“No juzguen con sentimientos, sino con pruebas”: la defensa de César Sena, acusado de haber matado a Cecilia Strzyzowski
RESISTENCIA, Chaco (de una enviada especial).– No hay pruebas y no hubo un plan criminal para matar. En estos dos puntos se basaron las defensas del matrimonio Sena en sus alegatos finales para d...
RESISTENCIA, Chaco (de una enviada especial).– No hay pruebas y no hubo un plan criminal para matar. En estos dos puntos se basaron las defensas del matrimonio Sena en sus alegatos finales para desligarse del femicidio de su nuera, Cecilia Strzyzowski, que estaba casada con el hijo de ambos, César.
Ricardo Osuna, abogado del líder piquetero Emerenciano Sena, pidió por su inocencia. Celeste Ojeda, que defiende a Marcela Acuña, consideró que debería estar imputada por encubrimiento agravado, por lo que no podría ser condenada. El Código Penal establece expresamente que están exentos de pena los padres que oculten las pruebas de un crimen cometido por un hijo cuando no hubo una promesa previa.
Más temprano, los acusadores habían pedido prisión perpetua para ambos como partícipes primarios por homicidio doblemente agravado por el vínculo en contexto de violencia de género. El hijo, en tanto, llegó al juicio oral como supuesto autor de homicidio doblemente agravado por el vínculo en contexto de violencia de género. Tanto la fiscalía como la querella sostienen que existía un plan del clan Sena para matar a Cecilia, que contemplaba que los padres dejaran solo su domicilio, donde César mató a la joven de 28 años. Strzyzowski fue vista por última vez con vida el 2 de junio de 2023 al ingresar en la casa familiar situada en la calle Santa María de Oro, de esta ciudad.
“¿Qué hay contra el señor Emerenciano a día de hoy? La fiscalía habló de este plan criminal. Nada de eso se probó“, afirmó Osuna, que repitió una y otra vez que no hay pruebas, sino meras ”conjeturas".
Sostuvo que la existencia de una “organización criminal” está solo en la mente de la fiscalía y las querellas. "Si tanto era el jefe del plan, ¿por qué no fue ni una sola vez al campo a chequear?“, dijo. Se presume que el cuerpo de Cecilia fue quemado y desechado en Campo Rossi, un predio de la familia Sena.
Cuestionó todo: a los testigos, que consideró “guionados”; que se habló de “bulto” y no de un cuerpo. “Nunca nadie dijo que los restos eran de Cecilia Stryzowski”, afirmó. Las pruebas en el expediente muestran que los restos óseos hallados pertenecían a un solo individuo adulto, pero por el estado de calcinación y carbonización, no se pudo recuperar material genético.
Señaló también que no hayan buscado “huellas” para detectar el recorrido de las camionetas en el Campo Rossi. Los allanamientos al predio fueron diez días después de la jornada en la que habrían trasladado allí el cadáver de Cecilia.
“¿Por qué no lo interrogaron el día de ayer?“, remarcó. En su declaración ayer, Emerenciano se ofreció a responder preguntas, pero ni la defensa ni la fiscalía quisieron hacerlo. Dijeron que fue ”una estrategia".
“Si ustedes no están seguros –dijo Osuna al jurado–, pidan a la fiscalía que les ponga en una bolsa todas las pruebas que tienen en contra de Emerenciano y resuelvan a conciencia teniendo en cuenta el principio de inocencia, la falta de pruebas en contra de Emerenciano. No culpabilidad”. En el mismo sentido, pidió un veredicto de inocencia.
Al salir de la audiencia, un grupo de manifestantes que reclama justicia frente al centro donde se desarrolla el juicio puso a todo volumen “La vaca Lola” en un parlante. Osuna, abogado del clan Sena, estuvo preso 41 días a comienzos de este año por un presunto robo de ganado.
Ojeda se enfocó en marcar el rol de Acuña como encubridora y los “errores del plan criminal” que planteó la fiscalía. “Marcela no ideó, ni participó del homicidio de Cecilia. Se enteró de que algo grave sucedió con su hijo y, a partir de allí, hizo actos para intentar ocultar lo que había pasado a su marido”, afirmó.
Empezó su exposición leyendo el mensaje que le envió Marcela Fabiana González, su colaboradora más cercana, es día: “Creo que sucedió algo grave con César. Estoy desesperada”.
Señaló que el joven no tenía llave y que la casa no quedó vacía la mañana de aquel 2 de junio. “Se intenta decir que la casa quedó sola. Pero no les dijeron que 8.30 ingresaron dos personas, ¿por qué? Porque se caía la idea del plan", dijo. E insistió: “¿Qué persona que está poniendo en marcha un plan trae a un tercero?"
En ese línea tampoco consideró lógico, si existiera un plan, que mandara a César a Colonia Elisa –donde varios testigos lo vieron lastimado en los días posteriores a la desaparición de Stryzowski– o que haya dejado ingresar a la planchadora en su casa cuando había un cuerpo. Acuña asentía con la cabeza. "No tiene lógica porque no hay plan, porque nadie se esperaba que esto pase”, dijo.
También refutó que Marcela haya dado órdenes sobre qué hacer con el cuerpo. “Quizá no fueron las palabras más felices, pero dijo que saque el problema”. Insistió en que ella no sabía qué había pasado y afirmó: “Creo que todavía tiene la esperanza de que hable quien tiene que hablar”.
Dijo también que su defendida no sabía de la propuesta del viaje a Ushuaia, con el que Cecilia salió engañada de su casa. Según Stryzowski le había contado a varios testigos, César le propuso mudarse al sur, donde Marcela les había conseguido casa y trabajo. “Quien le transmitió el viaje era César. Puede decir muchas cosas, de ahí a que Marcela sepa... Era claro que César se manejaba solo”, sostuvo.
Por último, negó el vínculo conflictivo de Acuña con la víctima, mostró mensajes “respetuosos” y recordó que ayudaron a Cecilia cuando falleció su abuela biológica.
“No es lo mismo organizar un plan para dar muerte a alguien que no tener idea de lo que sucedió, enterarse seis horas después y hacer todo para ocultarlo. Esto es un encubrimiento agravado”, cerró.
Después fue el turno de Gabriela Tomjlenovic, abogada de César, quien puso en duda la violencia de género. Es uno de los agravantes del delito que le imputan a su defendido. Cuestionó las pruebas y sostuvo que los expertos convocados por los investigadores estaban direccionados a buscar esa violencia, aunque no había antecedentes de denuncia.
Planteó que hubo solo “un hecho de violencia aislado”. Se refería al episodio registrado durante una discusión, cuando César metió a la fuerza a Cecilia a su camioneta y le hizo una guillotina.
Habló de “desaparición” de Cecilia. “No pudieron determinar que hubo un homicidio”, planteó. Y cuestionó la investigación y sus pruebas: habló, por ejemplo, de que las imágenes de la camioneta que circuló hacia Campo Rossi no prueban que César manejaba.
“Hay muchísimas suposiciones, pero faltan muchas certezas. Para poder declararlo culpable de homicidio tendríamos que tener la certeza de que hubo una muerte y de que esa muerta es Cecilia”, afirmó.
Luego, señaló a los jurados que no habían sido convocados para juzgar “con sentimientos, sino con pruebas” y pidió la absolución de César. “Sostener un veredicto de no culpable no implica negar el dolor de nadie; significa que, con la evidencia presentada en este juicio, la fiscalía no logró demostrar que César Sena fuera responsable del homicidio”, afirmó.
Por último, cerraron los abogados de los colaboradores de los Sena acusados de encubrimiento agravado: Fabiana González, Gustavo Obregón, Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso.
“No se ha demostrado que hayan participado en ningún plan”, sostuvo la letrada Elena Puente, quien apeló a la relación de gratitud que Fabiana y Obregón tenían con los Sena, de quienes eran colaboradores cercanos.
A la primera se la acusa de haber gestionado el traslado de los muebles, mientras que a Obregón se le atribuye haber llevado el cuerpo hasta la chanchería. “Los consideraban parte de la familia: unos les confiaron el cuidado de su hijo y otros los eligieron como padrino”, señaló.
Las defensas de Melgarejo y Reinoso remarcaron que la noche del 2 de junio de 2023 comieron un asado con su vecino de apellido Ríos, quien declaró en el juicio.
Mónica Sánchez calificó a su defendido como un “perejil”. Recordó que habían estado tomando alcohol desde la tarde y que “en pedo, como estuvo”, le debería haber quedado algún rastro del fuego. “Que le voy a encargar a este, si estaba reborracho, se iba a caer al fuego también”, dijo.
Y marcó que fueron César y Obregón quienes volvieron con bolsas de basura a deshacerse de los restos incinerados. “Él no participó, no mantuvo ese fuego”, afirmó.
Ojeda, que además de defender a Acuña representa a Reinoso, refirió: “No hubo un solo testigo que la haya mencionado”. Esa noche, continuó, no habían salido del campo de Ríos desde donde no se podía ver si había un fuego en la chanchería.
“No encontraron ningún elemento para decir que estuvo al lado del fuego. Si no hay nada, es porque no participaron. No tiene lesiones compatibles con haber estado expuesta al fuego”, dijo antes de pedir que la declaren inocente.