Se cierra el cerco sobre el piloto de Air India: lo señalan por la maniobra que habría desencadenado la tragedia
BOMBAY.- La investigación del ...
BOMBAY.- La investigación del devastador accidente del vuelo 171 de Air India, que el pasado 12 de junio causó 260 muertos al estrellarse segundos después de despegar de Ahmedabad, comienza a centrarse en una inquietante hipótesis: que el propio capitán del avión, Sumeet Sabharwal, apagó manualmente los interruptores que controlaban el flujo de combustible de ambos motores.
Según informó The Wall Street Journal (WSJ), que accedió a evaluaciones preliminares de autoridades estadounidenses y al contenido de la grabadora de voz de cabina, fue el comandante quien puso los interruptores de combustible en posición de “corte”, uno tras otro, con un segundo de diferencia. La maniobra ocurrió pocos segundos después del despegue, cuando no había indicios de emergencia ni problemas mecánicos aparentes.
La grabación muestra que el copiloto, Clive Kunder, un joven de 32 años que que tenía el control de la aeronave en ese momento, expresó sorpresa y luego pánico al notar la desconexión del combustible, mientras que el capitán, con más de 30 años de experiencia, mantuvo la calma.
Diez segundos más tarde, ambos interruptores fueron reactivados, pero ya era tarde: la aeronave cayó sobre un barrio densamente poblado cercano al aeropuerto. Un pasajero sobrevivió. El resto de las 241 personas a bordo, entre pasajeros y tripulantes, murieron, así como 19 personas en tierra.
El informe preliminar de la Oficina India de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB), publicado el 12 de julio, indicó que la interrupción del flujo de combustible provocó una repentina caída de potencia y el colapso del avión. Además, el informe descartó la presencia de aves en la trayectoria del vuelo y señaló que la aeronave comenzó a perder altitud antes de cruzar el muro perimetral del aeropuerto. También, mencionaron que la configuración de los flaps y el tren de aterrizaje era normal en el momento del impacto. De todas maneras, el informe no descartó posibles defectos de diseño, fallos de funcionamiento ni problemas de mantenimiento.
Singapur y otros países replicaron la inspección con resultados similares.
El informe señala también que no se registró ninguna anomalía técnica antes del corte del combustible, lo que refuerza las sospechas de que pudo tratarse de una acción deliberada o, en su defecto, de un error humano sin explicación mecánica. Según Ben Berman, ex alto funcionario de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos consultado por el Wall Street Journal, el hecho de que los interruptores hayan sido apagados uno tras otro, con precisión temporal de un segundo de diferencia entre uno y otro, sugiere intencionalidad.
Sabharwal, el capitán de 56 años, tenía una reputación intachable en la aerolínea y era conocido por su carácter reservado, austero y disciplinado. Según testimonios recogidos por el Wall Street Journal, vivía con su padre enfermo —ex funcionario del Ministerio de Aviación Civil indio— y era considerado un mentor por muchos pilotos jóvenes. Su apodo en la escuela de vuelo era “Sad Sack” (un “desgraciado”) por su semblante serio y retraído. A diferencia de otros, no tomaba alcohol, no decía malas palabras y mantenía una vida meticulosamente ordenada.
El copiloto Kunder, por su parte, había comenzado a volar inspirado por su madre, una azafata de Air India. Se formó en Florida, obtuvo su licencia comercial en Estados Unidos y fue contratado por la aerolínea en 2017. Había sido transferido al Boeing 787 en 2022, y según sus amigos estaba entusiasmado por pilotear aviones de mayor porte. Era un apasionado de la aviación, del cine de superhéroes y de la tecnología. En su infancia, siempre jugaba a ser piloto. Su hermana contó que tenía una risa “contagiosa” y que hablaban todos los días.
Los datos disponibles muestran que durante el despegue, el primer oficial tenía ambas manos ocupadas con la maniobra, lo que vuelve improbable que haya operado los interruptores. Sabharwal, como piloto de seguimiento, tenía las manos libres. Las autoridades aún no determinaron si el corte fue accidental o deliberado, pero según el Wall Street Journal, hay funcionarios estadounidenses que creen que, si el accidente hubiera ocurrido en Estados Unidos, se habría abierto una causa penal y se habría involucrado al FBI.
Jennifer Homendy, presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), fue informada personalmente del contenido de la caja negra y del registrador de datos del vuelo. Su prioridad, explicó, es evaluar si el accidente plantea riesgos inmediatos para el público viajero. Por el momento, ni Boeing ni GE Aerospace (fabricante de los motores) ni la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en ingles) han emitido advertencias o directivas de seguridad.
El Wall Street Journal también reportó que, tras la publicación de estas revelaciones, la AAIB difundió un comunicado en el que instó a la prensa y al público a “no difundir narrativas prematuras” que puedan “afectar la integridad de la investigación”. La agencia reiteró que aún es “demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas”.
El director ejecutivo de Air India, Campbell Wilson, también pidió evitar especulaciones. “La investigación está lejos de terminar”, afirmó, y aseguró que la compañía sigue colaborando plenamente con las autoridades.
Agencias AFP y ANSA