Por debajo de la interna nacional del peronismo, se libran ásperas peleas municipales
A pesar de...
A pesar de la condena a prisión de Cristina Kirchner, que sirvió para escenificar cierta unidad en el PJ, siguen latentes las pelea por el control de algunos municipios. Con un nivel de encarnizamiento que parece ser mayor al que se expresaba en los momentos más calientes de la interna peronista entre la expresidenta y Axel Kicillof, en distritos como Morón y Avellaneda se libran disputas de tensión muy elevada entre los intendentes y sus rivales internos, que podrían derivar en la presentación de listas municipales separadas. En La Matanza, bastión principal del justicialismo en la provincia de Buenos Aires, la disputa peronista también tiene dos bandos en clara oposición, aunque el horizonte de unidad parece más factible.
En Morón, el gobierno municipal de Nuevo Encuentro sufrió un terremoto el año pasado, cuando estalló una interna entre el intendente Lucas Ghi y Martin Sabbatella, exintendente y referente principal de Nuevo Encuentro. La pelea moronense llegó a un punto que parece no tener retorno, más allá de que, a nivel nacional, la condena de Cristina Kirchner confirmada por la Corte haya amesetado la puja entre la expresidenta y el gobernador bonaerense.
Sabbatella, alineado con Cristina, tiene decidido volver a postularse a intendente en 2027 (ya fue jefe comunal tres veces, al igual que Ghi) y, como escala, encabezará en septiembre una lista de concejales que enfrentará a la que presente su excompañero en la política local. En las filas del extitular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) sostienen que Ghi no generó sucesores para mantener el poder de nuevo Encuentro en Morón; en el sector que responde al intendente –leal a Kicillof– afirman que fueron víctimas de un movimiento desestabilizador. Ghi separó a funcionarios que le respondían a Sabbatella y reformuló el gabinete municipal para hacerlo compatible con su liderazgo.
La campaña de Sabbatella a concejal ya arrancó. “Va a encabezar la lista de candidatos a concejales, con la idea de ser candidato a intendente en 2027. Si hay acuerdo , hay que ver qué mecanismo se establece para resolver en los lugares donde no hay acuerdo”, dice una fuente de la campaña “Martín vuelve”, el eslogan de Sabbatella en Morón para estas elecciones.
“Acá hay una anomalía: el oficialismo fue corrido del palacio municipal. Estamos pidiendo dialogar y Ghi no acepta. Él está esperando una directiva de Axel. Nosotros presidimos el bloque en el Concejo Deliberante, en el Consejo Escolar, los locales partidarios son nuestros, y él tiene tres funcionarios que eran de Pro”, afirman cerca de Sabbatella. “Divididos, se garantiza la derrota, y con un mal gobierno con unidad, también se garantiza la derrota. Resolvamos en 2025 cómo corregimos el gobierno. Trabajamos por la unidad y por la corrección del rumbo”, añaden.
Del lado de Ghi, en tanto, aún no definieron quién encabezará la boleta de concejales para enfrentar a Sabbatella. “Estamos sujetos a una definición por arriba de Morón. Nuestra voluntad es dirimir en una interna, con la metodología que se plantee. Lo mejor es la unidad, pero en Morón estamos en un vínculo muy complejo y es muy difícil restablecer la confianza”, indica una fuente de la intendencia a LA NACION.
A diferencia de lo que señalan en el sabbatellismo, cerca de Ghi subrayan que “lo de Martín es minoritario” y que “todos los actores de Unión por la Patria acompañan a Lucas”. Aseveran que “la propuesta de gobierno local no es compatible con la de Martín”.
“Seguiremos la definición que tome Axel”, sentencian en el entorno del intendente al referirse a cómo se zanjará la interna con Sabbatella (que tiene a su hermano Hernán, con quien está enfrentado, dentro del gobierno de Ghi, como secretario legal y técnico).
El caso de Avellaneda es una disputa de larga data entre el intendente Jorge Ferraresi y La Cámpora a nivel municipal. No parece haber retorno entre el intendente –el impulsor principal de Kicillof dentro del grupo de jefes comunales que lo avalan– y la vertiente local de la organización de Máximo Kirchner, que en Avellaneda lidera el senador bonaerense Emmanuel González Santalla.
Ferraresi está jugado a fondo con Kicillof. Antes de que el fallo de la Corte inhabilitara a Cristina para ser candidata, los leales a Ferraresi planeaban ir con boleta corta a nivel municipal y con el jefe comunal como primer candidato a concejal.
En el camporismo avellanedense tienen su alternativa. “Nosotros trabajamos ‘Avellaneda con Cristina’, con Emmanuel encabezando la lista local”, remarcan. “Los concejales que están con Jorge dicen que juegan con boleta corta y que no van a negociar la lista con La Cámpora y Cristina. Ellos quisieron que no haya unidad”, agregan.
En La Matanza, si bien el intendente Fernando Espinoza tiene enfrente a La Cámpora, con el diputado bonaerense Facundo Tignanelli como referente, en ambos bandos creen que habrá unidad.
En los últimos días, se reunió una mesa de dirigentes peronistas matanceros que impulsaban la candidatura a diputada provincial de Cristina, con críticas a Espinoza y a la vicegobernadora Verónica Magario. “Nosotros siempre buscamos confluir”, aclaran desde ese armado que tiene a Tignanelli como referente.
Cerca de Espinoza no se preocupan y creen que se unificarán. “Ellos salen a primerear, pero Espinoza es muy prounidad. Tiene mucho para perder, por un concejal o un diputado provincial no va a hacer una interna. Tignanelli intenta pintar paredes, rastrillar, repartir volantes. No puede ser reelecto si no cambia la ley . Estamos por la unidad”, destaca una fuente del oficialismo municipal. Es un diagnóstico similar al que hace un peronista matancero que no pertenece al espinozismo ni a La Cámpora: “No hay un fervor para dos listas. Van a ir todos juntos, un concejal para Fernando y uno para Tignanelli”.