Una de cada tres asistencias del SAME psiquiátrico fue a personas en situación de calle
Cada 162 minutos, el SAME psiquiátrico atendió a una persona en situación de calle por un problema de salud mental en la ciudad de Buenos Aires. Una de esas personas fue quien agredió a María ...
Cada 162 minutos, el SAME psiquiátrico atendió a una persona en situación de calle por un problema de salud mental en la ciudad de Buenos Aires. Una de esas personas fue quien agredió a María Vilma das Dores Cascalho da Silva Bosco, la ciudadana brasileña de 69 años que murió tras el ataque que ocurrió hace una semana en la zona del Abasto en el barrio de Balvanera.
A comienzos de diciembre de 2024, ese hombre, identificado como F.N.A y de 30 años, había sido internado por orden de un magistrado en el hospital Torcuato después de provocar lesiones y causar daños en Recoleta. El jueves pasado caminaba por la calle Corrientes, en el barrio de Abasto, cuando atacó a la mujer con un golpe que le provocó la muerte luego de un corto período de agonía en un hospital.
En los antecedentes de F.N.A. se encuentran varias internaciones involuntarias luego de ser detenido por diferentes delitos. Por ejemplo, el 26 de mayo del año pasado sufrió una crisis nerviosa en la calle y esa situación fue reportada por peatones que circulaban por la avenida Santa Fe al 3700. En ese momento fue trasladado por el SAME al Hospital Borda, del que se había escapado 15 días antes luego de cuatro meses de internación decidida por la Justicia tras ser arrestado en enero por el robo de un celular en Recoleta.
Fue llevado nuevamente ahora a ese centro de salud mental luego de que la Justicia definiese anteayer que es inimputable por sus problemas psiquiátricos y que, en consecuencia, no será acusado del homicidio de la ciudadana brasileña, tal como informó en exclusiva LA NACION anteayer.
LA NACION accedió en exclusiva a las estadísticas oficiales del SAME que permiten identificar que una de cada tres personas atendidas desde que rige el servicio son personas sin un hogar fijo. En ese período, que va desde enero de 2024 hasta 30 de septiembre pasado, se registraron 16.221 intervenciones del SAME a pacientes con diagnóstico psiquiátrico, de las cuales, 5680 corresponden a personas sin vivienda estable.
El SAME psiquiátrico es un dispositivo especializado dentro del Sistema de Atención Médica de Emergencia que opera con móviles, ambulancias y equipos entrenados para intervenir en crisis vinculadas a la salud mental.
Los motivos de consulta incluyen brotes psicóticos, ideaciones suicidas, ataques de pánico, pacientes agresivos y actuaciones por oficio judicial en menor medida a raíz de las limitaciones que presenta la actual Ley de Salud Mental. En cada caso, explicaron a LA NACION, se evalúa la necesidad de contención en el lugar, traslado a guardia hospitalaria o derivación a otros servicios.
La estadística refleja atenciones mensuales, no personas únicas. Es posible que una misma persona haya sido asistida en más de una ocasión, como ocurrió con F.N.A., que contaba con más de una internación a sectores psiquiátricos de hospitales porteños.
En promedio, el SAME psiquiátrico asistió a 772 pacientes por mes, de los cuales 270 se encontraban personas sin hogar. Los meses con mayor actividad fueron agosto pasado con (920 pacientes), octubre de 2024 (913) y septiembre de 2024 (889). En esos períodos, la estimación de personas sin vivienda atendidas superó las 300. En el otro extremo, los valores más bajos se registraron en marzo de 2025 (777 pacientes) y febrero de 2024 (597).
El servicio comenzó a operar en enero de 2024 como respuesta a la creciente demanda de intervenciones psiquiátricas en el espacio público que surgieron post pandemia del Coronavirus.
Desde entonces, se consolidó como un dispositivo permanente, con presencia en toda la ciudad y articulación con hospitales, servicios sociales y fuerzas de seguridad. La atención se realiza en vía pública, domicilios, instituciones y lugares de tránsito, según el caso.
La presencia de personas personas sin hogar de calle con padecimientos mentales plantea desafíos específicos, según explicaron fuentes sanitarias y de desarrollo social a LA NACION. La falta de vivienda, redes de contención familiar y acceso sostenido a tratamientos dificulta el seguimiento de los casos. En muchos episodios, la intervención del SAME psiquiátrico es el único contacto con el sistema de salud. La estadística muestra que ese segmento representa una parte significativa de la demanda.
En los meses de invierno, se incrementan las atenciones por descompensaciones vinculadas al frío, la exposición prolongada y el consumo de sustancias. En verano, los cuadros de deshidratación y golpes de calor también generan un aumento de la demanda. La dinámica del espacio público, las obras que alteran la circulación peatonal y la concentración de personas en zonas comerciales inciden en la localización de los llamados.
Nuevas ambulancias y protocoloEl SAME psiquiátrico funciona como un dispositivo especializado dentro del Sistema de Atención Médica de Emergencia de la Ciudad de Buenos Aires, orientado a intervenir en situaciones de crisis vinculadas a la salud mental o el consumo problemático de sustancias. Desde enero de 2024, cuenta con ambulancias acondicionadas para el traslado de pacientes en estado de emergencia psiquiátrica, como brotes psicóticos o episodios de violencia que implican riesgo para sí o para terceros.
Estas unidades están a cargo de emergentólogos con experiencia en contención y operan bajo un protocolo que articula tareas entre los ministerios de Salud, Desarrollo Humano y Hábitat, Seguridad y el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
El procedimiento se activa cuando un vecino, personal policial o del programa Buenos Aires Presente (BAP) alerta a través de las líneas 107, 108, 147 o 911 sobre una persona en la vía pública que podría estar atravesando una crisis. Si tras la evaluación en el lugar se determina que requiere atención, la persona es trasladada a un hospital porteño.
En paralelo, se realiza la identificación de la persona asistida junto con la Oficina Central de Identificación del Ministerio Público Fiscal, lo que permite también verificar si tiene familiares que la estén buscando. Si no se requiere internación, el seguimiento queda a cargo de equipos interdisciplinarios de Salud Mental y Atención Integral Inmediata.
En los casos en que la internación sea necesaria, incluso de forma involuntaria, el protocolo establece que debe mediar una evaluación del riesgo cierto e inminente para sí o terceros, con un plazo máximo de 72 horas para confirmar la necesidad del tratamiento.
La Ciudad dispone de 70 camas distribuidas en hospitales generales y cuatro hospitales especializados para estos casos. Además, se sumaron nuevas áreas de atención en el hospital Tornú y derivaciones específicas a salas de desintoxicación como las del hospital Fernández, cuando la emergencia está vinculada al consumo de sustancias.