Tras una cumbre agitada, Mauricio Macri dio libertad de acción para cerrar alianzas
En el cierre de un tenso encuentro del Consejo Nacional de Pro, el expresidente Mauricio Macri concedió libertad de acción a las autoridades de su fuerza en el interior del país para cerrar alia...
En el cierre de un tenso encuentro del Consejo Nacional de Pro, el expresidente Mauricio Macri concedió libertad de acción a las autoridades de su fuerza en el interior del país para cerrar alianzas electorales de cara a las legislativas de octubre.
En medio de la negociación que lleva adelante Cristian Ritondo para llegar a un entendimiento con La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, Macri confirmó no propondrá una estrategia nacional para encarar los próximos comicios y que la decisión de confluir o no con Javier Milei dependerá de los jefes territoriales de Pro en cada distrito.
“Hagan en sus provincias lo que consideren necesario, pero con dignidad”, concluyó.
En el mensaje que le dirigió a su tropa, el titular de Pro no objetó ni alentó un plan de convergencia con los libertarios. Resaltó que las tratativas cerrar un trato en Buenos Aires, el gran bastión del kirchnerismo, no condicionan al resto de los distritos.
Por caso, Macri recordó que hubo diversos esquemas de alianzas en los terruños que separaron las elecciones locales de las nacionales, como la Capital, Santa Fe, Chaco, Misiones o Salta.
Respecto de las perspectivas de su partido con vistas a las legislativas nacionales de octubre, el exmandatario dijo que Pro debe sostenerse en pie y apuntar a reconstruirse para la carrera de 2027. “En octubre tenemos que hacer la mejor mala elección posible”, puntualizó.
Las expresiones de Macri generaron alivio, sobre todo, entre los representantes de las provincias donde Pro y LLA tienen una relación conflictiva. “Nos habló de que no hay que entregarse y tener dignidad; no nos podían llevar a las trompadas a un acuerdo con Milei”, comentó uno de los asistentes a la cumbre partidaria.
Además de los jefes de Pro en cada una de las provincias o el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, hablaron Guillermo Dietrich y María Eugenia Vidal.
CrucesMaría Eugenia Vidal, alineada con Jorge Macri, mostró sus diferencias con la mirada de los acuerdistas, como Ritondo. Primero, la exgobernadora convocó a pensar cómo se reformulará el partido de Macri a partir de diciembre, después de que se produzca el recambio legislativo. Y criticó sobre todo la ambigüedad que muestra el partido en sus posicionamientos políticos. “Estamos en un no lugar; es difícil explicar donde está Pro”, explicaron fuentes cercanas a Vidal.
La diputada Ana Clara Romero (Chubut) y Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe y aliada de Maximiliano Pullaro, respaldaron la visión de Vidal. Ellas coincidieron en que Pro no debe ser segundo de nadie ni “desteñirse de violeta”. Es decir, plantearon la tesis de que Pro debe preservar sus valores, una narrativa y ser una alternativa republicana y pluralista frente al modelo de Milei. En concreto, Vidal dijo que no estaba de acuerdo con dar libertad de acción y que ella no compartía la idea de diseñar un frente con LLA. Sus colaboradores aseguran que no propuso reeditar Juntos por el Cambio y que no objetó el diálogo en Buenos Aires, pero que la prioridad de Pro debe ser el posicionamiento a partir de diciembre.
“Tenemos que pensar qué somos, qué hacemos y qué queremos”, remarcó uno de los jerarcas de la fuerza de Macri que procura no postergar el debate identitario. Torres también habló sobre la necesidad de generar un proyecto con vocación de poder.
Quien había encendido la mecha fue el emisario de Pro Mendoza, Gabriel Pradines. El dirigente reclamó la discusión de una estrategia nacional y criticó el accionar del bloque de diputados comandado por Ritondo. Dijo que eran demasiado condescendientes con Milei y propuso emular la táctica de “toma y daca” de Alfredo Cornejo.
Mientras escuchaba la seguidilla de reproches y planteos, Ritondo acumulaba bronca. “Nos hicieron una emboscada”, bramó uno de sus laderos.
Finalmente, cuando tomó la palabra, el jefe de Pro en Buenos Aires lanzó una contraofenvisa. Reiteró que las tratativas para aunar fuerzas con Milei en el distrito más populoso del país están en marcha y que no pensaba interrumpirlas para debatir una estrategia nacional. Dijo que el macrismo requiere preservar su principal capital político en la provincia: sus trece intendentes, quienes necesitan conservar la gobernabilidad en sus Concejos Deliberantes. “Yo voy a cerrar con LLA”, advirtió. Sentado a unos metros suyo, lo escuchaba el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montengro, uno de los promotores de la alianza con Milei.
A su vez, Ritondo defendió el respaldo de la bancada de Diputados a la administración de Milei. Por ejemplo, arguyó que él ejecutó la orden que le dio Macri cuando selló el Pacto de Acassuso con el Presidente en 2023: cooperar con el Gobierno libertario. “Mauricio nos alentó a hacer lo correcto, no lo conveniente; votamos las mismas cosas que hubiéramos votado con Macri como presidente”, soltó. Y remató: “Yo no extorsiono cuando hago política”.
El expresidente puso como condición que Pro mantenga su sello en la provincia. Es decir, que los Milei acepten la idea de armar un frente electoral para competir en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. En cambio, los ingenieros electorales de LLA quieren aplicar el esquema de adhesión para que la fuerza del Presidente compita con su sello y sus colores en la batalla con el kirchnerismo en la provincia.
En respuesta a las críticas por la ambigüedad de Pro –confrontó con los Milei en la Capital y negocia un acuerdo con los libertarios en Buenos Aires-, Ritondo remarcó que el escenario bonaerense es “complejo” y deslizó que sería muy costoso dividir la oferta opositora a Axel Kicillof y Cristina Kirchner. “Al final del camino, lo importante es que la Argentina salga de la hecatombe económico. Quejarnos porque el Gobierno no nos da más espacios es ubicarse en un lugar extorsivo”, apuntó uno de los acuerdistas que tienden puentes con Milei en Buenos Aires.
Hasta ahora los espacios de Milei y Macri solo compartieron un frente en Chaco, donde la Casa Rosada le pidió explícitamente a Leandro Zdero que Pro figurara como adherente en la alianza que sellaron radicales y libertarios para enfrentar al PJ en los comicios locales.
Luego, Pro y LLA se enfrentaron en la Capital, Santa Fe o Salta o Misiones. La batalla porteña dejó secuelas internas en el macrismo. Mientras los acuerdistas bonaerenses creen que la estrategia que desplegó el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, en la ciudad debilitó la posición de Pro para negociar un pacto para confluir en Buenos Aires, Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal, entre otros, presionan para que el partido amarillo preserve su identidad y subraye sus diferencias con el modelo libertario en materia institucional o se plante con firmeza ante los permanentes desplantes de los Milei. Por caso, Vidal y Lospennato, junto a otros siete diputados macristas, se rebelaron ante la conducción de Ritondo y se abstuvieron la semana pasada en la votación del proyecto para otorgarle un aumento de emergencia a los jubilados. En cambio, el jefe del bloque de Pro y la mayoría de la bancada se opusieron a la iniciativa impulsada por la oposición y respaldaron el argumento oficial de que esa erogación de fondos podría poner en jaque el equilibrio fiscal.
La actitud de Vidal y Lospennato -el jefe de Pro sabía de antemano que iban a abstenerse- provocó ruidos internos en la bancada de Diputados amarillos y molestó a Ritondo, quien debe hamacarse para evitar una fractura interna y no desgastar la relación con Milei. El episodio obligó a Macri a intervenir. Esta semana, el expresidente recibió a Vidal, Lospennato y Ritondo para aclarar la situación. “Al final del día, el valor más importante que tiene Pro es el bloque de 35; hay que mantenerlo”, dicen los fieles a Ritondo. En ese grupo consideran que el desmarque de las macristas solo daña la capacidad de Pro para presionar a LLA al conformar las nóminas en Buenos Aires.
“Yo me siento macrista; no soy libertario ni quiero serlo, pero necesitamos mirar al futuro más que al pasado”, grafica uno de los dirigentes que apuesta a una renovación y, sobre todo, a explorar una confluencia con LLA.
En el entorno de Macri aseguran que existen “matices” dentro de la bancada de Pro. Y que Milei ya no podrá conseguir que el macrismo acompañe a “libro cerrado” al oficialismo en la Cámara baja. Por caso, el jefe de Pro no está dispuesto a convencer a sus legisladores para que colaboren a blindar un eventual veto a la suba para los jubilados.
Horas después de que concluyera la reunión, el partido de Macri difundió una declaración en la que ratificó que su “vocación” de “representar a millones de argentinos que querían un país distinto y defender la libertad”. Y recordó que el “espíritu de cambio” los llevó a “construir una fuerza política con gestión, con equipos y con valores”. “Nos enfrentamos al kirchnerismo cuando parecía invencible y demostramos que se podía gobernar con transparencia, con eficiencia y con coraje. Hoy, muchos de los que fueron responsables del modelo que hundió a la Argentina están comenzando a pagar las consecuencias”, indicaron.
Pese a la dura derrota en la Capital, las autoridades de Pro aspiran a sobrevivir el proceso electoral de 2025. Consideran que el “capital” de dirigentes del partido les permitirá reinventarse para volver a ser competitivos dentro de dos años. “Nos tenemos que reconstruir desde abajo hacia arriba, con una mirada a largo plazo. Los que se quieran ir, que se vayan. No nos vamos a pintar de violeta”, expresaron cerca de Macri.