Pimpinela: su regreso a los escenarios, la terapia que los mantiene a salvo y la biopic que los tendrá como protagonistas
A dos años de sus últimas presentaciones en el país, y luego de girar todo el 2025 con su nuevo show por los Estados Unidos, España, México y América Latina, el dúo Pimpinela volverá a actu...
A dos años de sus últimas presentaciones en el país, y luego de girar todo el 2025 con su nuevo show por los Estados Unidos, España, México y América Latina, el dúo Pimpinela volverá a actuar en la Argentina. Lo hará desde el próximo verano, y a lo largo de casi todo el año, en el marco de la segunda y última etapa del tour Noticias del amor con el que recorrerán distintas provincias. Así los hermanos Lucía (64) y Joaquín Galán (72) festejarán durante todo el 2026 los 45 años de una carrera que iniciaron en 1981 con el lanzamiento de su álbum debut, Las primeras golondrinas. Aunque para ellos todo haya empezado un año más tarde, cuando explotaron a nivel nacional e internacional gracias al hit “Olvídame y pega la vuelta”.
Felices por volver otra vez a casa (y por estar próximos a tomar contacto con su público más fervoroso, el local), y a días de haber recibido el Premio Konex a la Trayectoria, los cantantes entablaron un mano a mano con LA NACION en el que adelantaron las características de su nuevo espectáculo, hablaron de sus vidas amorosas y de la necesidad de hacer terapia para seguir trabajando juntos, y revelaron los pormenores de la realización de su inminente biopic.
-¿Qué balance hacen de este año que está terminando?
Lucía Galán: -El mejor balance, porque ya con 44 años de carrera, poder seguir estando de gira y –tal vez quede mal que lo diga-, llenando estadios y consiguiendo que la gente quiera seguir haciendo un plan para vernos y hacer el esfuerzo de comprar entradas, con lo difícil que eso resulta hoy... No podemos pedir más, ¿no? Ojo, nosotros hacemos todo para que eso siga sucediendo, en principio cambiando todos los años de show, más allá de que las canciones fundamentales sigan siendo las mismas. Siempre ofrecemos un envoltorio y un guion con una historia diferente. Este ha sido un año de mucho agradecimiento, de encontrarnos con gente muy joven nuevamente.
-O sea que a esta altura siguen sumando generaciones.
Lucía: -Exacto. Y eso nos impresiona muchísimo. En cada show, después de la primera canción, arrancamos a conversar con la gente y la primera pregunta que hacemos –a manera de testeo- es: “¿Alguien viene a ver un show nuestro por primera vez?”. ¿Y sabés lo que sucede? Levanta la mano el 80 por ciento de la gente. Es increíble la nueva cantidad de adeptos de Pimpinela.
-Lucía, ¿fue difícil volver al trabajo después de tus problemas de salud (en 2024 fue sometida repentinamente a una operación donde se le extirpó parte del páncreas y el bazo y luego tuvo complicaciones postoperatorias)?
Lucía: -Fue algo gradual. Me tomé mi tiempo, el necesario de recuperación, de rehabilitación, porque después de la operación me había quedado el diafragma –que es el órgano fundamental para un cantante- como acá arriba . Entonces, junto con (la coach vocal) Katie Viqueira primero, y luego con un grupo de especialistas en Madrid –adonde fui porque allí vive mi hija-, completé todo un proceso de rehabilitación. Fueron como cuatro o cinco meses de trabajar mucho la respiración y la musculación hasta recuperar mi tono vocal; todo esto acompañado por terapia psicológica, algo que es muy fundamental para todo artista.
-¿Hoy cómo estás de salud? ¿Te quedó alguna secuela para cantar?
Lucía: -Hoy estoy bien, entusiasmada y con mucha energía. Es que amo mucho mi profesión. De todos modos, cada cuatro meses me hago chequeos generales. Por suerte no he quedado con secuelas, ni en la parte respiratoria ni en las cuerdas vocales. Así que puedo seguir cantando sin problemas.
-¿Cuáles son los planes de Pimpinela para el 2026?
Joaquín: -Básicamente, volver a cantar en nuestro país. Cada dos años o dos años y medio queremos estar acá, en Argentina. Por eso estrenaremos nuestro nuevo show, Noticias del amor, el 10 de enero en el polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata. Empezamos por ahí porque extrañamos muchos los eventos de verano de Mar del Plata. Allí comenzaremos una gira que luego nos llevará por todas las ciudades del interior. La gira se extenderá hasta el 18 de octubre, en que festejaremos el Día de la Madre en el Movistar Arena. Allí daremos por cerrado el tour de Noticias del amor. En el medio queremos reencontrarnos con los públicos de todas las provincias.
-¿Cuándo y dónde empezó el tour?
Joaquín: -Debutamos el 8 de febrero de este año en Puerto Rico. Luego recorrimos 11 ciudades de Estados Unidos, entre ellas Miami, Dallas, Houston, Nueva York, Los Ángeles, Anaheim, Orlando y Chicago. También estuvimos rotando por Latinoamérica y España.
-¿Cómo es el show?
Lucía: -El show trata sobre lo que pasa y ha pasado con el amor a través de las décadas. Sobre cómo ha ido cambiando el amor. Empieza en la década del 60 y prosigue por las siguientes hasta llegar a hoy en día. En el comienzo de cada segmento del show aparecemos en unas cápsulas filmadas, como conductores de noticieros y brindamos dos o tres noticias importantes de cada década. Vamos cambiando de vestuario y también van cambiando las escenografías, década tras década. Durante la década del 60 hacemos un mini popurrí de canciones italianas, esas que grabamos para el álbum Al modo nuestro. Después contamos lo que pasó en la década del 70 con el movimiento hippie y allí aparece un tema de Joan Baez, la primera artista en cantar canciones de protesta.
-¿Y cómo sigue?
Lucía: -También, en ese segmento, hacemos una canción de Bee Gees: “How Deep Is Your Love”. Por supuesto que también están todas nuestras canciones emblemáticas, a partir de la década del 80. Y en el 2000 canto “Someone Like You”, de Adele. El espectáculo termina con nosotros transformados en dos personajes de Inteligencia Artificial, convertidos en dos suertes de avatares. Noticias del amor tiene mucho humor, mucha emoción y mucho video clip. Dura más de dos horas y de él participan 26 personas, entre ellos nuestros músicos de siempre y varios bailarines.
-Por lo que describís, Noticias del amor parece acercarse al formato de la comedia musical.
Lucía: -Siempre nuestros conciertos fueron una mezcla de teatro y música, con mucha escenografía e imágenes en pantallas gigante y mucha interacción con nuestros videos promocionales, en los que aparecen actores conocidos interpretando una mini historia. Así que en nuestros espectáculos siempre ha habido bastante de comedia musical, pero en este, es cierto, existe mucho más.
-Con respecto a la temática del show, ¿cómo evalúan que fueron cambiando el amor y las relaciones de pareja a través de las décadas? ¿Los cambios fueron para mejor o para peor?
Joaquín: -En algunos aspectos fueron para peor, porque tanto hombres como mujeres nos volvimos más introspectivos. Hoy estamos todos más individualistas y nos falta comunicación mano a mano. Esto lo provocó la llegada de los celulares a nuestras vidas. Creo que sobre todo en los jóvenes existe el miedo a la comunicación directa. Han suplantado la conversación directa por el chateo. Los que somos más adultos extrañamos aquel amor más romántico, el de las miradas y el contacto directo.
Lucía: -Estoy de acuerdo con Joaquín. Se ha perdido la cuestión física, el factor sorpresa y el proceso de conocerse con alguien. Es imposible conocerse con alguien con mensajes de texto o con emoticones. ¡Ya no hay lentos en las discotecas! Todo es barullo. No hay acercamiento físico, sólo distanciamiento, ruido y confusión. De todos modos, en algo cambió para mejor: en el sentido de que hoy podemos comunicar más libremente lo que necesitamos, tanto como lo que no nos hace felices o lo que no queremos para una relación. Estamos más abiertos a expresar nuestras emociones.
-¿Podríamos decir que Pimpinela reivindica el amor de antes?
Joaquín: -Sí, nosotros reivindicamos permanentemente el amor de antes, el romanticismo de antes. Por eso el saldo que te queda de Noticias del amor es que el amor sigue siendo lo más importante, que es una pulseada entre el hombre y la mujer a través de la historia, y que el amor de pareja siempre va a vencer. Creemos fervientemente en ese concepto. Pese a que la gente recuerda más las canciones de Pimpinela sobre peleas de pareja, el saldo que deja en la gente nuestro espectáculo es el de la necesidad de reconciliación. Por eso mucha gente nos dice a la salida de los shows que se vieron reflejados y que les dio tanto pudor que decidieron cambiar. El que se peleaba con su mujer, dejó de hacerlo. Y el que la abandonó, regresó y pidió disculpas.
Lucía: -Bueno... También están la mujeres que en busca de un buen amor nos confiesan que se separaron. Y lo bien que hicieron.
-Vos, Joaquín, seguís casado con la misma mujer de siempre; y vos, Lucía, has tenido varias parejas. ¿Están conformes con lo que la vida les brindó en materia amorosa?
Lucía: - Sí, yo estoy conforme. Siento que todas las relaciones que he tenido han sido buenas. Obviamente, cuando uno se separa hay un tiempo y un proceso para depurar, para sanar las heridas y hacer el duelo, propio de toda separación. Pero después siempre termino en buenas relaciones con mis ex. En cada una de mis relaciones siempre he dado el 100 por ciento de mí y traté de incluir al otro en todo, porque, cuando uno es una persona tan pública, quizás el otro se puede amilanar o hacer la fantasía de que una es inalcanzable o de que lleva una vida extravagante. Por eso yo siempre trato de demostrar que soy una persona normal, a la que, por ejemplo, le gusta quedarse en su casa un domingo viendo películas. He logrado que me creyeran y por eso la he pasado muy bien en mi vida en cuestiones del amor. No me puedo quejar, he tenido personas al lado mío que me han ayudado mucho a crecer; y de las pocas con las que esto no ha sucedido, tuve la lucidez de escapar (risas).
-¿Cómo se vive el amor a los 60 y a los 70, respectivamente?
Joaquín: -Igual que al principio, pero posiblemente con más sabiduría, Con más paciencia, y dándole más importancia al otro. Al principio es como que uno es absolutamente egoísta, ¿no? Pero ya cuando entrás en esta etapa de la vida, el amor hacia el otro se valora mucho más, y los pequeños detalles, los pequeños gestos, son muy importantes.
-La carrera de ustedes parece no conocer mesetas ni retrocesos. ¿Es realmente así?
Lucía: -Sí, por ahí queda mal que lo digamos, pero fue así, hemos tenido una trayectoria sin mesetas ni retrocesos. No es que hayamos tenido que parar un año porque no teníamos conciertos o porque no gustó un disco. Sólo hemos parado por temas de salud o para tomarnos vacaciones y descansar un poco. Nunca tuvimos que hacerlo involuntariamente, las pocas veces que hemos parado fue por cuestiones personales y porque así lo decidimos. Siempre estuvimos en actividad, siempre estuvimos de gira en gira. Cuando empezamos, en el ´82, fueron cinco años de sembrar y sembrar. Viajamos a cientos de ciudades para difundir nuestro primer disco sin la pretensión de ganar un peso. Nuestro objetivo fue invertir en la marca Pimpinela. No eran tiempos de globalización, así que había que ir ciudad por ciudad a vender lo nuestro. Cuando el disco empezó a pegar en Nueva York, fuimos para ahí, cuando la rompió en Los Ángeles fuimos para allá. Así estuvimos cinco años viajando gratis de promoción, apoyando lo nuestro a capa y espada a lo largo de 17 países. En ese momento los grupos preferían tocar y ganar plata a lo loco; nosotros, en cambio, elegimos invertir en promoción y difusión. Y no nos equivocamos. Hoy seguimos cosechando en todo el mundo lo que sembramos.
-¿Existe un lado B de los Pimpinela? ¿Cómo es?
Joaquín: -Yo creo que el lado B de Pimpinela tiene que ver con la soledad. Ese es el costado del que nunca hablamos. No la padezco, porque de repente la utilizo para componer más allá de las necesidades del dúo o para escuchar música. Pero en algunos momentos puede ser muy dura.
Lucía: -Quizás el lado B sea el pasar de un extremo a otro, de cantar en un estadio para 30.000 personas y de que todo sea pura euforia a estar completamente sola en una habitación de hotel, viendo televisión y comiendo una ensaladita. A mí ese contraste me pega. Por eso le doy tanta importancia a lo de la salud mental y cuando estoy de gira hago terapia por videollamada. También hacemos terapia los dos por cuestiones profesionales.
- ¿Comparten el mismo terapeuta?
Lucía: -No, él tiene el suyo y yo tengo el mío. Pero supimos compartir uno, para resolver cuestiones profesionales; el mismo al que acudían los Les Luthiers. Pero ya se murió. Hoy cada uno acude a un analista distinto para resolver cuestiones personales, pero también asuntos profesionales. A lo mejor a él no le gusta que yo le diga tal cosa y yo trabajo con mi analista para poder decírsela. En lo posible, de la mejor manera, claro. Y a él seguramente le debe pasar lo mismo. Esto nos ayuda a los dos, es parte del crecimiento de cada uno y un salvoconducto para poder seguir trabajando juntos.
-¿Qué los une y qué los distancia? ¿Cuáles son sus similitudes y diferencias?
Lucía: -Joaquín siempre ha sido muy impuntual y yo, todo lo contrario. Eso es algo que me molestaba mucho y que mi analista me ayudó a aceptar. Antes eso era un tema realmente serio entre los dos, porque de golpe teníamos que hacer una entrevista o irnos para un show, y era yo la que siempre tenía que esperar en el lobby del hotel. Y ahí empezaban las discusiones. Por suerte eso algo ha cambiado.
Joaquín: -Las peleas entre hermanos son inevitables, pero viendo cómo se llevan muchos, nosotros somos maravillosos (risas). Yo creo que somos complementarios. Ella es más bien impulsiva y yo, reflexivo. Hoy peleamos sólo por estupideces, como el de la impuntualidad.
Lucía: -La impuntualidad no es ninguna estupidez…
Joaquín: -Lo importante es que, pese a nuestras diferencias, logramos llevar a cabo una carrera juntos. Eso se lo debemos a nuestros padres, inmigrantes españoles, de los que heredamos aquello de la familia unida.
-¿Qué consejo le darían a un artista que esté comenzando?
Joaquín: - Que no piense en el éxito. Que sólo piense en la oportunidad que la vida le da para hacer algo que realmente le guste y lo conforme. Que se concentre en la creación y que trate de rodearse de un buen entorno. En fin, de conectarse interiormente con su capacidad creativa, trabajar duro y no pensar en los resultados.
Lucía: - Y no estar tan pendientes de lo que digan de él o ella en las redes sociales. Eso de buscar la validación en las redes genera mucho estrés y ansiedad y conspira contra la creación. Hay que soltar y aprender a valorizarse por sí solos.
-¿Cuáles fueron los mejores y los peores momentos de todos estos años?
Joaquín: -Los mejores siempre están por venir, ¿no? Siempre está la expectativa de que todo vaya mejorando. Y en cuanto a los momentos difíciles, uno fue al comienzo de nuestra carrera, cuando fallece nuestro padre. Estábamos en Puerto Rico, en el 85, y el impacto fue tan duro que nos sacó de eje por un tiempo largo. Y en el 2020 sucedió lo peor de todo: la muerte de nuestra madre.
Lucía: -La ilusión de todo artista no es triunfar sólo en su país, sino también en el exterior. Así que haber podido cantar en el Radio City Hall y en el Madison Square Garden de Nueva York son, a la vez, dos grandes triunfos de nuestra carrera y dos de los mejores momentos hasta ahora vividos. También hubo otros hitos, como actuar en el Festival de Viña del Mar, en Chile. Todos momentos inolvidables.
-¿Cuáles son los temas que, si pudieran, no cantarían más?
Joaquín: -Ninguno. Porque todos los temas que cantamos habitualmente nos gustan, y sobre todo le gustan a la gente. Y hay que ser muy respetuoso con el público, porque va a un recital a escuchar esos temas que a lo mejor otro artista quitaría. Nosotros, no, nunca hicimos ni haremos algo así. Siempre recuerdo, al respecto, cuando a Paul McCartney le preguntaron si no se cansaba, ya siendo solista, de seguir cantando los temas de los Beatles. El respondió que era lo menos que podía hacer por su público de la primera hora y que, de hecho, las seguía interpretando exactamente igual que al principio, para no defraudar a nadie. Entonces, si Paul McCartney actúa así, como Pimpinela... Pensamos como él, nunca quitaríamos un tema que la gente espera.
-¿Aún tienen sueños u objetivos por cumplir? ¿Cuáles?
Lucía: -Yo quisiera volver a trabajar como actriz. Hace un tiempo me llamaron para protagonizar el musical Mamma Mia!, pero no pudo ser. Me convocaron en octubre para estrenar en enero. Imposible, ya tenía toda una agenda de conciertos de Pimpinela programada con antelación. Pero en cualquier momento regreso a las tablas, ¿eh? Y en cuanto a Pimpinela, tenemos en carpeta la realización de una biopic sobre el dúo. Se retrasó un poco porque falleció uno de los autores (Jorge Maestro), pero ahora el proyecto tomó nuevamente impulso y el año próximo seguramente se va a filmar. Acabamos de discutir el tema con la gente de Netflix en México y ellos quieren que en el elenco haya argentinos, mexicanos y españoles. Será una producción internacional en la que nosotros también tendremos una participación, pero aún no sabemos cuál. Ay, creo que rompimos el contrato de confidencialidad. ¡Nos van a matar!