económico.

El mensaje central de García Cuerva

García Cuerva expresó: “El pan no se niega y el trabajo no se mendiga”. Esta frase sintetiza la preocupación por la situación de los trabajadores y las familias. El arzobispo describió la realidad de “una madre con la heladera vacía” y “un padre que se guarda las lágrimas”.

La misa de San Cayetano de este año se enmarcó en un contexto de ajuste económico y caída del empleo. San Cayetano es considerado el patrono del pan y del trabajo. Ante esto, movimientos sociales, gremios y sectores de la Iglesia convocaron a una marcha desde Liniers hasta la Plaza de Mayo, para expresar su descontento con las políticas del gobierno de Javier Milei. Antes de la marcha, García Cuerva realizó la bendición de herramientas, un gesto simbólico que representa la dignidad del trabajo.

El discurso de García Cuerva citó al Papa León XIV, quien enfatiza la necesidad de evitar la “guerra de las palabras y de las imágenes”. El arzobispo también se refirió al anuncio del gobierno porteño sobre las personas que manipulan los contenedores, para defender el trabajo de los recicladores: "No podemos desentendernos de los que sufren. No podemos desentendernos de los que revuelven los tachos de basura buscando algo para comer, que no lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad”

La postura de García Cuerva sobre la situación del país

García Cuerva calificó a la inflación como “el impuesto de los pobres” y pidió a San Cayetano que ayude a bajarla, así como a disminuir los niveles de agresión, indiferencia, individualismo y crueldad. En su homilía, García Cuerva narró la parábola del hijo pródigo, con el fin de invitar a la Argentina a convertirse en una “casa de reconciliación”. Instó a “salir del chiquero de las descalificaciones y del odio y a dar el paso hacia la reconciliación entre los argentinos”.

Recordó las palabras del Papa Francisco sobre la importancia de la “cultura del encuentro”. García Cuerva afirmó: “Somos custodios y guardianes de la vida de los demás, de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna. Somos custodios de los discapacitados y de todos los enfermos".

En conferencia de prensa, García Cuerva realizó una lectura de la actualidad y señaló: “Todos experimentamos un momento en el que o estás de un lado o de otro. Experimentamos un momento en el que hay demasiada grieta, demasiada fragmentación, en el que casi nos tratamos como enemigos cuando pensamos distinto. Y yo creo que nada se construye de esa manera, no creo que una familia pueda llegar a salir adelante tan enfrentada y con tanto conflicto, y muchísimo menos un país.”

“Esta ha sido una etapa donde hay mucha descalificación, y es muy difícil tener acuerdos. Por eso mismo decía en la homilía que, así como reconocemos que ha habido, por ejemplo, una baja de la inflación, veíamos que tenemos que comprometernos todos en una baja de la descalificación, en una baja del individualismo, en una baja de la crueldad, porque si no, no vamos a salir adelante. Podremos tener algunos números que nos cierren y nos hagan bien, pero en definitiva la vida no solamente es números”, concluyó.

Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/que-dijo-garcia-cuerva-en-la-misa-por-san-cayetano-nid07082025/

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