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Velocidades desincronizadas

Poniendo caras de inteligentes, en los últimos días varias personas afirmaron por TV que ciertamente el equilibrio fiscal es importante, pero que los médicos residentes del Hospital Garrahan no ...

Velocidades desincronizadas

Poniendo caras de inteligentes, en los últimos días varias personas afirmaron por TV que ciertamente el equilibrio fiscal es importante, pero que los médicos residentes del Hospital Garrahan no ...

Poniendo caras de inteligentes, en los últimos días varias personas afirmaron por TV que ciertamente el equilibrio fiscal es importante, pero que los médicos residentes del Hospital Garrahan no pueden esperar a que las autoridades identifiquen y echen a los ñoquis, de manera que, con la correspondiente liberación de fondos, se les pueda mejorar la remuneración a quienes sí trabajan.

Con el mismo criterio, los genuinamente discapacitados no pueden esperar a que el Gobierno de turno identifique el enorme conjunto de caraduras, quienes cobran pensiones por discapacidad sin merecerlo (¿problema de legislación o falla de los médicos?); o los jubilados que verdaderamente aportaron durante su vida activa tampoco pueden esperar a que dejen de cobrar los más de 3 millones de compatriotas que no aportaron nada y reciben los fondos sin que se les caiga la cara de vergüenza.

Nadie puede pretender que los ñoquis anden por las oficinas vistiendo chombas que digan “ñoqui”; de la misma manera que nunca vi en TV o algún miércoles frente al Congreso Nacional a algún jubilado que declare que todo lo que le dan le viene bien, porque nunca aportó nada. Lo cual quiere decir que el proceso de identificación, y el de terminación del otorgamiento de los ingresos indebidos, es lento, complicado y nada fácil de implementar.

Pero no nos convirtamos en parte del problema haciendo de cuenta que la asimetría planteada no existe o mencionando la importancia del equilibrio fiscal pero sin tener en cuenta sus implicancias. Mi mamá no tenía más remedio que tener esto en claro y actuar en consecuencia; porque mi papá le entregaba el sueldo y ella hacía maravillas con lo que había. Si mi hermano o yo le hubiéramos pedido más plata para efectuar un gasto “justo”, sólo lo habría podido satisfacer disminuyendo alguna otra erogación. La restricción presupuestaria, nítida en el plano microeconómico, también opera en el macroeconómico.

¿Desean los diputados y senadores nacionales que el presidente Milei no les vete una ley destinada a mejorar la situación de “los” jubilados? Tengo la solución. Aprueben el siguiente texto: “Artículo 1, congélese en términos nominales la jubilación de todos aquellos que no aportaron nada (yo las eliminaría de un plumazo, pero en fin); artículo 2, con el consiguiente ahorro, auméntese la jubilación de quienes sí aportaron”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/velocidades-desincronizadas-nid11062025/

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