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Sigue la búsqueda del chico argentino arrastrado por el mar en Chile: “Pedía ayuda con todas sus fuerzas”

LA SERENA, Chile.– La búsqueda del adolescente argentino de 17 años que desapareció el lunes al mediodía en la Avenida del Mar seguía este miércoles con un despliegue que se amplió con el ...

Sigue la búsqueda del chico argentino arrastrado por el mar en Chile: “Pedía ayuda con todas sus fuerzas”

LA SERENA, Chile.– La búsqueda del adolescente argentino de 17 años que desapareció el lunes al mediodía en la Avenida del Mar seguía este miércoles con un despliegue que se amplió con el ...

LA SERENA, Chile.– La búsqueda del adolescente argentino de 17 años que desapareció el lunes al mediodía en la Avenida del Mar seguía este miércoles con un despliegue que se amplió con el paso de las horas. Equipos marítimos y terrestres recorrían de manera constante el sector de Cuatro Esquinas, una playa muy concurrida que, fuera de la temporada estival y sin salvavidas oficiales, exige especial cuidado por sus corrientes.

El episodio se desencadenó cuando cinco jóvenes argentinos ingresaron al mar en un área no habilitada para el baño. Una fuerte corriente los arrastró mar adentro en pocos minutos. Cuatro de ellos fueron rescatados con vida gracias a la intervención decisiva de dos residentes; entre ellos, el ciclista chileno Francisco Boldo, que se arrojó al agua al escuchar los gritos de una madre que pedía ayuda desesperadamente. Uno de los menores del grupo fue llevado por la marea y no volvió a ser visto.

El trabajador de la construcción Josué Farías, que también se lanzó al agua, reconstruyó para LA NACION los minutos intensos del rescate. “Los gritos se escuchaban hasta la calle. El chico pedía ayuda con todas sus fuerzas. Me tiré sin pensar. Adentro era un caos: oleaje fuerte, viento, espuma”, relató.

En el agua encontró a Boldo asistiendo a una joven. “Me pidió que fuera por el más pequeño, pero la corriente te hundía. El chico se me aferraba de la desesperación. Me dijo que no sabía nadar”, recordó.

Boldo permaneció un largo rato dentro del mar. Primero encaminó hacia la orilla a uno de los adolescentes que se estaba hundiendo. Después nadó hacia otro de los chicos, que flotaba casi inconsciente; le dio maniobras de reanimación en medio del oleaje y lo sostuvo hasta que pudo llevarlo a una zona donde hiciera pie. También ayudó a la hermana de uno de ellos, antes de volver a internarse en el agua, donde vio por última vez al menor desaparecido.

“Rescaté a cuatro; me faltó uno. Estaba solo y no pude hacer más”, relató luego a la prensa local.

La playa donde ocurrió el accidente no estaba habilitada para el baño. Las autoridades recordaron que la temporada oficial de guardavidas comienza el 15 de diciembre, aunque La Serena ya contaba con personal permanente y voluntarios que apoyaban las labores en el agua. Las banderas rojas advertían sobre el riesgo, pero, como reconocieron funcionarios municipales, muchos visitantes igual decidieron ingresar al mar.

Desde la tarde del lunes, la operación quedó bajo coordinación de la Capitanía de Puerto de Coquimbo, que instaló un puesto de mando en el propio sector de Cuatro Esquinas. De acuerdo con los datos oficiales, en el segundo día de búsqueda se dispuso de 27 servidores navales, además de la lancha de servicio general Coquimbo, una moto acuática, un bote de goma, tres camionetas y una cuadrimoto.

A ese despliegue se sumaron equipos municipales. La Serena aportó 20 funcionarios y tres camionetas, además de apoyo psicológico y social para la familia del adolescente. La Municipalidad de Coquimbo envió 22 personas, una lancha de rescate, dos rescatistas, una moto de agua, tres drones —uno de ellos con visión nocturna—, cuatro camionetas y personal para operar el puesto de mando. Pescadores de la caleta de Peñuelas colaboraron durante la madrugada con rastrillajes aprovechando la baja mar.

Las condiciones del mar complicaron las tareas. El sector, según la propia autoridad marítima, presenta oleaje y corrientes cambiantes, con mayor intensidad desde Cuatro Esquinas hacia el norte, donde es habitual la práctica de surf. Esa dinámica obligó a ajustar una y otra vez los puntos de búsqueda. Tras una reunión de evaluación, parte del operativo marítimo se desplazó ligeramente hacia el sur, considerando el abatimiento previsto de la corriente y el viento, mientras que la búsqueda terrestre se extendió hacia Punta Teatinos.

La operación se mantuvo oficialmente hasta el término de la luz natural, alrededor de las 20.30 del martes, con buzos, personal en tierra y unidades marítimas. Sin embargo, las autoridades resolvieron continuar el monitoreo durante la noche mediante drones y equipos terrestres, con vigilancia permanente en el borde costero. El miércoles, la búsqueda se reanudó a primera hora con la incorporación de un robot submarino para labores de rastreo en profundidad.

En paralelo, la familia del adolescente se mantuvo en el sector sin despegarse del puesto de comando. La madre, que presenció el momento en que sus hijos fueron arrastrados por las olas, recibió acompañamiento psicológico y apoyo logístico por parte del municipio, que habilitó un espacio para que pudieran permanecer cerca de la zona de operaciones. Uno de los hermanos del menor, de 14 años, continuaba hospitalizado tras haber sido rescatado del mar.

Durante la tarde de hoy, el Hospital de La Serena confirmó que el adolescente mostraba una evolución favorable. “Está recibiendo los cuidados y atenciones del equipo de salud, ha evolucionado bien y no presenta mayores complicaciones ni riesgo vital”, indicó el centro asistencial. Los otros jóvenes involucrados en el incidente ya habían sido dados de alta y se encontraban con la familia.

Quienes conocen al joven desaparecido lo describen como un chico alegre, extrovertido, aficionado a la música y un destacado guitarrista. La familia, originaria de San Juan, reside en la zona de Altovalsol y está radicada en Chile por sus abuelos. El adolescente cursa tercero medio en el Liceo Gabriela Mistral y comparte su tiempo entre los estudios, la música y la vida familiar junto a sus hermanos.

En ese contexto, la presencia de los rescatistas civiles también volvió a cobrar protagonismo. Boldo regresó el martes y el miércoles al lugar del operativo.

“Hoy el mar estaba muy correntoso. Igual me metí para ver si podía apoyar a los buzos, pero se hacía muy difícil”, comentó, todavía con marcas en la piel por el esfuerzo del día del accidente. Varios turistas y deportistas que circulaban por la Avenida del Mar lo reconocieron como el hombre que se había quedado en el agua hasta el límite de sus fuerzas.

El ciclista admitió que la escena del lunes seguía dando vueltas en su cabeza. “Uno no olvida esos gritos. Se te quedan acá —dijo, tocándose el pecho—. Era desesperación pura. El chico estaba peleando por su vida. Eso no se borra”. A pocos metros, una moto de agua regresaba desde el sector de Peñuelas, mientras los drones se preparaban para retomar el patrullaje aéreo.

Explicó que volvió a la zona porque no quería que la familia sintiera que el caso quedaba en el olvido. “No pude sacarlo. Eso es lo que más me duele. Rescaté a cuatro, pero faltó uno. No quería que pensaran que acá la gente se desentendió. Por eso volví, por eso me quedé”, señaló.

Al cierre de esta edición, la búsqueda del adolescente argentino seguía activa, con la participación de personal naval, equipos municipales, voluntarios y pescadores. En la Avenida del Mar, entre vehículos de emergencia, drones y el ir y venir de los rescatistas, la familia y sus allegados continuaban en vigilia, aferrados a la expectativa: que el operativo permita, finalmente, encontrar al joven que no logró regresar a la orilla.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/sigue-la-busqueda-del-chico-argentino-arrastrado-por-el-mar-en-chile-pedia-ayuda-con-todas-sus-nid19112025/

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