Antológica de Nemesio Antúnez, el pintor de cordilleras y volcanes, en el Centro Cultural Matta
Arquitecto, pintor de cordilleras y volcanes, maestro del grabado (en su opinión, “la más democrática de las expresiones artísticas”), muralista (sus obras son monumentos nacionales), ilust...
Arquitecto, pintor de cordilleras y volcanes, maestro del grabado (en su opinión, “la más democrática de las expresiones artísticas”), muralista (sus obras son monumentos nacionales), ilustrador de portadas de libros de Nicanor Parra, Miguel Arteche y José Donoso, y de discos de Violeta Parra y Quilapayún; creador del Taller 99, director del Museo Nacional de Bellas Artes en Chile, antes y después de la dictadura pinochetista; actor en la película de Costa-Gavras Estado de sitio y condecorado por el presidente Patricio Aylwin en 1993, el año de su muerte, Nemesio Antúnez es un referente del arte en América Latina. Había nacido el 4 de mayo de 1918 en Santiago de Chile.
“Mi intención pictórica es esta: poner la experiencia de la vida y las experiencias técnicas al servicio de la realidad chilena”, sostuvo Antúnez, que se ocupó de transmitir las enseñanzas de su oficio y de acercar el arte a la ciudadanía. Pionero, condujo el programa televisivo Ojo con el arte.
A partir del miércoles 10, una exposición antológica en el Centro Cultural Matta (Tagle esquina avenida del Libertador, con ingreso por Plaza República de Chile) le rinde tributo en la ciudad de Buenos Aires. Antúnez de los Andes reúne 51 obras, entre grabados, acuarelas y pinturas al óleo, que recorren cinco décadas de creación del influyente artista, desde fines de los años 40 hasta fines de los 80.
View this post on InstagramRealizada por la Fundación Nemesio Antúnez y con curaduría de Ramón Castillo, Guillermina Antúnez (hija menor del artista) y Pablo Orellana, la exposición incluye además cuadernos de apuntes, procesos de trabajo, artículos de prensa, documentos del Archivo Nemesio Antúnez y una selección de frases y reflexiones del artista en los muros del centro cultural de la embajada de Chile.
“Esta exposición es el resultado de un camino iniciado en 2023, cuando participamos de la 47ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que tenía a Santiago como ciudad invitada -dice Orellana a LA NACION-. En aquella oportunidad conocimos el cuadro de Nemesio que pertenece a la embajada de Chile en la Argentina y surgió de inmediato la idea de realizar una muestra. Es, también, el producto de varias voluntades, institucionales y de personas. El proceso de investigación nos llevó a encontrarnos con la sólida relación que Antúnez tuvo con Argentina, tanto profesional, que dan cuenta las numerosas exposiciones que realizó, y afectiva, por parte de los lazos de amistad que durante esos viajes se entablaron. Allí es cuando nos dimos cuenta de que la línea curatorial debía tener como centro la cordillera de los Andes, como esa columna vertebral que nos hermana, y que a la vez es una barrera, un coloso al que nos enfrentamos día a día, y eso nos dice que cuando Chile y la Argentina están en unión es porque lo que nos une es infinitamente más poderoso. Que se lleve a cabo en el Centro Cultural Matta es otra singularidad, ya que la amistad y encuentros entre Matta y Antúnez fue de toda la vida”.
Antúnez estudió arquitectura en la Pontificia Universidad Católica de Chile y se formó en grabado en el Atelier 17 de Stanley William Hayter en Nueva York, donde compartió experiencias con artistas como Yves Tanguy, Roberto Matta, Marc Chagall, Joan Miró, Max Ernst y Louise Bourgeois. Fue becario Guggenheim en 1957, recibió la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda, dirigió el MNBA de Chile en dos períodos (1969-1973 y 1990-1993) y se desempeñó como agregado cultural de su país en Nueva York entre 1964 y 1969, donde grabó entrevistas con artistas y escritores. En 1980, ganó el Premio Adquisición del Museo Guggenheim de Nueva York.
“Regresaba en suma a pintar Chile desde Chile, con una visión más amplia del mundo, con otras proyecciones. Chile se ve más claro desde afuera, se le puede medir mejor: allí están la Mistral y Neruda. Este decía que el artista debía vivir en Chile, pero salir para verlo mejor”, sostiene en Carta aérea, de 1988.
Se consideraba un “pintor de vivencias, de temas, de series; estas no se suceden una tras otra, se traslapan; no terminan en una fecha dada, reaparecen continuamente diez o veinte años después en otra forma, a veces se encuentran dos o tres temas en una misma tela, el repertorio va cambiando y evolucionando con el artista. No se es artista si se quedan en la inmovilidad, en lo estático, en lo eternamente reiterativo”.
En varias ocasiones, Antúnez expuso sus obras en el país: en el Certamen Káiser, la Bienal de Córdoba, el Museo Nacional del Grabado, las galerías Rubbers, Bonino y Carmen Waugh y el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). Con Antúnez de Los Andes, el singular legado del artista se reencuentra con el público de la Argentina.
“Nemesio Antúnez encontró la clave de su propio lenguaje: Chile se le reveló como una epifanía que debía auscultar con los oficios adquiridos -observa el director del MNBA, Andrés Duprat-. El hormigueo de las multitudes urbanas difuminadas vistas desde un rascacielos, la producción de raigambre ancestral de las ceramistas de Quinchamalí, el dramático impacto del terremoto que devastó Chile y el Palacio de La Moneda en llamas observado a través de vidrios rotos dialogan con espacios abstractos y geométricos donde forjó la nueva gramática visual para postular su concepción del mundo…”. La colección del MNBA posee una pintura de Antúnez, Grand Central, y una carpeta con serigrafías.
Más información sobre el artista en el enlace de la Fundación Nemesio Antúnez.
Para agendarAntúnez de los Andes se puede visitar desde el 10 de diciembre hasta abril de 2026, de martes a viernes de 10 a 18 y sábados de 10 a 17 en el Centro Cultural Matta (Tagle esq. avenida del Libertador), con entrada libre y gratuita.