Se necesitan juguetes

Hola, ¿cómo estás? Ya pasó una semana desde que vimos las imágenes, desesperantes, de miles de vecinos del norte bonaerense que tuvieron que abandonar sus casas por el avance del agua. ...

Hola, ¿cómo estás?

Ya pasó una semana desde que vimos las imágenes, desesperantes, de miles de vecinos del norte bonaerense que tuvieron que abandonar sus casas por el avance del agua.

Hoy te quiero hablar de 12 familias en particular.

Pero antes, repasemos un poco el drama: las imágenes de casas con un metro y medio de agua se repetían en Campana, Zárate, Salto y otras localidades del norte de la provincia de Buenos Aires.

En muchos lugares, el agua ya bajó y ahora se empieza a dimensionar el daño. Las casas más precarias, de paredes de ladrillo sin revocar o madera, son las más castigadas. Las familias lo perdieron todo o casi: muebles, electrodomésticos, colchones, útiles escolares, ropa... La lista es infinita.

Si querés conocer algunas de las campañas que hay para ayudar a las familias inundadas de Campana, Zárate y Salto, podés entrar en este link.

Como te decía al principio, hoy te quiero hablar de 12 familias que necesitan ayuda urgente. Son del barrio Río Luján, una zona carenciada de Pilar que seguía bajo el agua. Con ellas habló Paula Soler.

Esto nos contaba Paula:

“¿Cuándo volvemos a casa?”. Esa es la pregunta que Enzo, de 11 años, le hace a su madre hace tres días, desde que fueron evacuados a una casa junto a 11 familias. En un video que nos mandó su mamá, Paola Cardozo, se puede ver cómo se asoman los techos de las casas de chapa y material en medio de lo que parece un río marrón que se extiende hacia el horizonte.

Paola cuenta que ella y sus tres hijos fueron evacuados por Defensa Civil y que un vecino les prestó una casa que suele alquilar, pero que estaba sin inquilinos. Su familia y 11 de la zona encontraron refugio ahí.

En esa casa convive con otras 11 familias compuestas por unos 15 adultos y un total de 17 niños y niñas. 32 personas en total. La casa es pequeña: tiene dos ambientes y un solo baño. Tienen colchones y frazadas, pero “la situación es desesperante”, explica Paola. Todos quieren volver a la rutina diaria en sus propios hogares y los más chicos son los que están más afectados anímicamente.

Paula pudo saber que una ONG ya entró en contacto con ellos y los está ayudando. Pero necesitan de nuestra ayuda. Esa ONG es Módulo Sanitario, que construye baños en barrios populares, y lanzó una campaña para ayudar a los vecinos del barrio Río Luján.

Con lo recaudado comprarán lo que más necesitan estas familias: artículos de limpieza y desinfección, espirales, velas, ropa de abrigo, calzado y comida. Además de útiles para los chicos.

Si querés conocer y ayudar a las 12 familias evacuadas de Río Luján, podés entrar en este link.

Hay un dato que debería interpelarnos: según el último relevamiento de asentamientos informales hecho por TECHO, el 60% de los barrios populares del país sufre inundaciones cada vez que llueve.

Hay un impacto de las inundaciones que es difícil de estimar, que no es económico ni necesariamente material. Me refiero a los traumas que necesitan sanar con tiempo. A lo que se pierde y a priori no aparece como una urgencia a sanar.

Hace poco más de dos meses, era Bahía Blanca la ciudad que estaba en gran medida tapada por el agua. Hubo 18 personas muertas y 270 mil afectadas. Pero además, muchos niños y adolescentes perdieron todas sus pertenencias preciadas.

Por eso, la ONG Aralma puso en marcha la campaña “Un juguete, un abrazo”. La idea es reunir donaciones de juguetes, algo tan importante no solo para recuperar el juego y el disfrute, sino también como una herramienta fundamental para elaborar lo vivido y encontrar consuelo, explican psicólogos que analizan el trauma que vivieron.

Claudia Amigo, una psicóloga de Bahía Blanca, relata que un paciente de 5 años quedó con pánico y tiembla, llora y grita cada vez que escucha caer las primeras gotas: “El nene asocia la lluvia con la inundación porque vivió una situación límite. Como él, hay muchos chicos que fueron rescatados de techos, que sufrieron hipotermia y que tuvieron miedo de ahogarse y de que sus familiares se ahogaran”, explica.

“Nos preguntábamos cómo hacen los terapeutas de Bahía Blanca para trabajar con los niños que no tienen juguetes ni en sus casas ni en las escuelas ni en los consultorios porque se perdió todo y nos dimos cuenta de que la gente fue muy solidaria y mandó mucha ropa, pero no pensó en los juguetes. El trauma vivido por los niños durante la inundación en Bahía Blanca es tremendo, por eso se requiere de esfuerzos muy específicos”, explica Sonia Almada, de Aralma e impulsora de la campaña, a la que cualquiera se puede sumar hasta el 30 de mayo.

Si querés leer más sobre la campaña para reunir juguetes, podés entrar a este link.

Qué interesante es ver cómo hay personas que se agrupan para solidarizarse con situaciones que a veces ignoramos. Y qué lindo es saber que podemos sumarnos, desde el lugar en donde estemos, para ayudar a potenciar ese esfuerzo.

Eso es todo por hoy, que tengas un gran fin de semana.

Saludos,

Javier