¿Podemos quedar calvos por estrés? Expertas revelan los efectos del cortisol en la piel y el pelo
¿Y si ese acné que surge aparentemente de la nada o la caída del pelo que no podés explicar fuera consecuencia del estrés? El estilo de vida moderno -que nos lleva a vivir apurados, atareados,...
¿Y si ese acné que surge aparentemente de la nada o la caída del pelo que no podés explicar fuera consecuencia del estrés? El estilo de vida moderno -que nos lleva a vivir apurados, atareados, preocupados- tiene un impacto directo en la piel y el cabello; por eso, cada vez más profesionales de la salud apuntan a un cuidado integral y funcional. Además de bajar un cambio y reducir las tensiones, ¿qué podemos hacer para que el estrés no afecte cómo nos vemos?
Para la cosmetóloga médica Eugenia Posente, es importante fortalecer la barrera cutánea al mismo tiempo que el paciente trabaja en reducir los factores estresores. Según indicó la profesional, los efectos principales del estrés en la piel son la inflamación persistente, que favorece brotes de acné, rosácea y dermatitis; la disminución del colágeno y la elastina, que acelera el envejecimiento visible; y el aumento de la producción sebácea, que desequilibra la piel.
Lo anterior —explicó— resulta del aumento sostenido del cortisol, la hormona del estrés. Cuando sus niveles se mantienen elevados, la piel se vuelve más sensible, reactiva y deshidratada.
En la misma línea, la dermatóloga Cyntia de los Santos resaltó que el estrés crónico altera el eje cerebro-piel, lo que ocasiona mayor predisposición a eccemas y dermatitis, exacerbación de enfermedades como rosácea, acné, psoriasis, vitíligo y otras patologías autoinmunes, envejecimiento cutáneo acelerado y deterioro de los sistemas de reparación inmunológica, favoreciendo de esta forma brotes de enfermedades inflamatorias o inmunológicas existentes.
Ambas especialistas compartieron recomendaciones para reducir el impacto del estrés en la piel. Posente —creadora de Eudermia, emprendimiento dedicado a la salud de la piel— aconsejó incorporar rutinas enfocadas en la hidratación profunda, usar activos calmantes como niacinamida, ceramidas, centella asiática, pantenol y avena coloidal, y evitar exfoliaciones agresivas o tratamientos irritantes en momentos de brote.
Además, instó a utilizar productos suaves —sin perfumes intensos— y limpiadores que no barran la flora natural, y comentó que es posible aplicar protocolos de firmeza que estimulen la producción de colágeno sin irritar, como la radiofrecuencia o la mesoterapia (aunque nunca en un brote).
Por su parte, de los Santos —que dirige Montevideo Skin y este año culminará una Diplomatura en Medicina Funcional y Longevidad Saludable— coincidió en la importancia de usar limpiadores suaves e hidratantes y emolientes diarios. A su vez, agregó que es clave evitar la exposición al sol en horas pico, proteger la piel con ropa, sombreros y sombra, y aplicar un fotoprotector adecuado.
Según la dermatóloga, los procedimientos útiles para mejorar el aspecto y salud de la piel deteriorada por el estrés son: láseres y Luz Pulsada Intensa (IPL) para estimular el recambio celular, terapia de luz LED roja (antiinflamatoria), peelings suaves, mesoterapia hidratante y radiofrecuencia.
Estrés y caída del peloEl estrés crónico puede influir en el desencadenamiento de varios tipos de alopecia o pérdida de pelo; las más frecuentes —dijo de los Santos— son el efluvio telógeno y la alopecia areata. Ambos tipos pueden afectar tanto a hombres como a mujeres y a cualquier edad.
La dermatóloga explicó que el pelo presenta tres fases de crecimiento: anágena (fase de crecimiento activo, con una raíz profunda y firme), catágena (fase de transición donde el folículo comienza a retraerse) y telógena (fase de reposo y posterior caída del pelo). En el efluvio telógeno, numerosos cabellos pasan bruscamente a la fase telógena, generando una caída rápida.
Esto suele aparecer de dos a tres meses después de un evento estresante agudo, como una cirugía, un accidente, un parto o un duelo, y generalmente es reversible, indicó la experta.
En cuanto a la alopecia areata, se manifiesta como áreas sin pelo y puede comprometer hasta todo el cuero cabelludo y el vello corporal. También suele ser reversible, aunque depende de las patologías asociadas (como tiroideas o inmunológicas).
¿Y la calvicie? De acuerdo a de los Santos, la alopecia androgenética (calvicie) se caracteriza por la miniaturización progresiva del folículo piloso. El estrés incrementa mediadores inflamatorios y acelera este proceso. Entonces, no causa calvicie, pero sí la impulsa.
Los procedimientos dermatológicos recomendados por la especialista para estimular el crecimiento del cabello son la mesoterapia capilar (con vitaminas, minerales, péptidos), tecnología Regenera (técnica ambulatoria en la que se extraen células del bulbo capilar para colocarlas en áreas con alopecia), terapia láser de baja intensidad (LLLT), láser ablativo suave con exosomas, plasma rico en plaquetas (PRP) y microneedling cada cuatro a seis semanas, solo o combinado con exosomas.