Confirman que el cuerpo que encontraron en una playa de Chile es el argentino que era buscado
Hace unas horas se confirmó que el cuerpo encontrado ...
Hace unas horas se confirmó que el cuerpo encontrado hace dos días en las costas chilenas, a la altura de La Serena, pertenece a Alejandro Cabrera Iturriaga, el argentino de 17 años que estaba desaparecido desde hacía casi dos semanas. Se había metido al agua con un grupo de amigos en una zona con corrientes muy fuertes. El resto de sus compañeros fueron rescatados. Pero Cabrera Iturriaga no logró salvarse.
El prefecto Jaime Lazo, jefe de la prefectura de Elqui, en Chile, informó hoy que tras diversos análisis de laboratorio realizados por peritos del área de criminalística regional se logró determinar la identidad del cuerpo hallado el 27 de noviembre.
“El personal de la Brigada de Homicidios de La Serena, junto a especialistas del laboratorio de criminalística regional, estableció científicamente, mediante peritajes en terreno, la identidad del cuerpo encontrado por la Armada en el sector de Cuatro Esquinas, el cual corresponde al adolescente argentino, que el 17 de noviembre desapareció en el mar mientras se bañaba con su familia”.
“Fue un trabajo coordinado con la Armada y otros servicios de seguridad de la comuna y de la región. Además del rescate del joven, se llevó adelante un proceso científico-técnico con los protocolos institucionales correspondientes, lo que permitió confirmar su identidad”, añadió Lazo.
Argentino muerto en ChileEl operativo de búsqueda, encabezado por la Armada de Chile, movilizó a más de 250 personas entre rescatistas, personal municipal, Bomberos, pescadores artesanales y equipos de drones de La Serena y Coquimbo.
La tragediaEl lunes 17 de noviembre, cinco jóvenes argentinos ingresaron al mar en una zona no habilitada, donde una fuerte corriente los arrastró mar adentro. Cuatro de ellos fueron rescatados con vida gracias a la intervención de dos residentes, entre ellos el ciclista chileno Francisco Boldo, que se arrojó al agua al escuchar los gritos desesperados de una madre. El quinto menor fue llevado por la marea y no logró volver a la superficie.
Josué Farías, trabajador de la construcción, reconstruyó para LA NACION el dramático momento del rescate: oleaje intenso, viento, espuma. En el agua encontró a Boldo auxiliando a una joven; luego ambos lograron salvar a otros dos adolescentes, incluso practicando maniobras de reanimación en pleno mar. “Rescaté a cuatro; me faltó uno”, se lamentó Boldo.
La playa no estaba habilitada para el baño y las banderas rojas advertían el peligro. Aunque la temporada oficial de guardavidas comienza el 15 de diciembre, La Serena ya contaba con personal permanente y voluntarios. Desde la tarde del lunes, la Capitanía de Puerto de Coquimbo desplegó un amplio operativo con apoyo naval, municipal, drones, pescadores y vehículos especializados. Las condiciones del mar —oleaje variable y corrientes fuertes— obligaron a rediseñar varias veces los puntos de búsqueda, que se extendieron por mar y tierra hasta Punta Teatinos.
Las tareas continuaron durante la noche con vigilancia costera y drones, y el miércoles se incorporó un robot submarino para rastreos en profundidad. La familia del adolescente permaneció todo ese tiempo junto al puesto de mando, acompañada por equipos psicológicos y sociales. Uno de los hermanos, de 14 años, seguía internado, aunque ese mismo día el Hospital de La Serena informó que evolucionaba favorablemente. Los demás jóvenes habían sido dados de alta.
Quién era AlejandroA Alejandro Cabrera Iturriaga lo recuerdan como un chico alegre, extrovertido, amante de la música y talentoso con la guitarra. La familia, originaria de San Juan, vive en Altovalsol, localidad de La Serena, donde se instaló por sus abuelos. El adolescente cursaba tercero medio en el Liceo Gabriela Mistral y repartía su tiempo entre los estudios, la música y la vida familiar junto a sus hermanos.
La noticia del cierre del operativo llegó en plena ceremonia íntima que la familia realizó en la playa: familiares, amigos y vecinos se acercaron para despedirlo. Frente al mar encendieron velas, colocaron fotos y arrojaron flores en el punto donde Alejandro desapareció, un gesto que acompañó el final formal de las labores de búsqueda. La familia realizó un acto simbólico de despedida y agradeció a todas las personas que colaboraron durante la semana de rastreo.