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Según una encuesta: qué contenidos de la ESI aprenden los estudiantes porteños y cuáles quisieran que se profundicen

La mayoría de los estudiantes secundarios en la ciudad coinciden al definir que la educación sexual integral (ESI) sirve para prevenir situaciones de violencia y discriminación, mientras que lo ...

Según una encuesta: qué contenidos de la ESI aprenden los estudiantes porteños y cuáles quisieran que se profundicen

La mayoría de los estudiantes secundarios en la ciudad coinciden al definir que la educación sexual integral (ESI) sirve para prevenir situaciones de violencia y discriminación, mientras que lo ...

La mayoría de los estudiantes secundarios en la ciudad coinciden al definir que la educación sexual integral (ESI) sirve para prevenir situaciones de violencia y discriminación, mientras que lo que más les interesa es saber sobre infecciones de transmisión sexual (ITS), métodos anticonceptivos, salud mental y vínculos. Pero más de la mitad cambiaría la manera en que se dicta, con más presencia de especialistas o profesionales que debates entre pares, según describe un nuevo relevamiento de cómo se están aplicando esos contenidos en las aulas. Para el 86% de los estudiantes secundarios, la ESI es “importante”.

La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires (Dpcaba) encaró un segundo diagnóstico de situación para actualizar el de 2022-2023 a casi una década de su participación con talleres en el dictado de la ESI en el distrito. Lo hizo con una encuesta a 3561 participantes, de entre 13 y 18 años, de los establecimientos de gestión pública (bachiller, artística y técnica) y privada (laica y confesional). La complementaron con entrevistas a 20 estudiantes de cinco secundarios que no estaban entre los 39 que fueron parte de la muestra representativa de la oferta educativa en la ciudad.

“La ESI es una política clave que, desde nuestro enfoque, se ha venido implementando de manera muy desigual”, dijo a LA NACION la defensora del Pueblo de la ciudad, María Rosa Muiños. “Para la Dpcaba era central producir información confiable que indagara sobre este y otros aspectos, además de escuchar directamente al alumnado para conocer de primera mano si estaban accediendo o no a este derecho en sus escuelas y de qué forma −continuó−. Sostenemos como idea que, sin datos, las políticas públicas quedan libradas a percepciones parciales, muchas veces erradas. Así que toda esta información nos va a permitir desplegar intervenciones más atentas, precisas y efectivas.”

Las 23 preguntas utilizadas relevaron qué opinan los adolescentes de cómo se dicta la ESI en sus escuelas, cómo se hace, quiénes lo hacen y si hay referentes designados y qué temas les interesa y cuáles se abordan efectivamente, además de las entrevistas más de fondo.

Los datos

“Menos de la mitad (43%) afirmó que le gusta cómo se trabaja la ESI en su escuela y, a la vez, el 49% de los estudiantes expresó el deseo de contar con más tiempo para abordar sus contenidos, lo que habla de una brecha entre el consenso sobre su importancia y la satisfacción con la práctica escolar cotidiana”, concluyó el equipo de la Dirección General de Derecho al Desarrollo Humano de la Dpcaba a cargo de esta encuesta de seguimiento, que se hizo entre el 25 de marzo y el 13 de junio pasados.

Nueve de cada 10 estudiantes dijeron que habían tenido ESI en la escuela, ya sea todos los años (46%), casi todos los años (24%) o en algún momento (20%). El resto, no recordaba (7%) o nunca había visto esos contenidos (3%). “Todavía existe un sector, aunque minoritario, que no tuvo o no identifica dónde está presente la ESI” en las clases, según apuntaron los autores, que también señalaron que se dicta con “diferencias significativas” en lo que es su continuidad.

Dos tercios (64%) de los alumnos de las escuelas artísticas de gestión estatal habían tenido ESI anualmente, comparado con menos de un tercio (29%) en las escuelas técnicas. En el sector privado, poco más de la mitad (58%) de los estudiantes de colegios laicos mencionó que tenía ESI todos los años, con una proporción algo menor en los establecimientos confesionales (48%) más cerca de las escuelas bachilleres públicas (42%).

Biología/educación para la salud, tutoría o formación ética y ciudadana son las materias en las que se dicta. Mucho menos en el resto de las asignaturas, como educación física, física/química o lengua/literatura. Pero esa “transversalidad” diseñada para la ESI inicialmente no sería la mejor forma de dictarla para los alumnos.

“Creo que no hace falta. Capaz en materias como tutoría, que es específicamente para eso, se podría dar el tiempo completo”, aportó una de las estudiantes entrevistadas en un colegio confesional para ampliar una de las respuestas que llamó la atención del equipo de la Defensoría. “La verdad que no lo veo necesario. Siento que es una pérdida de tiempo en cada materia. Biología es una materia en la que sí se podría hablar, Pero hablar de ESI en formación ética y ciudadana o historia o informática no lo veo necesario”, sumó otra alumna de un bachiller en testimonios que se difundieron con resguardo de la identidad de los menores que participaron.

Los temas

¿Qué temas habían visto? El 89% mencionó información que tenía que ver con los vínculos, como emociones, consentimiento, amor romántico, familias, cuidados, sentimientos, bullying o distintas formas de abuso. Un 88% refirió lo relacionado con los riesgos y el uso seguro de las redes sociales (intimidad/privacidad, difusión de imágenes, ciberbullying y grooming). El 80% dijo que había visto contenidos sobre ITS, métodos anticonceptivos y embarazo. Más de la mitad incluyó en sus respuestas temas asociados con violencia de género, estereotipos e ideales de belleza y diversidad.

“Menos trabajados”, en opinión de los estudiantes, quedaron los problemas de salud mental (ansiedad, depresión, ataques de pánico y trastornos de la conducta alimentaria) y otro de los temas incluidos en la ESI, como son los derechos en los espacios nocturnos (discriminación por nacionalidad, género, religión y medidas de seguridad). En el primer caso, solo un 47% de los encuestados los mencionó entre los contenidos recibidos y, en el segundo, un 36% de los alumnos.

Pero, ¿qué es lo que más les interesaría saber a los adolescentes? El 67% de las respuestas incluyó la prevención de ITS, uso de métodos anticonceptivos y embarazos, seguido de los problemas de salud mental, los vínculos, la igualdad de género, el uso de redes sociales, la nocturnidad y, por último, la diversidad.

“El principal contraste está en lo relacionado con la salud mental que, por un lado aparece como uno de los temas menos abordados (47%), pero que es seleccionado como uno de los de mayor interés por el estudiantado (64%) –destacaron los autores de la Dpcaba–. A la inversa, redes sociales es uno de los contenidos más presentes en la experiencia escolar (88%), pero ocupa uno de los lugares más bajos en la escala de interés (36%)” de los estudiantes.

En enero de este año, antes del inicio del ciclo lectivo, la Ciudad informó a raíz de la denuncia de legisladores de la oposición que había iniciado una “revisión exhaustiva de los contenidos involucrados” que suelen estar disponibles online y son los que se aplican en las aulas, junto con guías para padres, por nivel primario y secundario. La manera en que se incorporan los contenidos de la ESI, que es obligatoria por ley nacional, son potestad de cada jurisdicción. Acá se pueden ver los materiales subidos online por la administración porteña.

Ante la consulta de LA NACION, desde el Ministerio de Educación porteño se excusó de hacer alguna declaración sobre la encuesta de la Dpcaba.

El impacto

Al equipo de la Defensoría, en tanto, le “impactaron” en especial tres aspectos de las respuestas. Muiños las resumió en el valor que la juventud le asigna a la ESI, los tópicos que se abordan no siempre coinciden con aquellos que los estudiantes consideran más importantes −puso como ejemplo la salud mental, “uno especialmente reclamado y poco tratado en las escuelas”, definió− y la confirmación de la implementación desigual. “Aunque la mayoría tuvo alguna experiencia con la ESI, no fue la misma para todo el estudiantado”, expresó la defensora.

“En la encuesta -sumó-, más del 85% reconoce su importancia para entender vínculos, prevenir violencias o acceder a información confiable. Este dato es clave porque desarma debates artificiales: cuando se escucha a sus protagonistas, queda claro que la ESI es una política demandada y necesaria. Y que solo el 46% haya contestado que tuvo ESI todos los años muestra un problema de fondo: la continuidad y la calidad de la ESI dependen demasiado de cada escuela, lo que produce asimetrías injustas. Hoy, la Ciudad no garantiza un acceso equitativo.”

¿Cuáles son los próximos pasos de la Dpcaba con esta información? “Vamos a acercar este diagnóstico a las autoridades educativas y a las escuelas para que se escuche lo que están planteando y demandando los estudiantes -anticipó Muiños-. Además, nos sirven para acompañar mejor. Muchos de los problemas detectados tienen que ver con la falta de herramientas. Los datos que recabamos nos van a ayudar a mejorar y profundizar el trabajo territorial que venimos realizando en capacitaciones, materiales y asistencia técnica a escuelas y equipos directivos. Por último, nos impulsan a seguir investigando. Sin dudas, este informe abre nuevas preguntas sobre salud mental, vínculos, participación y acceso a la información. Vamos a continuar relevando estas dimensiones para sostener un diagnóstico actualizado.”

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/segun-una-encuesta-que-contenidos-de-la-esi-aprenden-los-estudiantes-portenos-y-cuales-quisieran-que-nid03122025/

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