Lo último Escuchar artículo

Teresa Garbesi: a los 65, le escapa a la nostalgia y se afianza como counselor

Hay mujeres que llegan a una etapa de la vida sin ningún rastro de nostalgia, sin el menor deseo de volver atrás. Así es Teresa Garbesi, la exmodelo y conductora que va haciendo camino al andar....

Teresa Garbesi: a los 65, le escapa a la nostalgia y se afianza como counselor

Hay mujeres que llegan a una etapa de la vida sin ningún rastro de nostalgia, sin el menor deseo de volver atrás. Así es Teresa Garbesi, la exmodelo y conductora que va haciendo camino al andar....

Hay mujeres que llegan a una etapa de la vida sin ningún rastro de nostalgia, sin el menor deseo de volver atrás. Así es Teresa Garbesi, la exmodelo y conductora que va haciendo camino al andar. Siempre con estilo y la curiosidad a flor de piel, disfruta de su nueva etapa como counselor, un camino que, más que un cambio, entiende como la continuidad lógica de una vida entera dedicada a observar, escuchar y comprender.

-¿Sos el oído “oficial” de tu grupo de amigas?

-Y sí, la verdad es que toda la vida di consejos. Pero ahora con este nuevo título y tanta cosa que uno va aprendiendo, me di cuenta que no se trata de dar consejos sino de escuchar. Si bien me queda un año de especialización, ya estoy atendiendo gente. Y también aplico esta nueva pasión en un programa de radio que hago en San Isidro.

-¿Qué le pasa hoy a la gente? ¿Cuál es el gran problema, el patrón que ves en tu círculo?

-La ansiedad. Sobre todo en mayores de 50 años. Mucha incertidumbre, mucho “se fueron mis hijos, ¿qué hago?”. Los duelos por tener que jubilarse. Cuesta crecer, aceptar que los chicos vuelan. Hasta que se entiende que es maravilloso llenar esos espacios de soledad con inquietudes, proyectos, estudio.

-¿Y el tema físico? ¿No hay demasiada obsesión?

-Sí, eso lo veo. Las dietas, el deporte exagerado, las inyecciones para todo, el correr contra lo que no se puede detener. A mí me impresiona porque yo, que me banco tanto las arrugas... No, corrijo. No es que me las banco, me producen alegría. Creo que es una experiencia de vida. Tampoco soy un papiro, tengo la cara de una mujer de 65 y lo asumo con absoluta naturalidad. Nunca me hice nada ni me haré.

-Convengamos que hay excelente genética.

-Será que nunca tomé sol. Mamá lo adoraba y por eso, ahora comprendo, tuvo la piel tan ajada. A mí nunca me interesó tirarme como un lagarto, y eso que en mi época se usaba. Después influyó que casi nunca pasé largos veranos en el mar. Íbamos a La Cumbre, en Córdoba.

-No cirugías y desde hace años tampoco tintura. ¿Es cierto que tus amigas te decían “nos perjudicás”?

-. Sí. Me decían: “Basta con esa estupidez que nos vas a hacer mayores a nosotras”. La que todavía me carga con el tema es Tere Calandra. Con mucho amor, pero cada tanto me dice: “¡lo linda que quedarías morocha otra vez!"

-¿Y hay chance?

-No. Porque no me dejé las canas porque me daba fiaca teñirme. Simplemente me gustan. Y fue algo planeado, además. Desde los 30 que me las quería dejar, pero mi marido de turno, mis hijos y demás me decían que no. Así que lo hice el día que me quedé sola. Me separé y enseguida decidí cumplir el sueño de la cabeza blanca. El proceso fue largo, hasta que lo logré. Creo que fue lo mejor que hice en mi vida en cuanto a lo estético. Tardé 52 años, pero lo logré.

-Te encanta cumplir años, además. Eso no es muy común.

-¿Sabés que pasa? No padezco la nostalgia. Yo no extraño nada de los 30 y me mataría si tuviera que volver a la adolescencia. Tengo 65 y no quiero volver a los 64. Siento que cada vez estoy más sólida y segura. Me gusta esta edad, ser más grande. Por eso abrazo las arrugas y las canas. Tampoco extraño la época de los chicos en casa. Será porque ahora, aunque viven lejos, los tengo siempre. Son muy buenos, cariñosos y atentos. Me hicieron abuela. Recuerdo la época en que trabajaba tanto, que corría para verlos y estar. Dependía mucho de mis padres, que vivían enfrente. Eso me ayudaba un montón. Fui muy feliz, pero ahora también.

-Es conocida la anécdota de que juntaste a tu padre y tus dos ex maridos en la misma manzana. ¿Cómo fue eso?

-Yo siempre necesité vivir cerca de mis padres y de hecho así fue casi toda la vida. Cuando me separé de Peteco, el padre de mis hijos, compramos otra casa a una cuadra. Después me volví a casar a los 50, con Guillermo, que compró una casa a la vuelta. Lo gracioso fue que en el 2012 me separé y todos quedaron viviendo en la misma manzana. Menos yo, que hace dos años me mudé al centro de San Isidro.

-¿Siempre buena relación con los ex?

-Pero claro, a Peteco lo conocí cuando tenía 14 años. Hoy almorzamos juntos en el club. Tenemos, además, tres nietos en común y uno en camino. Hace unos pocos días perdí a mi padre, que fue un faro en mi vida. Estamos todavía procesándolo, pero lo disfruté un montón. Tomábamos cursos de historia en el SIC. Y también en pandemia, online. Era abogado, trabajó décadas en un hotel de lujo conocidísimo. Un dandy.

-¿Ahora estás sola?

-Hace bastante que experimento una soledad divina. Realmente feliz. Tengo mi independencia económica, de horarios, de decisiones. Me gusta mucho leer de noche. Y ya no molesto a nadie prendiendo y apagando luces. Amo la soledad, y también al grupo maravilloso de amigas, que hacen esta etapa tan especial. Realmente somos hermanas. Nos conocemos de memoria, nos divertimos, salimos, viajamos.

-La mayoría famosas, ¿no? Exmodelos.

-Y sí, hay muchas conocidas. Mi grupete íntimo es Tere Frías, Ada Masso, Laura Ocampo, Karina Rabolini y Mariana Arias, que es prácticamente una hermana. Después hay otro más grande con Tere Calandra, Ginette Reynal, Evelyn Scheidl, Mora Furtado, Delfina Frers, Andrea Frigerio, Nequi Galotti y algunas más. Una vida juntas. Con algunas he compartido el sacaleche, siento que somos familia. Nos conocemos y realmente nos queremos. Ponemos las casas una vez por mes y los temas jamás se acaban. Yo empecé a los 17. Así que llevamos una vida juntas. ¡Cómo no adorarnos!

-Otro gran amigo es Gino Bogani.

-Sí, con quien seguimos teniendo grandes charlas. Él y Mariana Arias se aman, son inseparables. Así que muy seguido hacemos el trío. Los temas son infinitos y nos reímos mucho.

-¿Te enganchás con los chimentos de la tele y redes?

-Me divierto. La experta es Karina Rabolini. Ella siempre sabe todo. Igual decir me divierto es raro en ciertos temas que invaden hoy los medios, porque pienso en los hijos. No entiendo esa cosa de pensar en ellos mismos y no priorizar a los chicos. Es una cosa que me parece tan bruta. Prefiero ver series y ahora todo lo que tiene que ver con el tema counseling. Hice una capacitación en adicciones muy interesante, así que había mucho material para ver. Me gusta estudiar porque siempre siento que no sé nada.

-¿Con quién vas a pasar las fiestas?

-Acabo de sacar pasaje a Miami para pasarlas con mis nietos, los hijos de Martina, que vive allá con su marido. Y como además va a nacer mi nieta de Barcelona (hija de mi hijo Mateo), después me voy para allá. Tengo, además, una consuegra bárbara. La verdad es que con estos nietos en el mundo tengo para entretenerme. Y mis hijos son muy unidos, hablamos todos los días, no siento la distancia. Con el varón hablamos más ahora que antes, cuando vivía en casa. Tuve mucha suerte con ellos porque son increíbles. Bueno, suerte o buen trabajo realizado.

-Modelo, periodista, productora agropecuaria, hiciste un parque industrial, ahora sos counselor. ¿Podés seguir sorprendiendo?

-Muy previsible no soy. Pero tal vez me anime llevar lo de la radio a algo con imagen, siempre en el camino de lo profundo. Una charla con Claudia Piñeiro, por ejemplo, porque soy muy cholula de los escritores.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sabado/teresa-garbesi-a-los-65-le-escapa-a-la-nostalgia-y-se-afianza-como-counselor-nid22112025/

Comentarios
Volver arriba